El año 2014 ha sido uno de los más revolucionarios para la casa de Maranello, en donde se realizaron múltiples cambios que han afectado incluso a la más alta dirigencia. Dos de los principales hombres que han tomado un papel preponderante en la Scudería a partir de estas modificaciones han sido Sergio Marchionne, nuevo presidente de Ferrari tras la ida de Luca Di Montezemolo, y Maurizio Arrivabene, que ha reemplazado a Marco Mattiacci en el puesto de jefe del equipo de Fórmula Uno. Ambos fueron parte de la cena anual de Navidad junto a la prensa, donde han declarado sobre diversas cuestiones, relacionadas tanto con los últimos años del equipo, como los que se vienen en el futuro cercano.

El flamante presidente comentó sobre la serie de cambios vertiginosos sufridos en el último año, en los que además está siendo parte importante, que son generadores de mejores resultados de cara al futuro: “Hablando desde mi experiencia, incluso en situaciones de mayor complejidad, el cambio en los papeles principales puede ayudar mucho a una empresa", argumentó, a lo que agregó: "Pero este es un gran experimento dentro de nuestro concepto de continuidad".

"Si logramos dos victorias en 2015 será un éxito, tres un triunfo y si conseguimos cuatro, tocaremos el cielo"

Con respecto a los cambios, Marchionne tomó en cuenta lo acontecido en el último año, alegando que “hemos tenido mucho potencial no explotado en 2014, por lo que el gran reto en Ferrari en 2015 será comenzar la reconstrucción de todo el equipo”. Así, se espera que las diversas idas y llegadas al equipo sean casi una moneda corriente en la próxima temporada. Para dejar en claro su postura, el empresario de 62 años no solo tomó la última temporada como ejemplo, ya que en los últimos años “hemos cometido demasiados errores. Por ejemplo, Arribavene es nuestro tercer director este año", sentenció.

La llegada de Mauricio Arrivabene al equipo de Fórmula Uno fue uno de los primeros movimientos realizados bajo la presidencia de Marchionne, quién tendrá como objetivo elegir para las diversas tareas a los mejores hombres: "En mis cargos anteriores al menos el 50% de mi trabajo al final de año se evaluó de acuerdo con mi capacidad para identificar y desarrollar talentos y hacerlos crecer. Esto debe de seguir ahora" aclaró, en busca de devolver a Ferrari la gloria perdida.

Arrivabene siempre estuvo cerca de Ferrari, como hombre de Marlboro

Por su parte, Arrivabene se mantuvo al igual que Marchionne en una posición cauta de cara a la próxima temporada: "Si logramos dos victorias en 2015 será un éxito, tres un triunfo y si conseguimos cuatro, tocaremos el cielo”, fue el titular que dejó el tercer director de equipo de la Scuderia en este 2014.

En torno a la prudencia de los directivos de Maranello, el objetivo es sin dudas tener un exitoso proyecto a largo plazo. Para ello, el nuevo jefe de equipo admitió que el trabajo a imitar será el hecho por Mercedes en los últimos años, que terminó con la obtención en el último año del mundial de pilotos y constructores por amplio margen: "En mis conversaciones con los jefes de Mercedes, Toto Wolff y Dieter Zetsche, el proceso que les ha permitido tener un año sobresaliente como el de este año fue una resolución tomada hace un par de años” marcó Arrivabene, agregando que “llevó dos años para madurar en términos de soluciones técnicas”. Este es el margen que utilizó para sentenciar el tema comentando que “Ferrari probablemente pueda llegar al mismo lugar a finales de 2016”.

La proyección sobre el trabajo de la escudería es claro: "Tenemos que trabajar en equipo porque no creo en los éxitos individuales. Yo creo en el éxito del equipo" afirmó, buscando además logar un grupo de trabajo unido, por lo que descartó futuras incorporaciones resonantes: "Las personas que tenemos son buenas y no habrá grandes sorpresas. Necesitamos un nuevo sentido de espíritu de equipo".

Para finalizar, Arrivabene resultó muy crítico con la actual reglamentación, que no permite el descongelamiento de motores: "Las regulaciones son un verdadero laberinto, están muy mal hechas, deben haber sido escritas por gente borracha en un bar. Tenemos que simplificar las normas de modo que incluso la gente normal pueda entender", sentenció. Ferrari continúa en la lucha por modificar dicha regla, aunque sin grandes esperanzas: “No hay ningún cambio asegurado” remarcó.

El futuro inmediato de la Scudería parece verse sumergido en la misma profundidad a la que se vio en el último año. Por lo pronto, la Ferrari 666 de 2015 ha superado el crash-test de la FIA, por lo que de ahora en más será su rendimiento el eje de las acciones de la marca italiana.

Fotos: Ferrari, Motorsport.com, ANSA