Ha pasado ya más de una semana desde que Jules Bianchi sufriese un terrible accidente durante la disputa del Gran Premio de Japón 2014 y el mundo de la Fórmula Uno todavía sigue consternado acerca del estado físico del piloto francés de Marussia.

Los fallos de seguridad evidenciados tras el accidente de Bianchi han traído consigo un nuevo debate al mundo de la Fórmula Uno. La FIA, que ahora mismo tiene una investigación abierta del caso, explicaba el pasado viernes en una rueda de prensa que se había programado una reunión de cara al sábado con los jefes de equipo de todas las escuderías, donde se expondrián las medidas a tomar para que esta situación no se volviese a repetir.

La propuesta inicial que se discutió en dicha agrupación se basó en un sistema en el que, cuando se estén mostrando banderas amarillas, los pilotos deban reducir la velocidad a un tiempo "delta" específico en esa zona del circuito. El plan de la FIA tuvo pleno respaldo de los equipos, pero el principal incoveniente para implantarlo de manera inmediata es conseguir que el sistema funcione correctamente de forma segura.

Mientras, en una habitación del hospital de Yokaichi, Jules Bianchi sigue luchando en la carrera más importante que ha corrido hasta entonces en su carrera deportiva, hecho que ha reafirmado su padre Philippe Bianchi, en declaraciones a La Gazzetta Dello Sport: “La situación es desesperante. Cada vez que el teléfono suena, sabemos que puede ser del hospital para decirnos que Jules está muerto. Al principio me dijeron que las primeras 24 horas eran cruciales. Luego paso a ser las primeras 72 horas y aquí estamos todavía con Jules, que sigue luchando. Va a lograr dar la vuelta de calificación más importante de su vida. No va a renunciar, estoy seguro de eso. Lo puedo ver. Creo en él. Hablo con él. Sé que puede oírme. Sus médicos nos han dicho que esto ya es un milagro, nadie ha sobrevivido alguna vez un accidente tan grave. Pero Jules no se da por vencido. Su entrenador Andrea dice que si hay una persona que puede hacer que esto suceda, con su voluntad, es Jules”.

Sin embargo, la semana pasada, la publicación austríaca Sportwoche afirmaba que varios médicos de prestigio habían hablado con los padres de Bianchi para plantearles la posibilidad de apagar los sistemas de soporte de vida del piloto de la académia de Ferrari, decisión que por ahora la familia no se plantea tomar: "Es duro. En una semana la vida de esta familia ha sido destruida. ¿Qué estamos haciendo aquí? Vivir una pesadilla en un lugar muy lejos de casa. Pero cuando Jules se ponga un poco mejor quizás podamos trasladarlo, tal vez a Tokio y las cosas serán un poco más fáciles. Pero, ¿quién sabe cuándo sucederá? No hay certezas, sólo tenemos que esperar. Está muy grave, pero estable. Un día parece que un poco mejor, otros días son un poco peores. El daño causado por el accidente es muy grave, pero no sabemos cómo va a evolucionar".

Además, Philippe Bianchi quiso aprovechar para agradecer todas las muestras de apoyo que están recibiendo por parte de los aficionados y, sobre todo, los pilotos: "Nos tocó muy profundamente. Damos las gracias a cada uno de ellos. Muchos de ellos están en contacto, escribiéndome a mí. Alonso, Vergne, Massa han dado mensajes fuertes de ánimo. Hamilton me escribió un hermoso correo electrónico en el que dice que si hay algo que pueda hacer, él está allí. Valentino Rossi y Márquez de Moto GP también. Estamos seguros de que todo este amor, esta energía, Jules puede sentirla, al igual que Marussia y Ferrari”.

El sensor del oído de Jules Bianchi alcanzó 92 G en el momento del accidente I FOTO: Marca

A pesar del fuerte hermetismo por parte de la FIA por intentar salvaguardar los datos del informe confidencial de la Comisión de Seguridad de la Federación Mundial sobre el accidente de Jules Bianchi en Suzuka, hoy el diario Auto Motor und Sport ha publicado algunos números que hablan acerca de la magnitud del accidente de Bianchi y lo milagroso que resulta que el piloto francés aún se encuentre con vida en el hospital de Yokaichi.

Según está publicación alemana, el sensor del oído de Jules Bianchi, obligatorio esta temporada para en casos como este, poder obtener la FIA mejores y más fiables datos acerca del suceso, alcanzó un registro máximo de 92 G en el momento del accidente. Además, la grúa que transportaba el coche accidente de Adrián Sutil de 9 toneladas se levantó cinco metros en el aire, así como el monoplaza se detuvo en tan solo 5 metros.

En referencia al estado del coche tras el accidente, Auto Motor und Sport describe que el lado izquierdo desapareció tras el impacto, mientras que la barra estabilizadora se separó como un cuchillo. Por su parte, el protector de cuello que se instaló en las cabinas de los monoplazas tras el accidente de Alonso en Spa 2012, fue encontrado en el compartimiento del motor.

Además, el chasis presentaba una grieta en la pared delantera del área de la cabina, si bien la célula de seguridad se mantuvo intacta, hecho que demuestra que la Fórmula Uno ha avanzado de forma formidable en matería de seguridad en los últimos años.

Al igual que le ocurriese a la malograda María de Villota, también con Marussia, la mala suerte se ha cebado con el equipo ruso. La mala salida de pista dirigió al francés contra la grúa que estaba retirando el monoplaza de Adrian Sutil de la pista. El velo de invulnerabilidad del que se había rodeado la Fórmula 1 durante mucho tiempo, quedó al descubierto por una de las pocas rendijas que le quedan a la seguridad.

El Gran Premio de Japón de 2014 no será recordado por la octava victoria de la temporada para Lewis Hamilton ni por un nuevo doblete de Mercedes, ni siquiera por el anuncio de que Sebastian Vettel no continuará en Red Bull en 2015. El desgraciado accidente de Jules Bianchi restó toda importancia a todo lo deportivo y sólo quedó y queda un sentimiento entre los aficionados a la Fórmula 1: la preocupación verdadera por un piloto, por una persona. #ForzaJules

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