El asturiano apura, presumiblemente, sus últimos grandes premios en la escudería del Cavalino rampante sin que aún haya confirmado cuál será su casa a partir del 1 de enero de 2015. Mientras, la vida sigue y Fernando sigue centrado en su trabajo. En este caso, sobre el asfalto de Austin, del que ha destacado que ha sido diferente a años anteriores: “Posiblemente, las carreras que tuvieron hace unas semanas ayudaron a limpiar el trazado”. Algo que habría ayudado a mejorar el agarre, ya que el ovetense no reportó ningún problema grave.

Respecto a los neumáticos, la situación parece ser radicalmente de la vivida en Sochi, donde apenas sufrieron degradación: “El compuesto blando parece durar menos de lo esperado, pero somos conscientes de lo que puede cambiar el rendimiento de los neumáticos según evoluciona la pista”. Esta circunstancia abre un poco el abanico de posibilidades de estrategia para la carrera, ya que existe una alta probabilidad de que sea más rentable ir a dos paradas”.

El español finalizó sus declaraciones destacando el nuevo sistema que la FIA pretende instalar en los monoplazas para ralentizarlos cuando circulen por sectores con bandera amarilla. Se trata de la primera medida que se ha puesto en marcha en la Fórmula 1 tras el terrible accidente de Jules Bianchi en Suzuka, durante la disputa del Gran Premio de Japón. “Hoy probamos el sistema virtual del coche de seguridad”, algo que ha ido “bien”, aunque aún “falta mucho por hacer”. El español terminó afirmando que todos los pilotos están de acuerdo en que es una idea que vale la pena y solamente se han de acostumbrar a ella”.