El campeón del mundo, Lewis Hamilton, y el subcampeón, Nico Rosberg, han hecho los honores al levantar la manta que ocultaba de los ojos de los periodistas del W06, su nuevo ‘juguete’ para este 2015. Ha sido en un austero acto, como viene siendo costumbre desde hace unos años, delante de su box en el circuito andaluz de Jerez de la Frontera. Acto seguido, han puesto en pista su W06 en los primeros entrenamientos de la temporada, aunque con el motor de 2014.
Un nuevo dominio aplastante. Eso es exactamente lo que propone este nuevo prodigio de la industria anglogermana. Tras un 2014 en el que Mercedes dominó a su antojo, el equipo alemán con base en Reino Unido promete más de lo mismo en el año en el que defienden los cetros mundiales. Antes incluso de que realizaran su sencillo acto de presentación, hicieron públicas sus intenciones de tiranizar al resto de la parrilla mostrando sus primeros kilómetros en el shakedown que llevaron a cabo en Silverstone.
El W06 presenta un morro más delgado que el del resto de sus rivales, algo que les diferencia. La solución más pareja en la parrilla es la del nuevo Lotus, que esta temporada también montará los propulsores campeones del mundo. La cubierta motor, además, es una de las partes que más se diferencia con el W05, pues está muy trabajada, algo que va en consonancia con otros monoplazas de 2015, como el Ferrari.
Paddy Lowe ha confesado que una de las áreas donde más se ha trabajado en el W05 es la fiabilidad, el único punto débil, si es que los hubo, de Mercedes en 2014.
