Lotus F1 Team: olvidar, aprender y mirar al futuro

La desesperanza hecha realidad. La caída del muro inglés a manos de un francés que, de manera interna, desesperó hasta la exacerbación a más de un integrante del batallón anglosajón. El enemigo está en casa, se suele decir. Y es que el año pasado, dos de los batalladores más implacables del circo de la Fórmula Uno no han podido repetir las hazañas logradas. Uno de ellos, un finés, partió hacia tierras italianas para volver a situarse en lo más alto de la montaña automovilística. Pero eso es otra historia.

De Venezuela llegó Pastor, con la esperanza de seguir la línea marcada desde el norte europeo pero las cosas no fueron como se esperaba. El batallón inglés, con Renault como corazón principal, no latía con la suficiencia que se esperaba y, tanto él como un veterano de guerra como Grosjean tan sólo pudieron conquistar 10 puntos entre ambos. Pobre balance, una guerra perdida, muchas batallas fracasadas.

Un calvario sobre el asfalto

Nunca es fácil pasar de ser un equipo batallador y correoso a uno sin armas con las que defenderse, y menos cuando el cambio es tan traumático como lo ha sido en este 2014 para la escudería Lotus F1 Team. Nacida sobre las bases de la extinta Renault, la escuadra británica fue capaz, en 2012 y en 2013, de desarrollar un monoplaza lo suficientemente competitivo como para que su sólida pareja de pilotos, formada por Kimi Räikkonen y por Romain Grosjean, fuera una visitante asidua de los podios. Además, el finlandés colaboró con dos victorias que ayudaron a Lotus a finalizar cuarto en ambas temporadas.

El cambio de reglamento fue traumático para los intereses de Lotus

Sin embargo, la Fórmula 1 no hace prisioneros en la batalla. Con la competición lista para reiniciarse en 2014, merced a un cambio de reglamento radical, los equipos pasaban de depender de la aerodinámica a apostarlo todo al nuevo motor V6 turbo. La nueva unidad de potencia de Renault, bautizada como Energy F1 2014, supuso un lastre insalvable para Lotus, superado permanentemente por la mayoría de los equipos. Además, el adiós de James Allison con destino Ferrari y los problemas económicos del equipo, catalizadores de la marcha de Räikkonen hacia un futuro rosso, afectaron al desarrollo del E22, el monoplaza de Lotus para 2014.

Los problemas económicos se acumulaban como una pieza más de un efecto dominó que amenazaba con tumbar a la escudería. Gerard Lopez, presidente de Lotus y Genii Capital, empresa luxemburguesa propietaria del equipo, reconoció en enero una deuda de más de 136 millones de euros. Con todos esos condicionantes, el desempeño de Grosjean y de Maldonado no iba a ser nada fácil. Ambos pilotos, conocidos por su irregularidad, se encontraban de bruces con un coche a años luz de las anteriores creaciones del equipo británico. Si ya en pretemporada quedaba patente que Lotus se encontraba inmerso en una situación complicada debido a su ausencia en los primeros entrenamientos en Jerez, la llegada de la competición no hizo más que confirmar que la temporada iba a ser muy larga para ellos.

En esas circunstancias veía la luz el nuevo E22, en el que destacaba sobre todo su doble morro asimétrico. La escasa potencia de la unidad motora de Renault no iba a ser el único problema para Lotus, ya que su monoplaza sufría de un gran problema de fiabilidad. Cuatro abandonos en las cuatro primeras carreras, tres de ellos asociados de una u otra manera a la unidad de potencia de Renault, complicaron aún más el comienzo de la temporada a los hombres de Lotus. De hecho, en el Gran Premio inaugural, ni Pastor Maldonado ni Romain Grosjean fueron capaces de llevar su monoplaza a meta. La larga travesía por el desierto acababa de comenzar.

Los Grandes Premios de España y de Mónaco fueron un oasis dentro de la temporada para Lotus. Dos octavos puestos de Romain Grosjean dieron al equipo británico los primeros puntos de la temporada, lo que le permitía ponerse por delante de Sauber y Caterham, así como de Marussia, escudería que logró en el Principado sus primeros puntos gracias al noveno puesto de Jules Bianchi. Sin embargo, esas dos carreras consecutivas del francés puntuando solo fueron un espejismo, ya que Grosjean no volvió a sumar puntos durante el resto del año.

Lotus empieza a salir del desastre económico

La temporada se estaba convirtiendo en un infierno para Lotus, cuya máxima aspiración parecía consistir en llevar ambos coches a meta, algo que, además, pocas veces lograban. Con al menos un abandono en 8 de las 12 primeras carreras del año, el equipo británico se tenía que conformar con mantener por detrás en el mundial de constructores a las tres escuderías más débiles, una escasa motivación para un equipo que en anteriores temporadas se había codeado con Mercedes, Ferrari, McLaren y el resto de escuadras punteras. Grosjean y Maldonado se tenían que pelear, carrera tras carrera, con un monoplaza lento y con poca tracción. No era nada extraño ver a ambos pilotos sufrir para conseguir entrar en la Q2 en cada Gran Premio y llevar el coche a meta en las últimas posiciones.

Sin embargo, no todas las noticias eran tan negativas para el equipo británico. El jefe ejecutivo de Lotus Matthew Carter, informaba hace unos meses de que la situación económica estaba mejorando y de que esperaban unas pérdidas cercanas al millón de euros. Además, según Carter, el compromiso a largo plazo de los patrocinadores debería asegurar un buen futuro a Lotus “suponiendo que el rendimiento sea mejor el año que viene”. Quizás por ello, el jefe adjunto de la escudería Federico Gastaldi, confirmó la desvinculación con Renault y la unión con Mercedes como suministrador de motores desde 2015. La unidad de potencia desarrollada por la marca alemana ha sido, con mucha diferencia, el elemento diferencial de esta temporada.

La temporada iba llegando a su final y, con ella, el calvario de Lotus. Las cosas mejoraban levemente, con los dos monoplazas llegando a meta en seis carreras consecutivas, incluyendo el Gran Premio de Estados Unidos donde Maldonado consiguió sus primeros puntos de la temporada gracias a un noveno puesto. Además, en los entrenamientos libres de Austin, la escudería empezó a probar un nuevo alerón, más parecido al de Mercedes o al de Ferrari, de cara a la próxima temporada. Para Lotus, el presente se estaba convirtiendo en una plataforma para impulsar al equipo hacia un futuro mucho más ilusionante.

Con una gris carrera en Abu Dhabi finalizó el viacrucis británico. Con un decimotercer puesto de Grosjean y un abandono de Maldonado, el primero en 7 carreras, Lotus ha cerrado una temporada de transición. La imagen del venezolano, bajándose de su E22 con el motor Renault ardiendo, ha supuesto un epílogo muy descriptivo de lo que ha sido una temporada infernal para el equipo de Enstone. El balance deportivamente es nefasto. Solo 10 puntos para una formación que había superado las 300 unidades en anteriores temporadas. El equipo ha conseguido, al menos, equilibrar sus cuentas en un mundo en el que la realidad económica no tiene piedad con aquellos que se exceden más allá de sus posibilidades.

Estadísticas de Lotus F1 Team

Pese a los malos resultados obtenidos por ambos pilotos a lo largo de toda la temporada, el duelo entre ambos pilotos ha dejado un claro vencedor entre los vencidos. Romain Grosjean, con 8 puntos ha cuatriplicado en puntos al recién llegado al equipo Pastor Maldonado. Ha sido una temporada claramente inferior al 20133. Un verdadero fracaso. Pero siempre, dentro de la bruma se encuentra ese barco con destino a la esperanza más absoluta. Los resultados siguen avalando al piloto francés, que goza de la total confianza del equipo.

Grosjean o como 'doblarse' a sí mismo

Grosjean tan sólo puntuó en dos carreras este año El piloto francés no ha estado fino esta temporada. El coche no va, eso es algo que lo ve cualquiera pero, las manos del piloto francés no han tenido la fluidez que en 2013. Nada más y nada menos que 126 puntos menos. Misma escudería, rivales parejos. Queda claro. No ha sido sólo el coche. Seis abandonos en 19 pruebas son una losa muy difícil de levantar pero, pese a todo, sigue estando avalado por el curso pasado y cuenta con la total confianza de Gerard López y compañía.

Hasta cinco pruebas tuvo que esperar el bueno de Romain para ver sus primeros puntos en el casillero. Barcelona fue testigo de las cuatro primeras unidades del francés. Pero la racha siguió. Y llegó Montecarlo y con él, otros cuatro puntos más. Mero espejismo todo.

En definitiva todo se traduce a un decepcionante 14º puesto. El doble que la temporada pasada, donde esos 132 puntos le valieron a Grosjean para ser 7º. A pesar de ello, el equipo anglosajón ha confirmado este mes de noviembre la renovación del galo, que continuará un año más al volante del histórico equipo junto a Pastor Maldonado.

Maldonado: año nuevo, vida vieja

La llegada de Pastor suponía la difícil papeleta de sustituir nada más y nada menos que a Kimi Raikkonen. A un campeón del mundo. Nada más, y nada menos. Además, el venezolano llegaba a terriotrio británico con los pobres resultados obtenidos el curso pasado en Williams en donde tan sólo obtuvo un punto en 19 pruebas. Una carta de presentación no muy prometedora.

Al igual que Grosjean, el venezolano no ha podido cruzar la línea de meta en seis ocasiones. Considerado uno de los "grandes peligros" en la pista por la cantidad de accidentes provovvados, Pastor tuvo que recorrer hasta 17 países para obtener sus dos y únicos puntos de la temporada. Fue en Estados Unidos, donde terminó en un más que meriotorio, visto lo visto, noveno puesto. Finalmente el venezolano ha clasificado en 16º lugar en la clasificación lugar. Un punto más, dos puestos menos, sensaciones idénticas.

2015, en busca de la redención

Las perspectivas de futuro ofrecen a Lotus el único consuelo tras una temporada que ha consistido en una sucesión de sinsabores y decepciones. La principal baza del equipo británico se encuentra en Mercedes, su nuevo suministrador de motores. No hay más que ver el resultado final del mundial de constructores para constatar la ventaja que supone contar con las unidades de potencia de la marca germana. Los cuatro equipos motorizados por Mercedes han finalizado en las seis primeras posiciones, lo que ofrece un contraste cruel al ser comparados con los equipos con motor Renault. De los cinco últimos clasificados, tres portaban el motor de la compañía francesa. Solo Red Bull, antaño gran dominador de la categoría, se ha salvado de la quema.

Por ello, parece razonable pensar que la unidad motora alemana permitirá a Lotus dar un salto de calidad importante que le devuelva al lugar deseado, entre los mejores. La escudería lleva tiempo trabajando en el monoplaza de 2015, con el que esperan borrar del recuerdo esta última temporada. La mejora en la situación económica puede colaborar también en favor de un mayor rendimiento deportivo. Esta visión optimista la compartía Gerard López en una entrevista concedida en el web oficial de la Fórmula 1, al asegurar que Lotus tiene “todas las cosas que cualquier equipo necesita para competir” y que el mayor problema en 2014 fue “un error en el chasis” que no quieren “cometer de nuevo”.

Con Pastor Maldonado y Romain Grosjean confirmados como pareja de pilotos para la temporada que viene, el próximo año puede ofrecer a Lotus la tan deseada redención. La escudería británica no acusará falta de medios para ello y la garantía de contar con el motor más competitivo de la categoría, a falta de comprobar el nivel de la unidad de potencia de Honda, es un aliciente para un equipo que quiere volver al lugar que abandonó este año.

Lo que está claro es que Lotus no debería tener problemas para mejorar, por mucho, los resultados de este año. Visitar regularmente los podios y obtener, quizás, alguna victoria, es un objetivo muy ambicioso, pero quizás no demasiado lejano si son capaces de encajar todas las piezas de forma adecuada. De ello depende que Maldonado y Grosjean vuelvan a estar, en 2015, entre los elegidos para brillar sobre el asfalto en busca de nuevos éxitos para una escudería que nació para triunfar.

Análisis realizado conjuntamente con Adrián Rodicio (@a_rodi)