La heredera de la antigua escudería Renault se postulaba, de cara a la temporada 2014, como uno de los protagonistas principales, papel que ya había ocupado en 2012 y 2013 de la mano de Kimi Räikkönen y de Romain Grosjean. Una nueva era comenzaba, además, bajo el impulso de su motorizador, Renault. La empresa automovilística francesa había amenazado con abandonar el Gran Circo si no se producía un cambio radical en cuanto a las características de los propulsores de los monoplazas de Fórmula 1, es decir, la implantación de los motores turbo.

En las quinielas, por tanto, Lotus figuraba como una gran candidata a luchar por las victorias y, ¿por qué no?, por el título mundial. No obstante, a nadie se le escapa que Lotus era y es, junto a Red Bull, el principal equipo al que Renault suministra motores y, además, la heredera de la estructura del equipo campeón en 2005 y 2006. Incluso, los legendarios motores Renault turbo de los años 80, que tantos éxitos le habían reportado, situaban a la marca del rombo entre las favoritas para fabricar un gran propulsor.

Todo lo anterior no resultó ser más que papel mojado e ilusiones rotas. La pretemporada de Lotus se iniciaba, paradójicamente, con la ausencia de la escudería de Enstone. Incapaz de situar un monoplaza en la pista en los primeros ensayos de pretemporada, las sensaciones no fueron buenas desde el inicio. A ello se sumaron los numerosos problemas de fiabilidad mostrados en Jerez relacionados con el motor. Todos los equipos motorizados por Renault, desde la omnipotente Red Bull hasta la humilde Caterham, apenas pudieron probar sus nuevos diseños.

La presentación del E22 causó furor entre los seguidores de la Fórmula 1 debido a su atrevido y arriesgado diseño, con un morro de morsa asimétrico que rememoraba al del Williams de la temporada 2004. Pronto se demostró que la cuidada aerodinámica del Lotus iba a ser incapaz de rayar a un gran nivel en competición.

Todo son problemas

El golpe ha sido duro para Lotus, que ha visto cómo ha pasado de competir de tú a tú contra Mercedes o Ferrari a hacerlo contra los Sauber. La temporada 2014 ha sido un gran paso atrás en la historia de la escudería de Enstone, que ha pasado a ocupar la parte inferior de la tabla. Los motivos son claros: falta de potencia en todos los ámbitos tanto del motor como de la central electrónica y la unidad de potencia. Especialmente deficientes son sus prestaciones tanto en velocidad punta como en tracción, lo que convierte al E22 en un monoplaza fácil de adelantar y lento al hacerlo. Se puede decir que Romain Grosjean y Pastor Maldonado parten siempre con desventaja respecto a sus competidores.

Los escasos ocho puntos recolectados por la escudería inglesa son más fácilmente comprensibles si se tiene en cuenta que sólo han podido disputar dos Q3. En ambas, en China y en Mónaco, fue el piloto francés el que superó las dos fases de clasificación previas. Mientras, su compañero venezolano no sólo ha sido incapaz de estar entre los diez pilotos más rápidos de un sábado, sino que es, junto con Marcus Ericsson, el peor clasificador de toda la parrilla, partiendo hasta en cuatro ocasiones desde la última posición; si bien Pastor no ha tenido la culpa en estas ocasiones, sino la nula fiabilidad de su monoplaza, habiendo sufrido innumerables averías en lo que va de temporada.

Sólo en el 9 % de las ocasiones, Lotus ha colocado a un monoplaza en la Q3, idéntico porcentaje al de veces que han logrado puntuar

En resumidas cuentas, Lotus ha colocado uno de sus monoplazas en la Q3 en el 9% de las ocasiones, mientras que en el 41% no ha pasado de la Q1. Esto quiere decir que el 50% de sus participaciones se saldan con posiciones de partida comprendidas entre la undécima y la decimosexta. A su vez, también el 9% de sus participaciones en carrera se han saldado con puntos, consiguiendo las mencionadas ocho unidades.

Romain Grosjean: freno a su evolución

El francés acabó la temporada 2013 demostrando un gran nivel de pilotaje, con cuatro podios, y un alto nivel de madurez, alejado ya de las maniobras arriesgadas que tan mala fama le han causado entre sus colegas de oficio. El presente año se presentaba, pues, como el de la confirmación de la madurez de Romain: un piloto maduro que estaba preparado para suceder a Jean Alesi como último ganador francés en la Fórmula 1, 19 años después.

No se podía imaginar que el equipo que le repescó en 2012 y que le dio la oportunidad de lograr sus primeros podios iba a ser el que cortara en seco su prometedora trayectoria. De lograr dos podios y puntuar en cinco carreras la temporada pasada a estas alturas, ha pasado a conseguir dos octavos puestos en España y en Mónaco como mejores resultados.

Foto: Eurosport.

De ser un piloto agresivo y espectacular, aunque muy arriesgado, ha pasado a ser un piloto intrascendente que no aporta espectáculo ni grandes actuaciones como consecuencia del pobre monoplaza que le proporcionan. No obstante, es la “cara”, si es que la hay, de Lotus en esta temporada, ya que sus ocho puntos son los únicos de su escudería.

Pastor Maldonado: la mala suerte le persigue

El piloto venezolano abandonó la escudería Williams entre acusaciones de falta de rendimiento y hastiado de los malos resultados de la escudería de Grove. Toda vez que se confirmó su no continuidad en el equipo de sir Frank, la mejor vacante era la dejada por Kimi Räikkönen en Lotus para marchar a Ferrari. Una escuadra capaz de conseguir victorias y ser una asidua visitante del podio era un caramelo demasiado dulce como para dejarlo escapar.

Ayudado, qué duda cabe, por el patrocinio y los petrodólares de PDVSA, Petróleos de Venezuela S.A., no le fue muy complicado convertirse en el compañero de Romain Grosjean. Su objetivo se había cumplido: abandonar una escudería en horas muy bajas y llegar a una que estaba en pleno auge. ¿Quién le iba a decir a Pastor que sus sueños iban a seguir siendo pesadillas? El venezolano, sin saberlo, había abandonado una escudería que iba a vivir su mejor temporada desde 2004 en cuanto a competitividad, dejando de lado el oasis de la victoria en el Gran Premio de España de 2012 que él mismo había conseguido.

El calvario de Pastor Maldonado no tiene parangón en este 2014. Como Romain, un piloto agresivo y espectacular, aunque también polémico en sus actuaciones, ha devenido en un hombre anodino que se arrastra por la pista sin motivación ni competitividad. Incapaz de pasar a la Q3 en ninguna ocasión, es el piloto que más averías ha sufrido en el transcurso de las clasificaciones y de las carreras. El piloto latinoamericano acumula hasta ocho averías entre sábados y domingos que han causado su baja en clasificación y en carrera.

Los datos hablan por sí mismos. Sus mejores clasificaciones han sido dos decimoquintos puestos obtenidos en Mónaco y en Reino Unido. Sus carreras no han sido mejores: dos duodécimos lugares en Austria y en Alemania. Lejos quedan sus aspiraciones de volver a la senda de la victoria que se abrió para él en España 2012.

Mejorar hasta el final de temporada

La horrenda temporada que está viviendo la escudería de Enstone ha hecho que rompa todos los vínculos con el pasado glorioso de Renault y, para 2015, pasará a comprar los motores a Mercedes, que es, sin duda, el mejor motor de la temporada 2014 y todo hace pensar que no tendrá una pérdida de competitividad de cara al año próximo. A su vez, Lotus se ha apresurado a confirmar la continuidad de Pastor Maldonado, no así la de Romain Grosjean, a pesar de su pésima temporada, culpa, en gran parte, de las continuas y numerosas averías en su monoplaza.

La segunda parte del campeonato será un gran reto para Lotus en el que luchará por escalar puestos en el Mundial de Constructores y pisar un podio, algo que ha hecho desde 2012, cuando volvió a la competición ya independizada de Renault. No obstante, se antoja como una quimera a juzgar por la escasa evolución demostrada desde Australia y las limitaciones de los motores Renault.