Un hogar para los valientes. Un circuito para la audacia. El 'Gran Circo' aterriza este fin de semana en Hockenheim, la que fue casa de Michael Schumacher durante muchos años antes del fin de una época dorada. Tras un año de sequía, debido a la alternancia con el Gran Premio de Nürburgring, la Fórmula Uno regresa a un trazado que ha dejado muchas imágenes grabadas en nuestras retinas.

Hockenheim ha sido también un circuito de épocas. Durante las últimas décadas se hicieron pequeñas modificaciones a la mezcla impresionante de largas rectas y curvas amplias. Pero el circuito conservó su carácter hasta el cambio de siglo, cuando se llevaron a cabo revisiones radicales. El viejo Hockenheimring no estuvo exento de limitaciones, con un trazado rápido y estrecho, y que no resultaba especialmente propicio para los adelantamientos.

El circuito del valle del Rin, que por entonces se extendía hasta los 6'8 kilómetros de longitud, se consideró demasiado largo. Y por el pequeño aforo que albergaba, acabó por ser prohibitivamente costoso. El circuito tenía que modernizarse y los responsables del mismo estaban en la encrucijada de actualizar la pista al tiempo que debían mantener las características por las que se había llegado a definir como "el hogar favorito del piloto", un circuito emblemático en el que coche y piloto debían fusionarse para ascender al máximo cajón del podio.

2002 fue el año del cambio. Hora de la reinterpretación de un clásico. Las largas rectas boscosas desaparecieron del circuito, cuando la FIA alertó de su peligrosidad e instó a los coordinadores del evento a reducir su longitud de los 6'8 kilómetros de 2001 hasta los casi 4'6 actuales. El nuevo Hockenheim sólo conserva del antiguo -y más emblemático- la recta de meta, el último sector y el comienzo del primero.

El Hockenheim que era sinónimo de velocidad se transformó, pasando de ser un circuito sinónimo de velocidad a ser, a día de hoy, un trazado para la aerodinámica, donde priman las curvas cerradas. El 28 de julio de 2002, el nuevo circuito albergó su primer Gran Premio, con Michael Schumacher triunfando para Ferrari, en su primera victoria en Hockenheim. El heptacampeón alemán fue el primero en alabar los cambios, que ayudaron a marcar el comienzo de una nueva era para la pista.

En 2008, debido a un enorme desplome de la audencia, los organizadores decidieron alternar las sedes del Gran Premio de Alemania entre Nürburgring y Hockenheim, quedando para este último los años pares. Por este motivo, el 'Gran Circo' aterriza este fin de semana en un circuito talismán para Fernando Alonso, que se ha hecho con la victoria en el Hockenheimring hasta en tres ocasiones de las últimas cinco carreras disputadas en el trazado alemán. Un circuito idílico para el español, sin duda.

La primera victoria para él en Hockenheim llegó al volante del Renault R25, monoplaza con el que se proclamaría, carreras después, por primera vez campeón del Mundo de Pilotos. Ésto sería un precedente de lo que llegaría después, ya en Ferrari, equipo con el que ha conseguido la victoria en las dos últimas ediciones del Gran Premio, tanto en 2010 como en 2012.

Tres victorias que se resumen en una sola imagen. O mejor, en una sola frase: "Fernando is faster than you" ("Fernando es más rápido que tú"), fue lo que Rob Smedley le dijo a Massa por radio en la edición del Gran Premio de Alemania 2010. Esa carrera fue y será recordada por esa frase. La pregunta está en si el asturiano logrará una cuarta victoria en un circuito en el que sólo él y Lewis Hamilton son los dos únicos pilotos en activo en lograr la victoria. Sin embargo, en el caso del español, el F14-T no lo avala, sobre todo tratándose de un circuito tan completo para un monoplaza que no lo es tanto.

El Gran Premio de Alemania 2010 comenzaba con la mirada puesta en el cielo, en un circuito en la que la probabilidad de lluvia era bastante elevada. Sin embargo, finalmente el agua no hizo acto de presencia, y serían los pilotos los encargados de labrarse su propia posición al final de la jornada de sábado. En este sentido, a falta de unos minutos para el final de la sesión, sería Alonso, muy bien secundado por Felipe Massa, el que marcaba el mejor tiempo de la sesión. Pero una bala en la recámara de Sebastian Vettel le sirvió para hacerse con la pole por apenas dos milésimas en la que también es su casa. Vettel, Alonso y Massa cerraban pues, la primera línea de parrilla en los prolegómenos de una carrera que ya se intuía muy emocionante, pero que mejoró las espectativas.

La carrera llegó a su momento álgido con Felipe Massa al frente y con Fernando Alonso en la retaguardia. Los Ferrari dominaban la carrera con rotundidad, pero el lento ritmo del brasileño hacía peligrar el doblete. Fue entonces cuando Stefano Domenicalli (ex director deportivo de Ferrari) dio orden a Rob Smedley -que por entonces era el ingeniero de carrera de Felipe Massa en Ferrari- de que le comunicara una sola frase al brasileño: "Fernando es más rápido que tú". Ante eso, dos vueltas después, Massa se dejó pasar por su compañero de equipo, que veía la puerta abierta al triunfo en Alemania, pero que también se la abría al Mundial.

Decisión acertada. Antes de Alemania, Alonso contaba con 98 puntos y era quinto en el campeonato, con Hamilton como líder con 147. Al terminar el Gran Premio de Alemania, y tras las polémicas órdenes, el piloto español había reducido la distancia a 34. Desde aquella cita, Alonso y Ferrari protagonizaron una magnífica remontada hasta liderar el campeonato en Corea, para terminar perdiendo el título en Abu Dabi en la última cita de la temporada.

La decisión contó, sin embargo, con varios "peros" para Ferrari: el enfado del piloto brasileño, patente en las imágenes a la concluisión de la carrera, además de una multa de 100.000 dólares a abonar a la comisión de la FIA, que aplicó la sanción pertinente. Ello no impidió un gran mundial para los italianos que se quedaron a las puertas de un campeonato que se escapó en la última cita del año, y que habría sido el primero para Alonso con Ferrari, de haber impedido la victoria de Sebastian Vettel.

Bienvenidos a Hockenheim, un Gran Premio con una larga historia, y uno de los más longevos del calendario, pero con un nuevo capítulo por escribir. Ferrari no ofrece ninguna garantía frente a un equipo como Mercedes, que cuenta con el segundo campeón en discordia en Hockenheim de todos los pilotos en activo y que pretende seguir agrandando su 'dictadura' en pos de un Mundial que ya parece que no se les escapa. Pero nunca conviene dar por descartado a Fernando Alonso.