Se acabó la pretemporada y todos hacen sus quinielas. En todas ellas, un equipo aparece como claro favorito: Mercedes. Todo apunta a que Lewis Hamilton y Nico Rosberg se volverán a jugar el título en una batalla sin cuartel durante 20 Grandes Premios. El alemán tuvo el honor de cerrar la pretemporada para el equipo de Brackley con un total de 148 vueltas completadas y el sexto mejor tiempo en Barcelona.
Rosberg aspira este año a quitarse la espina de su derrota en la parte final de 2014 y para ello ha sido el piloto que más vueltas ha dado en invierno. "El equipo ha hecho un trabajo fantástico", asegura un feliz Rosberg, que añade que son "muy optimistas" y que "tengo muchas ganas de volar a Australia y que empiece la competición de verdad".
Hoy fue un día normal en la oficina de Mercedes. Rodar, rodar y seguir rodando, sin aventurarse en busca de los tiempos. "Hoy fue un buen día y, en general, fue una prueba muy interesante aquí en Barcelona", comentó el germano, que admite que "hicimos algunos cambios mecánicos en el 'set-up' del coche que fueron muy interesantes para mí". Finalmente sólo pudo ser sexto, pero es algo que no preocupa en Mercedes.
Su trabajo se centró en pruebas con el neumático blando en tandas largas, que tuvieron resultados positivos: "hice una tanda larga al final del día con los neumáticos blandos que fue bien", algo muy importante puesto que "en Melbourne tendremos el neumático blando y será un reto gestionarlos bien".
Apenas quedan dos semanas para que empiece el Campeonato del Mundo 2015 y Rosberg es la única amenaza para Hamilton y el tricampeonato. El alemán mantiene su discurso optimista y espera estar luchando junto a su compañero de equipo por la victoria en suelo australiano.