Red Bull Racing completó el pasado Gran Premio de Abu Dhabi su primera década en la máxima categoría del automovilismo. Desde que llegara al gran circo en el año 2005, y tras absorber lo que quedó de Jaguar, comenzaba su nueva andadura por un mundo tan complejo como la Fórmula 1. Mucho ha pasado desde entonces, mucho ha llovido desde aquella lejana carrera en Melbourne donde David Coulthard se quedaba a nada de subir al podio en el primer gran premio de la bebida energética.

Tanto que en estos diez años, los austriacos han logrado nada más y nada menos que 4 títulos mundiales de pilotos, de la mano de Sebastian Vettel, y otros 4 títulos de constructores. Tras tantos éxitos cosechados en los últimos años y haber tocado el cielo de la Fórmula Uno, los de Milton Keynes parecía que se habían acostumbrado a la victoria, un aspecto que, esta presente y finalizada temporada han perdido y que les ha devuelto al mundo real.

Tras un pasado lustro cosechado de éxitos a raíz de los cambios de reglamentación de la temporada 2009, donde, exprimiendo al límite cada artículo del reglamento, se hicieron con la gloria en la máxima categoría del automovilismo. Llegaba entonces la temporada 2014 con infinidad de cambios en el reglamento. El principal sería el cambio de los motores V8 a V6 Turbo, así como también habría diferentes cambios a nivel aerodinámico e interno en los monoplazas.

Con estas novedades había una gran incertidumbre sobre que ofrecería este año el gran circo. ¿Seguiría Red Bull dominando como en años anteriores? O llegaría el momento de desbancar a los actuales campeones y abrir el paso a una era de más igualdad para así ofrecer el esperado espectáculo que llevan años aguardando los aficionados de este deporte. Igualdad o espectáculo aparte, una cosa si es cierta, y es que a Red Bull Racing esta temporada le toco lidiar con algo que no esperaba, dejar las primeras posiciones para luchar como simples mortales con el resto de escuderías.

El RB10, la nueva joya de Newey

La temporada 2014 comenzaba con un cambio importante para los austriacos, Mark Webber, piloto de la escudería de la bebida energética durante las últimas siete temporadas, abandonada Milton Keynes para poner rumbo a un nuevo reto personal, competir en las 24 horas de Le Mans de la mano de Porsche en la categoría LMP1. Rellenando el hueco vacío que dejaba el de Queanbeyan estaría su compatriota, Daniel Ricciardo.

El joven aussie llegaba de la escudería filial, Toro Rosso, y dispuesto a estar a altura de un equipo campeón como Red Bull y de un piloto de la talla de Sebastian Vettel. Red Bull presentaba a sus dos pilotos, así como la nueva joya de Adrian Newey, el RB10, el mismo día que se pondría en verde el semáforo que daba paso al comienzo de la pretemporada de Fórmula 1 2014.

El RB10, en líneas generales, se presentaba como un monoplaza conservador que mantenía la línea de 2013, pero siempre dentro de la nueva reglamentación de 2014. Presentando en la parte delantera una solución diferente a la que optarían gran parte de los equipos, decidieron evolucionar el morro del RB9 añadiendo una quilla inferior tipo canoa para cumplir con el reglamento impuesto. Esto les permitió mantener una nariz alta y cumplir con la distancia al suelo de 185 mm que se impuso para la finalizada campaña. Por lo que con esta solución, el descenso del morro a partir del eje delantero no era tan acusado como el resto de escuderías.

Pasamos a la parte central del monoplaza, donde menos cambios se pudieron visionar con respecto al anterior RB9 con el que los austriacos se llevaron el tetracampeonato. La antigua figura estilizada de sus coches se tornaba un tanto más oronda en la zona central, con generosas tomas de aire y espacio para los radiadores. Para finalizar, el RB10 perdía la gran salida circular del aire caliente del motor, un clásico en Red Bull, y la cambiaba por una baja y aplastada, que soplará entre los triángulos de suspensión. Con esta solución, los de Milton Keynes pretendían aprovechar aerodinámicamente esa salida de gases sobre el difusor trasero.

Instantes después de la presentación del RB10, comenzaba la pretemporada en Jerez y ya desde ese momento se pudo ver como las ansias de Red Bull por dominar hasta el final en 2013, desarrollando el monoplaza hasta la última cita, les pasó factura pronto en este curso. Renault no conseguía desarrollar un propulsor lo suficientemente potente ni fiable, lo cual no fue de gran agrado para las escuderías que lo montan, entre ellas, Red Bull.

Esto provocó mucha incertidumbre en los de Milton Keynes que veían como fantasmas del pasado volvían a estar presentes cuando varios incidentes en los primeros test provocaban que los austriacos apenas pudieran rodar. Sin apenas kilómetros realizados en las tres semanas de test y con Mercedes arrasando, Red Bull se presentaba en Australia, por primera vez en los últimos años, sin ser los favoritos.

2014, de vuelta a la realidad

“Recordad estos momentos porque no durarán para siempre”. Mientras celebraba su cuarto título mundial, Sebastian Vettel advirtió a sus ingenieros que los éxitos que estaban viviendo se terminarían más tarde o más temprano. El alemán desconocía que el final de esa gloriosa época de Red Bull iba a llegar al año siguiente para dar paso a una dictadura de Mercedes, que ha dominado con mano de hierro el Mundial de Fórmula 1 2014.

Después de cuatro temporadas y media tocando el cielo gracias a un monoplaza perfecto, que parecía rodar sobre raíles, a los dos pilotos del equipo austríaco les ha tocado pelearse con un coche inestable y nervioso en la mayoría de los trazados. La pelea de Vettel por controlar el monoplaza se ha visto por primera vez esta temporada desde que el germano llegara a este equipo, lo que da una idea del bajón de rendimiento que ha experimentado Red Bull este año.

Las novedades técnicas presentes esta temporada (Motores V6 turbocomprimidos, el ERS, el límite de consumo…) abrían un poco más el abanico de candidatos en el mes de marzo, pero la escudería de la bebida energética y su motor Renault nunca se han acercado al nivel demostrado en los cuatro años anteriores, y sólo algunas apariciones estelares de Daniel Ricciardo y la irregularidad de Williams le han permitido terminar el Mundial de Constructores en una meritoria segunda posición. El rendimiento del RB10 sólo ha sido notable en aquellos circuitos donde la carga aerodinámica es mayor y el chasis juega un papel principal, el punto fuerte de los austríacos en los últimos años.

El subcampeonato de Constructores sitúa a Red Bull en el primer lugar del resto del mundo, a una distancia sideral de Mercedes, pero no oculta su decepcionante rendimiento de esta temporada 2014. Los problemas de fiabilidad sufridos en la pretemporada quedaron patentes en la primera carrera del año. En tierras australianas, el Red Bull de Sebastian Vettel sólo duró cuatro vueltas antes de retirarse por problemas mecánicos, mientras que su compañero fue descalificado al final de la carrera tras superar el límite de consumo impuesto por la FIA.

En la segunda carrera del Mundial 2014 llegó el primer podio para el equipo de la bebida energética y para Sebastian Vettel, pero este buen resultado conseguido en el circuito de Sepang no ocultó una evidencia: los propulsores Mercedes estaban uno o dos pasos por delante que los otros motores presentes en la parrilla. La escudería de la estrella comenzó a sumar ‘pole position’ y victoria cada fin de semana, mientras que el resto de equipos peleaban por el tercer cajón del podio. Con Williams protagonizando un mal comienzo de temporada, y McLaren y Ferrari muy lejos del nivel que les situó como las escuderías más laureadas de la historia de la Fórmula 1, Red Bull fue pescando en río revuelto para conquistar varios podios en este primer tramo de año.

Hubo que esperar hasta el Gran Premio de Canadá para volver a ver a Red Bull en el cajón más alto del podio desde el GP de Brasil 2013. Además, en el circuito Gilles Villeneuve, el equipo austríaco consiguió el mejor resultado de la temporada. Daniel Ricciardo logró su primera victoria en la Fórmula 1 aprovechar los problemas de frenos de Mercedes, que relegaron a Rosberg al segundo puesto y obligaron a Hamilton a abandonar la carrera. Sebastian Vettel también se vio beneficiado por los problemas de los monoplazas de la escudería alemana para terminar en la tercera posición.

Pero sólo fue un oasis en el desierto, especialmente para el piloto alemán, que logró subir únicamente dos veces más al podio. Algo mejor le fue durante el resto de la temporada a Ricciardo, que logró dos triunfos más tras aprovechar los diversos errores de los Mercedes y demostrar un excelente cuidado de los neumáticos durante toda la temporada. En la segunda mitad de la temporada, el aumento de prestaciones de la escudería Williams y la escasez de mejoras llevadas a cabo por Red Bull dificultaron sobremanera las posibilidades de subir al podio, pero el australiano logró ver la bandera a cuadros en primer lugar en Hungría y Bélgica.

Más adelante llegaría el segundo mejor resultado de Red Bull en la temporada 2014. En el siempre espectacular Gran Premio de Singapur, Vettel y Ricciardo aprovecharon el problema mecánico de Nico Rosberg para terminar en segunda y tercera posición respectivamente, siendo sólo superados por Lewis Hamilton. Los Red Bull únicamente podían esperar un error de los Mercedes o los Williams para optar al podio, algo que sucedió en contadas ocasiones.

Así, pese al buen rendimiento del australiano durante todo el año, la realidad es que el RB10 nunca tuvo opciones de ganar alguna carrera en condiciones normales, algo inusual tras el rendimiento de los cuatro años anteriores. Una temporada con más luces y sombras para el equipo de la bebida energética. La única luz la puso un Daniel Ricciardo al alza, que demostró saber adaptarse mejor que el tetracampeón del Mundo a un coche inestable y cuya velocidad punta nunca fue competitiva. Las sombras llegaron por parte del alemán, cuyo rendimiento decepcionó a la gran mayoría de personas que rodean a la Fórmula 1, y que puso punto y final a su etapa en el equipo que le dio la gloria con un año decepcionante.

Sebastian Vettel: vuelta al mundo real y cambio de aires

Como expresábamos al principio del análisis, Sebastian Vettel advertía una situación al terminar el GP de Abu Dhabi de 2013 por la radio: “Recordad estos momentos porque no durarán para siempre”. El de Heppenheim sabía que esta etapa gloriosa de cuatro años no iba a durar para siempre, y tras años de espera al fin se ha dado el caso que muchos pedían ver, una temporada en la que el alemán no tuviera el mejor monoplaza con tal de ver si de verdad el tetracampeonato que ostenta en su palmarés es realmente merecido.

Y como se ha podido ver a lo largo de la concluida campaña, no se cree realmente en el potencial del alemán sin un monoplaza arrollador como lo fueron algunos de los antecesores del RB10. El alemán ha sufrido más de lo previsto en muchos sentidos como se ha podido apreciar: No tuvo el mejor coche, la fiabilidad no estuvo con él, la suerte de los últimos años le fue esquiva y para colmo, su nuevo compañero de equipo, Daniel Ricciardo, le superó claramente en el campeonato.

Muchas novedades a las que no estaba acostumbrado el alemán que han provocado una campaña sin grandes momentos para el de Red Bull salvo cuatro podios y una intensa batalla con uno de sus más directos rivales en estos años, Fernando Alonso, durante la disputa del Gran Premio de Silverstone donde ambos campeones del mundo regalaron a los espectadores un duelo de trece vueltas que levantó a más de uno de su asiento para ver una trepidante lucha entre dos de los mejores pilotos de la parrilla en las mismas condiciones.

Por otro lado, el alemán fue uno de los protagonistas de la temporada, aunque no precisamente por sus actuaciones en pista. El piloto tetracampeón del mundo con Red Bull abandona Milton Keynes para encaminarse en una nueva aventura en la Scuderia Ferrari, cubriendo el hueco que deja el español, Fernando Alonso, en Maranello. Sin duda, el aspecto más importante del piloto germano esta temporada.

El piloto de Heppenheim, que ya lo ha ganado todo con los austriacos busca nuevos retos a los que enfrentarse y éste se trata de emular al que fue su ídolo de la infancia, Michael Schumacher. Como su compatriota, el ex de Red Bull llevaba tiempo dejándose querer por los italianos, y es ahora cuando tiene la oportunidad de correr en la escudería más laureada de la historia de la Fórmula 1. Así como el tetracampeón del mundo tiene el reto por delante de rellenar el hueco dejado por Fernando Alonso, como también de poco a poco levantar a una Ferrari caída por los resultados estos últimos años.

Daniel Ricciardo: la sonrisa de Red Bull

Dos pilotos se podrían señalar como las grandes sorpresas de esta temporada 2014, uno de ellos se trata de Valtteri Bottas, que con el Williams cosechó grandes resultados a lo largo del campeonato. El otro piloto, el cual consiguió terminar en tercera posición del mundial, siendo el primero del resto del mundo frente a los todopoderosos Mercedes, se trata de Daniel Ricciardo. El piloto australiano fichaba al finalizar la pasada campaña por la escudería Red Bull tras la marcha de Mark Webber. El reto del joven aussie se presentaba complicado, teniendo que estar a la altura de un equipo como Red Bull y de un Sebastian Vettel que acababa de conquistar su cuarta corona.

Con el reto presente, el australiano estaba dispuesto a luchar por todo en este campeonato, con la disposición de un monoplaza capaz de algo más que conseguir unos simples puntos, que es por lo que luchaba con Toro Rosso. Y así fue, el de Perth consiguió grandes resultados desde la primera prueba puntuable del mundial, donde consiguió su primer podio, a pesar de que a posteriori por un problema en su combustible, sería descalificado.

El de Red Bull se supo sobreponer a las adversidades vividas y consiguió su primera victoria en el mundial durante la disputa del Gran Premio de Canadá, donde gracias a unos problemas de frenos en los Mercedes, el número 3 de la parrilla se hizo con la primera victoria de su carrera y primera de la temporada para los de Milton Keynes. No sería la única del año, ya que carreras más tarde y aprovechando los errores de rivales y utilizando grandes estrategias, el de Perth consiguió victorias en Hungría y Bélgica, consiguiendo un total de tres primeros puestos que le sirvieron para conseguir la tercera plaza en el mundial de pilotos.

Gran resultado para Daniel Ricciardo en su primera temporada en la que ha luchado con lo que ha tenido para ser el primero de los mortales. De cara a la próxima temporada, el aussie tiene un reto aún mayor que el de esta temporada. Con la reciente marcha de Sebastian Vettel hacia Maranello, el australiano tomará las riendas de Red Bull para liderar la escudería austriaca junto a un nuevo compañero que será Daniil Kvyat, que asciende tras pasar esta campaña de debut en Toro Rosso. Todo un reto para Daniel Ricciardo que solventará con facilidad la próxima campaña y por supuesto, una gran sonrisa.

La Temporada 2014 del equipo Red Bull Racing en números

CALIFICACIÓN

Este fue el rendimiento que ha conseguido el equipo Red Bull en las sesiones de calificación:

Piloto Pos. Media Elim. Q1 % Elim. Q2 % Clasif. Q3 % Poles
Vettel 7 1 5.26 4 21.05 14 73.68 0
Ricciardo 5 0 0 0 0 19 100 0

En la siguiente tabla se puede ver la diferencia de rendimiento entre Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo:

Equipo Piloto Resultado Piloto
Red Bull Vettel 7 12 Ricciardo

CARRERA

En el otro lado del fin de semana, las carreras, estos fueron los resultados para la pareja de Red Bull:

Piloto Victorias % Podios % Veces Puntos % Total Puntos
Vettel 0 0 4 21.05 16 84.21 167
Ricciardo 3 15.78 8 42.10 16 84.21 238

A continuación se puede ver el rendimiento de ambos pilotos a lo largo de la temporada:

Piloto Pos. Media Puntos Abandonos
Vettel 5.06 167 3
Ricciardo 3.75 238 3

FIABILIDAD

En la siguiente tabla se puede ver el rendimiento del equipo austriaco en fiabilidad:

Pilotos Abandonos
Vettel 3
Ricciardo 3

Estas fueron las causas de dichos abandonos:

Equipo Motor Caja de Cambios Hidráulico Frenos Mecánico Eléctrico Fuel Agua o Aceite Accidente
Red Bull 2 1 2 1

Volver a lo más alto en 2015

Tras un año que ha sido decepcionante, en parte, para los de Milton Keynes. Toca pensar en la próxima campaña, en la que grandes cambios se avecinan para los austriacos, con Sebastian Vettel fuera del proyecto de Red Bull, Daniel Ricciardo pasa a liderar el proyecto futuro de Red Bull, en el que compartirá asiento con Daniil Kvyat, que asciende de Toro Rosso tras la marcha del alemán de Milton Keynes.

El objetivo es claro, tras perder el liderato durante la finalizada campaña, los austriacos intentarán acercarse lo máximo posible a Mercedes, aunque saben que no será un trabajo fácil, más teniendo el propulsor de Renault, que a simple es el peor de los cuatro motores que tendrá la Fórmula 1 en 1015. Por lo que, como se ha caracterizado Red Bull en años anteriores, en los que no tenían el mejor motor, con una buena aerodinámica diseñada por las manos de Adrian Newey, los de la bebida energética podrían optar a algo más de lo que se ha visto en esta campaña.

Artículo realizado en colaboración con Alberto Gómez Torres (@AlbertoGmezTorr)

Fotografías: Ker Robertson, Mark Thompson, Clive Mason, Tom Pennington y Dan Istitene / Getty Images.