Ya con tres carreras disputadas de las 19 que conforman el calendario de la Fórmula Uno, la categoría reina llega este próximo fin de semana a China, donde se celebrará el 11º Gran Premio de aquel país. La cuarta fecha de la temporada 2014 será la tercera y última en suelo asiático antes de desembarcar en Europa, donde los coches serán epicentros de múltiples actualizaciones en todo su conjunto, gracias a la cercanía de las fábricas con los circuitos.

El equipo que llega como máximo candidato a Shanghai es Mercedes: la escudería alemana venció en las tres primeras carreras, donde además lideró todas y cada una de las 170 vueltas disputadas (algo que no ocurría desde 1992, cuando Williams con Nigel Mansell y Ricardo Patresse dominó enteramente las cinco primeras carreras), gracias al trabajo de dos pilotos que se encuentran sin dudas en su mejor momento personal dentro de la máxima categoría del motor: Nico Rosberg, líder del campeonato, que realizó una excelente cosecha de puntos en Australia (1º), Malasia (2º) y Baréin (2º), que le han permitido situarse en la cima del mundial de pilotos con 61 puntos y Lewis Hamilton, que tras haber comenzado con un abandono en Melbourne, logró cosechar todos los puntos en juego gracias a sus últimas dos victorias que lo dejan a solo once puntos de su compañero de equipo.

Ambos ya han vencido en China: Rosberg logró aquí su primer triunfo en 2012, mientras que Hamilton venció en dos oportunidades (2008 y 2011) cuando era piloto de Mclaren. Tras lo visto en Sakhir, se espera que nuevamente se reedite la lucha entre ambos pilotos, buscando cada uno quedar lo más adelante posible en el campeonato para cuando las decisiones de equipo tomen protagonismo.

Para el resto, las aspiraciones son las mismas: poder acercarse aunque sea un poco al potencial del W05 y así darle pelea. De ellos, el equipo que parece como más firme es Red Bull, que con Daniel Ricciardo (en Australia, aunque luego fue descalificado) y el campeón Sebastian Vettel (en Malasia) han sido los únicos con motores no Mercedes que se dieron el gusto de subir al podio. Si bien es cierto que el equipo austríaco no es el mismo que dominó a gusto y placer la temporada pasada, se encuentra en una posición en la que pocos (por no decir nadie) esperaban verlos, tras las desilusionantes pruebas de invierno. Tal es así que el conjunto campeón de los últimos tres certámenes de constructores es a priori el “mejor del resto”, con actuaciones como las de Baréin (remontando ambos coches desde la mitad de la parrilla) que dejan en claro que con el transcurrir de las carreras pueden convertirse en grandes rivales.

Los equipos que están dando una interesante imagen en este comienzo de campeonato han sido Force India, y en menor medida, Williams. El conjunto indio es nada menos que el escolta de Mercedes en el mundial de constructores, gracias a tres buenas actuaciones de Nico Hulkenberg (6° en Australia, 5° en Malasia y Baréin) y a la última de Sergio Perez (3° en Sakhir), con la que igualó el mejor resultado del equipo en carrera en toda su historia. En tanto, Williams todavía no ha podido mostrarse lo realmente competitivo que se mostró en las pruebas invernales, aunque ya se sitúa entre los cinco mejores equipos del torneo. Tanto la escudería de Villay Mallya como la de Frank Williams tendrán como objetivo en Shangai llegar al máximo de acuerdo a sus prestaciones, es decir, el tercer lugar.

La escudería que se apunta como la quinta mejor en cuanto a rendimiento hasta el momento es Mclaren. El equipo de Woking ha tenido un gran comienzo de temporada, ubicando a Jenson Button (2°) y al debutante Kevin Magnussen (3°) en el podio en Australia, pero ha ido decayendo su rendimiento, hasta el punto tal que en la última carrera ambos coches debieron abandonar. El conjunto inglés tiene en el rendimiento en carrera a su principal enemigo, que seguramente persistirá hasta la llegada a suelo europeo.

La gran decepción sin duda es Ferrari. Tal grande es el fiasco de la escudería italiana que desde este Gran Premio no cuenta más con los servicios de Stefano Domenicali, el director deportivo y cara del equipo desde 2008, y uno de los principales responsables de que Fernando Alonso no haya tenido un coche acorde a su nivel en toda su estancia en Maranello. Con la dimisión del italiano, se presume que lo que se viene es el comienzo de un gran cambio, buscando encontrar el rumbo perdido tras la increíble pérdida del mundial de 2010. Para esta misión, la cúpula ferrarista ha designado a Marco Mattiacci, un importante hombre de negocios de la compañía que logró impulsar la marca por todo Sudamérica y oriente, antes de recalar en Estados Unidos, donde fue el CEO de la marca hasta esta designación.

Por lo pronto, no se deberá esperar mucho de la F14 T, una máquina que decididamente “nació mal” y que hasta la llegada al Circuit de Catalunya no sufrirá demasiados cambios, por lo que Fernando Alonso difícilmente pueda repetir lo hecho el año pasado aquí, cuando se llevó los 25 puntos triufantes.

Desde la tercera parte del pelotón, Toro Rosso buscará continuar con la suma de puntos que se cortó en Baréin, y que hilvanaba dos presencias entre los diez del debutante Daniil Kvyat y una de Jean-Eríc Vergne. Un escalón más abajo se encuentra Sauber, que aún no ha podido conseguir puntuar este año, gracias al pobre rendimiento del C33 que comandan Adrián Sutil y Esteban Gutierrez.

Por último, de los tres equipos del fondo, Lotus buscará en Shangai seguir con su lenta mejoría, teniendo como objetivo aproximarse a Sauber y Toro Rosso, mientras que Caterham y Marussia continuarán luchando entre sí para no ser el último de la parrilla.

El circuito

El trazado de Shanghai fue ideado por el renombrado arquitecto alemán Hermann Tilke, que usó los terrenos pantanosos de la zona de Jiading para dar forma a este monstruo arquitectónico de 5451 metros de longitud inaugurado en 2004. Entre sus particularidades, cabe mencionar la majestuosa tribuna situada en la recta de meta, con capacidad para 29.000 espectadores y que permite ver el 80% del circuito, siendo el doble de alta que el edificio de boxes. Otro rasgo característico de aquí es justamente el dibujo de la pista, que evoca la figura del carácter chino shang (上), que significa “ascendente”, y que además se encuentra en la palabra Shanghai en la lengua natal.

La pista también cuenta con el famoso símbolo del ying y el yang visto desde el cielo, en lo que son la combinación de las curvas 1 y 2. Estas generan un primer sector casi idéntico al visto en el circuito de Sepang en Malasia, que también inicia su recorrido con una cerrada curva a la derecha que luego termina en un giro (también a baja velocidad) a izquierda. En todo el recorrido se pueden apreciar un total de 16 curvas: nueve a la derecha y seis a la izquierda, con predominio de los giros lentos, por lo que será fundamental el trabajo de los frenos y la tracción.

En total, un 55% del giro se pisa el acelerador a fondo y un 14% el freno, en una pista donde el desgaste de los mismos será el mayor de toda la temporada.

Con respecto a la posibilidad de adelantamientos, serán dos las zonas DRS: la primera se situará en la recta más larga del calendario, ubicada entre las curvas 13 y 14, de nada menos que 1.170 metros de extensión. De ellos, la última mitad será la habilitada para el uso del alerón trasero móvil, cuyo punto de detección será entre las curvas 11 y 12. La revancha para el piloto superado en aquella zona tendrá lugar solo dos curvas después en la recta principal, teniendo el punto de detección saliendo de la curva 14, más exactamente entre la 15 y la 16, por lo que será fundamental un buen rebufo tras ser superado en la primer zona de activación.

Sobre la configuración del coche, al ser un circuito donde predominan las curvas lentas por sobre las rectas largas, la carga aerodinámica será de media a alta. Sin embargo, el punto de superación más claro se encuentra al final de la extensa recta de más de un kilómetro, por lo que deberán equilibrar el coche para que también puedan tener una buena velocidad al final de recta que les permita adelantar a su rival. La ventaja de contar con una carga aerodinámica alta está en poder recorrer sectores de curvas rápidas (como el de las 7 y 8) con el mayor agarre posible, aunque esto sea perjudicial para el neumático.

En total, un 55% del giro se pisa el acelerador a fondo y un 14% el freno, en una pista donde el desgaste de los mismos será el mayor de toda la temporada. Además, la vuelta se completa en casi un 80% en curva, por lo que la correcta carga aerodinámica y dirección serán vitales.

El domingo los pilotos recorrerán 54 veces el trazado de más de 5 km, completando una distancia total de 305,066 Km. La velocidad media se sitúa en los 189 Km/h, siendo el sector más veloz el de la mencionada recta situada entre las curvas 13 y 14, donde se llega a los 310 Km/h.

Los grandes dominadores en tierras chinas son Fernando Alonso y Lewis Hamilton, ambos con dos victorias, mientras que en poles positions, son de nuevo Lewis Hamilton y Sebastian Vettel los líderes en este apartado con 3 respectivamente. El record de vuelta sigue siendo el mismo desde la primera edición (2004), cuando el alemán Michael Schumacher marcó 1:32:238, en la época de los motores V10.

Por último, el comisario-piloto de la prueba será Adrián Fernandez, el ex piloto de CART, IRL y demás categorías que el año pasado había sido el manager de Sergio Perez. El mexicano será el primero de los cuatro ex pilotos escogidos este año que nunca disputó una carrera de Fórmula Uno en su vida, un dato que no deja de llamar la atención.

Neumáticos

Los compuestos escogidos por Pirelli para la cuarta exigencia del año serán los mismos que se utilizaron en Australia y Baréin: los blandos (amarillo) y medios (blanco), estos últimos como los principales referentes de cara a la carrera, mientras que los de banda blanca serán los option. Una de las claves para la elección ha sido el acostumbramiento de los equipos a este dúo, que permite ir perfeccionando las estrategias.

Como ya hemos adelantado, el ir un 80% de la vuelta con el volante girado hace que la exigencia de los neumáticos tome una connotación superior. Ante esto, los equipos tendrán en el compuesto extra dado por la firma italiana para la última tanda de clasificación el elemento que les permita aprovechar en su totalidad esas zonas “en curva”, en busca del tiempo más rápido.

Las fuerzas en zonas como las frenadas (donde con el nuevo sistema de frenos “by wire” los coches llegan a 4G) y las curvas veloces (de 3,8G) son dos puntos importantes en los que el desgaste hará mella. Estará en los equipos administrar lo mejor posible los compuestos, siempre teniendo como obligación usar ambos neumáticos, excepto en clima lluvioso.

Clima

El clima durante este fin de semana en la zona de Jiading no es el más auspicioso: al igual que en las tres anteriores carreras, se estima que la lluvia sea uno de los protagonistas del Gran Premio. Su accionar comenzaría el viernes por la noche, por lo que las primeras dos prácticas libres serían bajo piso seco, con temperaturas que rondarán entre los 14° y 21° C. Para el sábado, existe una probabilidad de un 55% de que haya precipitaciones en plena actividad, por lo que tanto la Práctica libre 3 como la Clasificación serían bajo piso mojado, con temperaturas de entre 14° y 16° C. Por último, el domingo nuevamente la lluvia se hará presente, habiendo un 51% de que se haga efectiva. Las temperaturas para la jornada dominical estarán por los 14° C, lejos de los calores sufridos en las últimas dos fechas, aunque la humedad será de 77%, un valor para nada despreciable.

Horarios

Fotos: f1.com, Getty Images, Accuweather,com, Pirelli, Antena 3