Australia fue revolución. El estreno del Mundial dejó una conclusión clara. Los motores Mercedes, liderados por el constructor de la estrella de tres puntas, son los que mejor han hecho los deberes y, consecuentemente, los rivales a batir en potencia y fiabilidad. A pesar de ello, ni los propios propulsores alemanes se salvaron de la escabechina. Lewis Hamilton fue el primer pez gordo en caer tras haber obtenido la pole position el sábado. Nadie se salva.

Mercedes es el alumno aventajado de la clase

Nico Rosberg no tuvo problemas y dominó de principio a fin la contienda, que nadie le disputó en ningún momento. Entre los 10 primeros clasificados encontramos seis Mercedes, tres Renault y dos Ferrari. Contando la descalificación de Daniel Ricciardo, tan solo el bólido rojo de Fernando Alonso se coló entre los cinco primeros sin tener un propulsor Mercedes. Dominio claro y casi absoluto.

Tres estrenos brillantes

La nueva era tiene diferentes especificaciones y jóvenes talentos únicos. Tras una carrera, Kevin Magnussen, Valteri Bottas y Daniil Kyvat han mostrado un potencial ya maduro. El piloto Danés de McLaren consiguió el mejor debut desde que Jaques Villeneuve cosechará una pole y una segunda posición en Australia 1996.Magnussen dio el primer podio y la primera alegría para Dinamarca en la categoría reina; tomó el relevó de su padre que en 1998 sumó el único punto del país en la disciplina. Lo hizo con un pilotaje tranquilo y cerebral, sin errores. Una segunda posición brillante.

Kevin Magnussen y Daniil Kyvat debutaron con récord

El finlandés Valteri Bottas hizo dos carreras en una y brilló en ambas. Superó a su compatriotaKimi Räikkönen en la línea de meta a pesar de haber sufrido un choque contra la pared –y un reventón- cuando buscaba adelantar el Ferrari de Fernando Alonso. Tuvo suerte y tan solo perdió tiempo y posiciones. Mostró carácter al remontar hasta una meritoria quinta plaza(partió 15º). No se quedó corto Daniil Kyvat con su Toro Rosso. Terminó noveno ysumó dos puntos que le convierten en el piloto más joven de la historia en puntuar, superando al tetracampeón Sebastian Vettel, que se quedó sin carrera y marchó de Australia con un récord menos que jamás podrá recuperar.

Red Bull se va de vacío

Un vacío consumado después de la carrera para Red Bull. El excelente estreno deDaniel Ricciardo con los campeones fue una fiesta celebrada entre sus compatriotas australianos. Sonrisas en el cockpit y fuera en el podio ya que el monoplaza austríaco había confirmado que sin fallos puede ser rápido y estar entre los mejores. Ricciardo se ganó a la afición en un abrir y cerrar de ojos, lo mismo que tardó la FIA tras la ceremonia del champán en descalificar al piloto por consumo de combustible excesivo.

La FIA descalificó por excesivo consumo de combustible a un exultante Ricciardo

Tortazo para Red Bull, que vio como Sebastian Vettel tenía que abandonar y ponía mala cara ante los medios. El vigente campeón se retiró en tres vueltas por problemas de electrónica y mostró la cruz de la escudería a estas alturas. Con la moneda en el aire, pareció que Ricciardo giró la cara. Terminada la carrera, visto lo visto, fue un mérito para todos quiénes consiguieron cruzar la meta. Fueron más de los esperados, con "solo" 7 abandonos (5 de motores Renault).

Límites en Maranello

La gran preocupación para Ferrari son los motores. No son rápidos como los demás aunque sí fiables. Fernando Alonso reconoció haber exprimido al máximo su bólido y con Hamilton y Vettel noqueados no pasó de la quinta (después cuarta) plaza. La sensación es que los Williams se lo hubieran comido con patatas (sin el fallo de Bottas y el abandono de Massa); también Nico Hulkenberg le puso en jaque aunque superó al Force India en la estrategia y los boxes.

Alonso reconoció haber exprimido al máximo el Ferrari

Kimi Räikkönen, por cierto, protagonizó un debut descafeinado que muestra que no está adaptado al nuevo vehículo y que sin prodigiosos volantazos los de Maranello no irán a ninguna parte de momento. Todos deben evolucionar, pero será importante que la potencia (el motor no puede evolucionar durante el año) no sea un límite ya fijo.

La nueva melodía

“Prefiero ver carreras divertidas y motores silenciosos que al revés”, declaró Jenson Button a El País. Fue una de las mayores sorpresas para muchos. El ruido, el estruendo habitual, pasó a ser un mero murmullo en el Albert Park. No gustó el nuevo tono de los motores V6, mucho más graves y menos estridentes. La piel de gallina era una reacción habitual al paso de un fórmula 1 antes y ahora, según reflejaron muchos asistentes y comentaristas, la sensación es descafeinada.

"Prefiero ver carreras divertidas y motores silenciosos", comenta Jenson Button

De contratenores a bajos. El cambio es brusco pero se redujo durante la carrera a causa de la emoción. Hubo mucha acción y eso nubló los oídos y dejó terreno a los ojos, al menos en la retransmisión televisiva. El cambio siempre es de naturaleza extraña y en la Fórmula 1 no resulta excepción. Las escuderías están todavía lejos de optimizar la velocidad con la configuración “verde” de los monoplazas y los oídos del espectador buscan la belleza de las nuevas melodías.

En unas carreras la vista estará acostumbrada a los horrorosos narizotes frontales y habrá olvidado por completo la sensación de lentitud. Siguen siendo los más rápidos y nadie puede negar que el estreno estuvo lleno de sorpresas para lo bueno y lo malo. En definitiva, otra fórmula que mejorará con el tiempo.

Fotos: Antena 3 F1 / Reuters / Getty Images