¡Carrerón! o ¡Esto es Fórmula 1! son algunas de las expresiones más repetidas tras el final del Gran Premio vivido hace unos días en Baréin. Por fin este fin de semana vimos un espectáculo digno de ser llamado máxima categoría del automovilismo. Todo lo contrario a lo vivido hasta ahora en los dos primeros Grandes Premios del año, donde el dominio de Mercedes y la mínima por no decir nula acción ofrecida por sus perseguidores, habían activado las alarmas de muchos.

Del nuevo reglamento se esperaba igualdad y el fin de la era de Red Bull, dando paso a una nueva donde el espectáculo se abriera paso en el gran circo. Pero en cambio, los aficionados se han encontrado con un nuevo ‘coco’: el Mercedes W05, una bestia superior al antiguo ‘Hungry Heidi’ de Sebastian Vettel (RB9). Un monoplaza digno de otra categoría superior a la Fórmula 1. Un coche capaz de tras el Safety Car vivido hace unos días en Baréin, y con sólo 10 vueltas por delante, superar en 20 segundos a su más inmediato perseguidor (el Force India de Sergio Pérez), mientras todavía sus pilotos disputaban duramente la primera posición del Gran Premio. Una diferencia superior a los 2 segundos por giro por la que podríamos otorgarles hoy mismo el campeonato del mundo de constructores, a la espera de la lucha en pista de sus dos pilotos por el campeonato del mundo.

En la nueva normativa, prevalecen el ahorro del combustible y unos motores insonoros que habían privado a la máxima categoría del automovilismo de su principal esencia. Eran muchos los que, exceptuando obviamente a los Mercedes, pedían a gritos un cambio urgente para salvar la competición. Entre ellos se encontraba Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, el cual estuvo presente en Baréin para tratar varios temas del nuevo reglamento con la FIA y aprovechar para apretar las tuercas a la ‘Scuderia’, la cual no está pasando por sus mejores momentos una temporada más. No obstante, Montezemolo no llegó en el momento indicado para quejarse sobre la falta de espectáculo, porque de esta manera es como se podría definir el Gran Premio de Baréin de 2014: espectacular.

Adentrándonos un poco más en lo que ha sido este Gran Premio de Baréin, apartando de la valoración a los Mercedes, que dominaron sin discusión y mano firme desde la primera vuelta del viernes en los libres 1 hasta la bandera a cuadros del domingo, el resto del fin de semana se podría definir también como apasionante. Las luchas por acercarse a las primeras posiciones estuvieron muy reñidas, con cerca de 10 pilotos en apenas medio segundo lo cual pronosticaba una apretada clasificación. Pronóstico bien acertado como se pudo ver con pilotos como Sebastian Vettel que se quedaba por segunda vez esta temporada fuera de la Q3. El de Heppenheim sufre cuando no tiene el mejor monoplaza y es algo que todos queríamos ver.

Llegó el domingo y con él la carrera. Por motivo del décimo aniversario del Gran Premio de Baréin, los organizadores decidieron realizar una carrera nocturna, para ser así la segunda del campeonato junto a Singapur. Un hecho algo curioso cuando estamos hablando de un cambio de reglamento en el que prevalece el ahorro del combustible y teniendo tres grandes premios nocturnos en los que los generadores de esos focos consumen prácticamente lo que los equipos a lo largo del año.

Pero entrando en lo puramente deportivo parece ser que la noche favoreció al espectáculo que había faltado en lo que llevábamos de temporada. Desde el momento de la salida algunos pilotos como Felipe Massa partieron de manera magnífica, aprovechando cada hueco y arriesgando al límite para subir posiciones. Más entrados en pleno Gran Premio, fueron los equipos los que favorecieron la función para los espectadores. La libertad que dieron en la lucha entre los pilotos de su misma escudería ofreció auténticos ‘mano a mano’ entre pilotos como Rosberg y Hamilton en la lucha por la primera posición, llegando a estar en diversas ocasiones en paralelo ambos pilotos sin aflojar con tal de conseguir la deseada victoria. Así como estaban los de Mercedes se pudo ver duelos entre los Red Bull, Force India o Williams llegando algunas situaciones a recordar al Gran Premio de Turquía de 2010 con ambos Red Bull.

No obstante, uno de los puntos clave del Gran Premio fue el Safety Car provocado por la actuación, una vez más, imprudente de Pastor Maldonado. Volviendo a pista de boxes, el venezolano se lanzó a cuchillo en la primera curva para evitar que Esteban Gutiérrez pasara primero, hecho que provocó el impacto de sus neumáticos y la siguiente vuelta de campana del mexicano, afortunadamente sin consecuencias físicas para el de Sauber. Una imagen espectacular que pone en duda una vez más las cualidades de Pastor Maldonado al volante. El piloto venezolano fue sancionado con un Stop & Go en carrera, pero además perderá cinco posiciones en la parrilla de China y tres puntos del carnet. Veremos si el castigo es suficiente o la próxima vez tendrá que cumplir una carrera de sanción.

A la tercera carrera llegó el espectáculo. Ahora tras tres grandes premios completados y la indiscutible superioridad de los Mercedes toca irse a China, último escalón antes de entrar en territorio europeo, donde muchos equipos pueden traer mejoras y plantar cara a las balas de plata. Aunque mejoras aparte, esperemos que las próximas citas mantengan la fuerza con la que ha terminado el Gran Premio de Baréin de Fórmula 1 2014.

Fotografía: Paul Gilham y Shang Jiang / Getty Images Europe