Desde que comenzamos esta sección en VAVEL.com, hemos explicado la función de diversos componentes técnicos y mecánicos de los monoplazas de Fórmula 1. En esta ocasión, vamos a centrarnos en el piloto y en su seguridad, algo que durante los últimos años ha sido el aspecto más importante en las carreras. Por eso, desde la Guía Técnica de Fórmula 1 VAVEL.com vamos a hablar en esta ocasión del equipamiento de los pilotos.

Hace 64 años, cuando este deporte daba sus primeros pasos, los pilotos de Fórmula 1 únicamente llevaban un casco de cuero cuya protección ante un accidente era dudosa, unas gafas para proteger sus ojos, un calzado cómodo, que por supuesto elegían ellos, unos guantes de la época y un “mono” que obviamente no era ignífugo. Lo más precavidos incluso llevaban un pañuelo en el cuello para evitar coger un desagradable catarro durante la carrera.

Tras 905 carreras y 46 pilotos fallecidos durante las 64 temporadas que la Fórmula 1 lleva presente en nuestras vidas, la FIA ha modificado el reglamento sobre la equipación de los pilotos numerosas veces, y ahora los pilotos van protegidos por un total de 9 elementos diseñados específicamente para cada piloto y para protegerlo en caso de un grave accidente. En este capítulo de la guía técnica vamos a hablar de cada uno de ellos.

CASCO

Es el elemento más importante de todos los que protegen a un piloto, ya que es el encargado de proteger la cabeza del piloto. En la década de los 50, el casco era un simple gorro de cuero –que algunos pilotos incluso ni utilizaban- hasta que fue sustituido por un casco de cartón en la década de los 60. En 1968 llegó a la Fórmula 1 el primer casco integral de fibra de vidrio que era mucho más seguro pero también mucho más pesado: pesaba alrededor de 3 kilogramos.

Unos de los cambios más importantes en la industria de los cascos se produjo tras el accidente en el que murió Tom Pryce en el Gran Premio de Sudáfrica de 1977, después de que un comisario que cruzaba la pista para socorrer a otro piloto fuese atropellado por Tom Pryce con la mala suerte de que el extintor del comisario golpease en la cabeza del piloto inglés y muriese en el acto debido al golpe en la cabeza, lo que demostraba que los nuevos cascos de fibra de vidrio no eran tan seguros como se creía.

Debido a este accidente, en 1980 nació el Tricomp, un casco compuesto por una aleación de fibra de carbono, fibra de vidrio y otros diversos polímeros. También se desarrollo la visera, hasta el punto de que soportase un impacto de una piedra a 500 kilómetros por hora y se creo una capa interna de nomex y un acolchado de poliestileno para reforzar aún más la protección de la cabeza del piloto. Además se incorporaron los tapones para los oídos y un micrófono especial para hablar con los ingenieros. El casco había pasado de ser inseguro y pesar 3 kilogramos, a proteger satisfactoriamente la cabeza del piloto y pesar 1,5 kilogramos.

Fue con el Tricomp también cuando los pilotos comenzaron a pintar y diseñar sus cascos y cuando los patrocinadores vieron la oportunidad perfecta para estampar su logo en el casco de su piloto. También fue en esta época cuando se comenzó a estudiar el casco en los túneles del viento para ganar unas décimas reduciendo su resistencia al aire.

Ya en el siglo XXI, la marca alemana de cascos Schuberth diseñó para Michael Schumacher y Ralf Schumacher el Schuberth RF 1.5, de unos 15.000 euros de precio y compuesto por múltiples capas de fibra de carbono. Pero el precio valía la pena, ya que el casco era capaz de soportar la presión de un tanque pasando por encima de él sin deformarse -como se puede ver en la foto- y soportaba el impacto de una bala a más de 700 km/h sin producir ningún daño en el casco.

Actualmente los cascos son prácticamente indestructibles, y eso que tan sólo pesan 1,25 kilogramos. Además, son mucho más duros y flexibles que sus antecesores, y es que la flexibilidad de los componentes del casco es vital para absorber la fuerza de los impactos de gran fuerza.

Los cascos actuales están compuestos por materiales de última tecnología, como son la fibra de carbono y las mezclas de resina. Además, poseen una capa de gran dureza compuesta por el mismo material que los chalecos antibalas. La capa de fuera es de poliestireno, deformable y cubierto de un material resistente al fuego.

La visera de los cascos está compuesta de policarbonato especial, de colores claros para que permita una perfecta visibilidad y por supuesto, también es resistente al fuego. Además, las viseras llevan adhesivos transparentes que se pueden quitar para que la suciedad no impida ver a los pilotos. Además de estos adhesivos, los pilotos tienen una gran variedad de color en las viseras, más oscuras cuando brilla el sol y más claras cuando no lo hace.

Los ingenieros también se preocupan cada vez más por la aerodinámica del casco, ya que al estar ubicado debajo de la chimenea por la que entra el aire para ventilar el motor, tratan de desviar el aire del casco hacia la toma de aire. Además, el casco también debe proporcionar ventilación para el piloto, así que en distintas zonas del casco se ubican pequeñas tomas de aire con filtros para que no entre suciedad.

Además, en las últimas décadas se ha incorporado otro elemento de seguridad para proteger el cuello de los pilotos tras un impacto. Este novedoso elemento es el HANS.

HANS

El HANS (Head And Neck Support) es el encargado de proteger el cuello y la cabeza del piloto cuando tienen un accidente y sufren una gran desaceleración. Cuando esto sucede, el cuello sufre el “efecto látigo” que se produce cuando el cuello y la cabeza se mueven violentamente mientras que el cuerpo permanece inmóvil debido a la sujeción de de los distintos arneses del monoplaza. Gracias al HANS la cabeza del piloto permanece al igual que el cuerpo, prácticamente inmóvil.

El HANS utilizado en la Fórmula 1 consta de una especie de collar realizado de fibra de carbono que se sujeta al casco mediante unos anclajes. Fue inventado a mediados de la década de los 80 por el profesor de biomecánica de la Universidad de Michigan, Robert Hubbard, tras ver la muerte de su amigo Patrick Jacquemart en una sesión de entrenamientos libres en el circuito de Mid-Ohio y a partir del año 2003, comenzó a ser obligatorio en la Fórmula 1, aunque ya se usaba en la Fórmula 1 en el año 1990 a raíz del accidente de Mika Hakkinen en Australia en el que el piloto finlandés se fracturó el cráneo y estuvo a punto de perder la vida.

Tras reducir su tamaño para que cupiese en el pequeño habitáculo de los monoplazas de Fórmula 1, se hicieron unas pruebas, en las que se demostró que el movimiento de la cabeza se reducía un 44%, la fuerza aplicada al cuello un 86 y la aceleración que sufría la cabeza era un 68% menor. Actualmente, el HANS se ha convertido en un elemento esencial para la protección y la seguridad de los pilotos cuando están dentro de su monoplaza.

MONO

Al igual que los cascos, el mono ha evolucionado espectacularmente con el paso de los años. En los primeros años de la Fórmula 1, los pilotos ni si quiera lo usaban, ya que una camiseta de manga corta era mucho más cómoda. Años después fue sustituido por los monos de algodón, cuya seguridad protección para el piloto seguía siendo ínfima.

No fue hasta los años setenta cuando apareció por primera vez el nomex. Este elemento consiste en una serie de fibras que tras ser tratadas químicamente son capaces de soportar las llamas durante un tiempo determinado, evitando que el piloto sufra quemaduras. Actualmente los monos de todos los pilotos de Fórmula 1 están compuestos de múltiples capas de una tela especial plástica llamada Aramid, y deben soportar por reglamento hasta 11 segundos bajo las llamas, a una temperatura de 800ºC sin sufrir un solo rasguño y sin superar los 41ºC de temperatura en su interior. Este es el tiempo que la FIA estima que un piloto podría necesitar para salir del coche en caso de incendio. Además del mono, también deben ser de un material ignífugo todos los bordados de los patrocinadores que lleve la prenda.

También se ha avanzado mucho en términos de comodidad. Los monos de hoy en día están hechos de tal forma que el piloto prácticamente ni los siente, siendo también transpirables, lo que ayuda a los pilotos a no deshidratarse durante la carrera. También se intentan evitar las costuras, siendo planas cuando son inevitables, para que el piloto no sufra incómodas rozaduras con el paso de las vueltas. Por supuesto, el hilo que se utiliza para coser estas costuras también es ignífugo.

Además, desde mediados de los años noventa, se obligó a los pilotos a llevar ropa interior ignífuga que tape en su totalidad brazos y piernas para evitar que en caso de que el mono no soporte esos 11 segundos a 800ºC, tenga otra capa más de protección para su cuerpo. La ropa interior ignífuga es un conjunto de cuatro piezas ignífugas compuestas de nomes y kevlar: camiseta de manga larga, pantalones y calcetines y el sotocasco.

El sotocasco cubre completamente la cabeza y el cuello del piloto, dejando al descubierto únicamente sus ojos. Además, debe estar diseñado de tal forma que cuando los pilotos giren la cabeza –aunque el HANS apenas se lo permita-, el sotocasco no debe dejar al descubierto el cuello. Está compuesto de un tejido de nomex y kevlar, ambos tejidos resistentes al fuego de la familia de los nylon.

BOTAS Y GUANTES

Las botas de los pilotos de Fórmula 1 tienen una gran importancia ya que son los elementos que están en contacto directo con el acelerador y el freno y además tienen la responsabilidad de proteger los pies del piloto cuando se sube al Fórmula 1.

Al igual que los demás elementos de seguridad del piloto, están compuestos por nomex, muy ligero y resistente a las llamas. Además, también deben de ser resistentes a la humedad, a las altas temperaturas del cockpit, al sudor y al agua. Es por esto, que las botas de los pilotos, así como la de los demás miembros del equipo que están presentes en el box, se fabriquen en laboratorios para facilitarla adaptabilidad de las botas a los pies.

Pisar los pedales con comodidad y no sufrir contratiempos en los pies es fundamental para que el piloto se mantenga concentrado mientras conduce su monoplaza, y además deben ofrecer un tacto “natural” con los pedales por lo que la suela de las botas ha de ser rígida pero a la vez lo más fina posible para que entre el pie del piloto y el pedal haya la mayor sensibilidad posible

Las botas de los pilotos de Fórmula 1 son ligeras, tanto que su peso no supera los 225 gramos. Son cómodas y con un tacto “natural” para los pedales debido a la suela tan delgada y hecha de goma para permitir el tacto natural y el correcto agarre al pedal. Son flexibles pero rígidas, para que además de ajustarse al movimiento del pie del piloto, se tiene que garantizar la rigidez de los materiales del calzado ya que no se puede comprometer la estructura de la bota. Por supuesto, son ignífugas, ya que resisten 850ºC de temperatura durante 11 segundos. Son transpirables y respirables, ya que cuentan con una membrana para evitar que entre el agua y una fina barrera formada por 1.400 millones de poros por centímetro cuadrado que impide el contacto entre la suela del pie y el agua o sudor desprendido por el pie. Además, están hechas a medida, ya que se crean unos moldes de los pies del piloto a partir de los cuales se fabrican las botas para que se ajusten perfectamente al pie del piloto.

En conclusión, las botas son un elemento de gran importancia del que apenas se conocen sus características, a pesar de que estas son de la última tecnología, al igual que las de todos los elementos de seguridad de un piloto de Fórmula 1.

Los guantes de los pilotos de Fórmula 1, al igual que los demás elementos de seguridad, son ignífugos gracias a la mezcla que ya conocemos de nomex y kevlar. Además, los guantes están hechos a medida, ya que las manos del piloto son la parte más importante debido a que son las que están en contacto con el volante. Es por esto que la capa de los guantes que está en contacto con el volante debe agarrarse lo mejor posible para que el piloto se sienta cómodo y tenga confianza.

Esperamos que hayáis aprendido más sobre este fantástico deporte gracias a este nuevo capítulo de la Guía Técnica de Fórmula 1 VAVEL.com y os esperamos en los próximos capítulos con más información sobre los elementos técnicos y mecánicos que forman parte del gran circo de la Fórmula 1.

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Sobre el autor
Ignacio Del Valle Cano
Redactor de Fórmula 1 en VAVEL.com. Piloto de karting en el Club Fórmula Karting Granada.