El legado dejado por el considerado por muchos como el mejor piloto de todos los tiempos ha sido recogido. Aquel rápido y demoledor paso de la escudería Mercedes en la primera década de vida de la categoría ha tenido su segunda parte. Los trofeos de aquellos mundiales obtenidos por Juan Manuel Fangio en 1954 y 1955, los únicos años en los que Mercedes compitió en la Fórmula Uno hasta su vuelta hace cuatro temporadas, desde hace unas horas no están solos en las vitrinas de la fábrica de Stuttgart. Y el gran responsable de ello es Lewis Hamilton.

El dominio absoluto del Mercedes W05 en esta temporada que acaba de culminar había dejado en claro ya a mitad de año que tanto el inglés como su compañero de equipo Nico Rosberg iban a ser los que le devolvieran la gloria al equipo alemán, que durante las anteriores cuatro temporadas había buscado sin éxito. Los logros ya mencionados a mediados de los 50 ejercieron siempre una presión mayor a una escudería que con su palmarés tanto dentro como fuera de la pista estaba obligada a luchar por las primeras posiciones. Y este por fin era el año para volver a las viejas épocas…

Aquellos primeros años de la Fórmula Uno tuvieron un hombre que sobresalió al resto: Juan Manuel Fangio. El argentino, con más de 40 años se coronó nada menos que cinco veces campeón del mundo, una marca que pudo ser quebrada casi medio siglo después, por Michael Schumacher. El “chueco” obtuvo esos títulos en cuatro equipos diferentes, logrando repetir solo en Mercedes, equipo donde obtuvo entre 1954 y 1955 nada menos que 8 triunfos en 12 carreras, en épocas donde los calendarios eran de menos de la mitad de lo que son en la actualidad. Esos impresionables números se completaron con 7 poles positions, 5 records de vuelta y 10 ascensos al podio, permitiéndole obtener de manera sólida aquellos campeonatos.

El retiro luego de la tragedia de las 24 Hs de Le Mans 1955 abrió un paréntesis de 55 años sin participación de Mercedes como escudería en la F1, que se cerró en 2010, y que cuatro años después terminó con un nuevo título del mundo. Esta vez el encargado fue un británico, que si bien no tuvo un dominio como el logrado por Fangio se impuso de manera insoslayable a sus rivales, obteniendo 11 victorias, 7 poles positions y 16 subidas al podio.

Estos números son los que terminan avalando un logro con el que el inglés se transformó en el sucesor del argentino. El sucesor nada menos que del Maestro, cincuenta y nueve años después. 

Fotos: Sutton Images | Daimler