Fernando Alonso ha vivido hoy en Bélgica una de las carreras más complicadas del Mundial de Fórmula 1 2014. El piloto de Ferrari, que partía en la cuarta posición, no pudo luchar por los puestos de cabeza y cruzó la línea de meta en octava posición, un lugar quizá injusto a tenor del ritmo demostrado en buena parte de la carrera.

Sin embargo, los problemas han afectado al asturiano incluso antes de comenzar la carrera. Unos segundos antes de empezar la vuelta de formación, Alonso vio cómo su Ferrari no arrancó, lo que obligó a los mecánicos a instalarle una nueva batería y, peor aún, a ser sancionado por el incumplimiento de la normativa: "El coche no se ponía en marcha, estaba como sin corriente y han tenido que ponerle una batería extra. Si arranca el coche, habríamos hecho podio con facilidad", declaró el español tras la carrera.

Pero los problemas no terminaron ahí para Fernando Alonso, que también sufrió con el KERS y con el flujo de gasolina. "El Kers no funcionaba y hemos tenido problemas todo el fin de semana con el flujo de gasolina. Hemos ido bien todo el fin de semana, de hecho el otro coche ha luchado por el podio hasta el final. Pero la verdad es que no ha salido nada a derechas: en la arrancada el coche no arrancaba, luego la sanción, la falta de potencia ... no podíamos pasar a nadie", señaló el asturiano.

Tras el octavo puesto conseguido en el circuito de Spa-Francorchamps, Fernando Alonso ve cómo se aleja su objetivo para esta temporada: la tercera posición del Mundial de pilotos. Daniel Ricciardo suma 156 puntos, mientras que Alonso suma 119, por lo que la diferencia entre ambos pilotos es de 17 puntos.