En un inicio complicado de temporada, con sólo los cuatro puntos del octavo puesto de Australia y tres abandonos como lastre, Jean-Éric Vergne llega al Gran Premio de Mónaco, lo más cercano para él a "Gran Premio de casa", en una situación complicada. Con un coche que es más competitivo de lo que muchos esperaban en pretemporada y con un joven debutante llamado Daniil Kvyat logrando mejores resultados, Vergne debe conseguir puntos.

Al ser cuestionado sobre sus pobres resultados, el francés ha querido achacarlo al infortunio: "Sí, he tenido muy mala suerte desde el inicio de la temporada. Salvo en Melbourne, que quedé octavo y logré unos buenos puntos, he estado siempre en posición de acabar entre los diez primeros, pero no terminaba las carreras. Pero claro, esto es el deporte. Sólo queda seguir sonriendo y esperar que la mala suerte se vaya".

De cara a este fin de semana, Vergne es optimista, ya que considera que Mónaco es diferente al resto: "Tenemos un buen coche y si consigo acabar la carrera puedo hacerlo en una buena posición. Esperemos tener mejor suerte que en las carreras precedentes y dar lo mejor de mí mismo en el Gran Premio de Mónaco. Es un circuito especial. Cuando llegas el primer día aquí, ves los muros muy cerca, pero cuando te montas en el coche los ves aún más cerca y quieres evitarlos a toda costa. Es importante incluso los primeros libres, para coger confianza con el trazado de cara al resto del fin de semana".

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