El asfalto de Abu Dhabi ha dictado sentencia y ha coronado a Lewis Hamilton como bicampeón del mundo. El inglés se suma así al ilustre club de leyendas de la Fórmula 1 con dos títulos en su palmarés, un exclusivo grupo del que también forman parte Alberto Ascari, Grahamm Hill, Jim Clark, Emerson Fittipaldi, Mika Hakkinen y Fernando Alonso, todos ellos grandes nombres con sus propias páginas en la historia del deporte.

La otra cara de la moneda es Nico Rosberg. El alemán ha sido traicionado por el mismo coche que le había llevado a las puertas del éxito  y que finalmente ha transformado lo que podría haber sido el mejor recuerdo de su vida en un infierno, no solo por la imposibilidad de un milagro que le diera el campeonato, sino por la impotencia de no poder defenderse ante pilotos que, durante todo el año, han sido masacrados por el ritmo de su Mercedes.

A pesar de ello, Rosberg  ha demostrado al mundo cómo, pese a caer derrotado, un hombre puede levantar la cabeza como un auténtico campeón.  Su determinación para llevar el coche hasta la meta, a pesar de que las circunstancias y su propio equipo aconsejaban el abandono, es una lección de cómo, incluso en los momentos adversos, un piloto ha de luchar hasta el final. El abrazo con Hamilton tras la carrera es un claro ejemplo de la deportividad que debería presidir cualquier competición.

Al final será Lewis Hamilton el que, con todo merecimiento, entre en los libros de historia como vencedor del campeonato de Fórmula 1 2014, pero no se puede olvidar que, tras cada campeón, siempre hubo al menos un rival que dio más grandeza a su título. Si bien es por el palmarés por lo que se juzga el éxito de un piloto, su auténtica medida viene dada por la valía de los hombres a los que se enfrentó y la manera en que lo hizo.

Las páginas de la Fórmula 1 están repletas de grandes nombres y grandes hombres que hicieron y continúan haciendo de este deporte algo único, pese a que cada año nuevas reglas se empeñan en alejarlo de su esencia. Algunos de estos personajes vieron recompensado su desempeño en forma de victorias y títulos mundiales, mientras que otros comprobaron cómo las circunstancias les negaban los éxitos que sus rivales recibían. Ahora que un nuevo bicampeón se suma a la terna de los elegidos, no se puede olvidar a todos aquellos que dejaron en nuestra memoria recuerdos imborrables, algunos de los cuales ni siquiera han necesitado ser vividos para hacerse un hueco para siempre en los corazones de muchos de nosotros.

Es imposible no sentir un poso de injusticia al comprobar cómo Peter Collins jamás figurará como campeón, un  logro que dejó en bandeja a Juan Manuel Fangio cuando, en la última carrera de 1956, le cedió el coche al argentino con una frase llena de pura admiración: "“Siga usted maestro, yo soy joven y tendré tiempo de pelear otros campeonatos”. Más recientemente, no hay aficionado que no recuerde con emoción las lágrimas de Felipe Massa  en el podio de Brasil 2008 tras pasar la línea de meta como campeón y perder el mundial segundos después con un adelantamiento de Lewis Hamilton a Timo Glock en la última curva del campeonato. Y son solo dos ejemplos.

Las estadísticas jamás deben serlo todo y los méritos de un piloto no pueden ser devaluados por el mero hecho de no haber estado en el lugar y en el momento adecuados. En el corazón de los aficionados también hay espacio para aquellos hombres que no siempre vieron colmadas sus máximas ambiciones pero que, con su actitud, su lucha, su coraje y su sacrificio han llenado páginas de gestas y leyendas que superan las de cualquier palmarés y que constituyen la base sobre la que se asienta la Fórmula 1. 

La máxima categoría del mundo del motor cierra un nuevo capítulo de su historia. El campeonato de 2014 es pasado y los equipos y pilotos se preparan para afrontar un nuevo reto. Con la excepción de Mercedes, resulta difícil aventurar qué escuderías expondrán los argumentos necesarios para luchar por el mundial. Sin embargo, lo que está asegurado es que, un año más, unos cuantos hombres se vestirán de pilotos para intentar domar a unas máquinas sobre las cuales intentarán escribir su propio capítulo de la historia.

                                                     Fotos: gpupdate.net y caranddriverthef1.com