La Fórmula 1 no se entiende sin Ferrari. La escudería italiana ha escrito las páginas más brillantes de la historia de este deporte convirtiéndose en el equipo más laureado. Récord de carreras disputadas, de victorias conseguidas, de títulos de pilotos y de constructores… Sin embargo, la Scuderia Ferrari también ha vivido momentos complicados, travesías por el desierto hasta volver a encontrar el camino de los triunfos.

En el circuito de Suzuka, en el año 2000, finalizó la mayor sequía de títulos de la escudería italiana. El protagonista de volver a colocar a Ferrari en el primer lugar de la Fórmula 1 no podría ser otro que Michael Schumacher, el piloto que más brillo ha dado al ‘Cavallino Rampante’. El piloto alemán consiguió la victoria en el Gran Premio de Japón, permitiendo sumar su tercer título mundial y el primero de Ferrari tras 21 años, cuando Jody Scheckter logró su único campeonato del mundo.

Michael Schumacher llegó al trazado japonés en la primera posición del Mundial de pilotos, y con una victoria se proclamaría tricampeón del mundo. Su principal rival en el campeonato era el finlandés Mikka Häkkinen, que buscaba el tercer título de manera consecutiva. Durante todo el año, Ferrari y McLaren libraron una preciosa batalla, pero el piloto alemán llegó a la cita asiática con siete victorias en su casillero por cuatro de su rival, lo que le colocaba en situación propicia para salir de Japón convertido en campeón del mundo.

El ‘Káiser’ estaba dispuesto a sentenciar el campeonato en el circuito nipón, dominando ya desde los primeros entrenamientos. En la lucha por la ‘pole position’, la balanza cayó del lado germano, que consiguió el primer lugar de la parrilla de salida. El finlandés, tras protagonizar un duelo espectacular, tuvo que conformarse con la segunda posición, quedándose tan sólo a 193 milésimas. El compañero del piloto nórdico, David Coulthard, partiría desde la tercera posición. La segunda fila la completó el otro monoplaza Ferrari, pilotado por el brasileño Rubens Barrichello.

También destacó la posición de salida de un jovencísimo Jenson Button, que a sus 20 años logró el quinto mejor tiempo en la sesión de calificación. Con Fernando Alonso como piloto probador en el equipo Minardi, la carrera japonesa contó con la presencia de dos españoles: Pedro de la Rosa y Marc Gené. El primero, al volante del Arrows, logró calificar en la 13ª plaza, mientras que su compatriota logró 22º mejor tiempo con el Minardi.

Así, las espadas estaban en todo lo alto para el domingo, donde se preveía una nueva batalla entre el alemán y el finlandés, entre Ferrari y McLaren. En la salida, Häkkinen adelantó a Schumacher antes de llegar a la primera curva. En ese momento, los dos monoplazas comenzaron a marcharse del resto de pilotos, y comenzó la batalla. El finés mantuvo una ventaja siempre superior al segundo en las primeras vueltas, lo que le permitió afrontarlas con relativa comodidad. En el undécimo giro, la diferencia aumentó hasta los dos segundos, y dio la sensación de que el Ferrari no podía con el McLaren, pues la ventaja siguió aumentando paulatinamente con el paso de las vueltas.

Häkkinen entró antes que su rival a realizar la primera parada en boxes. Los mecánicos realizaron su trabajo a la perfección y el finlandés mantuvo la posición con Schumacher tras la parada del alemán, que fue más lenta que la del piloto de McLaren y perdió seis décimas más. Sin embargo, el alemán comenzó a rodar a un ritmo espectacular, lo que unido a un error del finlandés le permitió recortar la distancia con su rival.

En la vuelta 33, tan sólo nueve décimas separaban a ambos monoplazas, y el piloto teutón siguió rodando ligeramente más rápido que su rival. Pero el finlandés no se rindió y logró de nuevo aumentar la ventaja hasta 1,3 segundos. El alemán volvió a la carga y rebajó cinco segundos en apenas dos vueltas, pero donde le ganó la partida fue en la segunda parada en boxes. Ferrari realizó un ‘pit stop’ rapidísimo y permitió a Schumacher salir de boxes por delante de Häkkinen con una ventaja de cuatro segundos, por lo que la estrategia de la escudería italiana había salido a la perfección.

La lluvia hizo acto de presencia en las últimas vueltas, y la ventaja con la que contaba el piloto germano le permitió disminuir ligeramente el ritmo, lo que provocó que el finlandés se acercara de nuevo. Pero la carrera ya estaba controlada por el alemán, que vio la bandera a cuadros y se proclamó tricampeón del mundo. En cuanto a la actuación española, Pedro de la Rosa terminó en la 12ª posición, mientras que Marc Gené tuvo que retirarse por problemas en el motor de su monoplaza.

Foto: Clive Mason | ALLSPORT.

Con esta victoria, Michael Schumacher escribió una nueva página en su brillante carrera y permitió a Ferrari volver a conquistar el Mundial de pilotos, iniciando además una etapa gloriosa del piloto alemán y la escudería italiana.

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