En los últimos años, la escudería Sauber está siendo como un barco abocado a la deriva. Desde que en 2012 acabaran la temporada en sexta posición, con un total de 126 puntos, ya no se ha vuelto a alcanzar una cifra así. Ni tan siquiera se han acercado a este promedio ya que en 2013 el equipo tan solo sumó 57 puntos, pero en la temporada pasada, en 2014, el casillero se quedó en blanco en las 19 pruebas que compusieron el calendario mundialista, finalizando en décima posición, por detrás de Marussia (2 puntos) y sobrepasando únicamente a Caterham (0 puntos).

En 2014, Sauber acabó en décima posición de la clasificación, sin ningún punto

Con la intención de revestir esta situación, Monisha Kaltenborn, la actual jefe del equipo, ha decidido reconfigurar el equipo, empezando por sus dos caras más visibles. Cuando algo no marcha bien, los primeros que saltan a la palestra son los pilotos, ya que se entiende que no consiguen los resultados esperados. Por ello, para esta temporada se ha prescindido de los servicios del mexicano Esteban Gutiérrez y del alemán Adrian Sutil para darles la oportunidad de pilotar el C34 a Marcus Ericsson y Felipe Nasr. Estos dos hombres, pese a su juventud, 24 y 22 años respectivamente, ya saben lo que es vivir y sobrevivir en el Gran Circo, aunque las experiencias de ambos han sido muy distintas. Mientras que el sueco disputará su segunda temporada como piloto oficial de una escudería, ya que el año pasado estuvo a los mandos del Caterham, la incursión del brasileño en la Fórmula 1 ha sido únicamente como piloto de pruebas de Williams, y, aunque sí que ha rodado en alguna tanda de entrenamientos libres, nunca ha estado sentado en un bólido durante el fin de semana.

Monisha Kaltenborn, en el G.P. de Hungría (Foto: Getty Images).

No obstante, estos fichajes no han estado exentos de polémica, ya que muchos criticaron que se tratan de pay drivers, es decir, pilotos que tienen un asiento gracias a haber realizado un desembolso económico previo. Sauber está pasando por unos momentos financieros complicados, Ferrari amenazó con no suministrarles más motores si no cumplían con los plazos de pago, por lo que esta opción ha sido la única solución para poder seguir hacia adelante. Además, a ambos pilotos le acompañan dos fuertes empresas, Tetra Pack y Banco do Brasil, que se convertirán en los principales patrocinadores de Sauber para este 2015, junto al Chelsea, que seguirá luciendo su escudo en la parte delantera de los monoplazas.

Renovación estética

Con todos estos cambios, el equipo quiere olvidarse de la oscuridad por la que han atravesado para comenzar una nueva era llena de luz. Una filosofía que se ha adaptado a los sorprendentes e inesperados nuevos colores corporativos, azul y amarillo, con los que está decorado el C34, dejando de lado a la seriedad del negro.

Estéticamente, este es el cambio más llamativo del monoplaza de este año, impulsado por la entrada de la sucursal brasileña. Más allá de este detalle, el C34 ha incorporado pequeñas novedades en su diseño con el fin de mejorar la aerodinámica y las prestaciones del Sauber. Si se mira la parte delantera, el morro es más bajo y con una caída más acentuada que su antecesor. Además, acaba con una protuberancia más ancha que sobrepasa los pilares, siempre dentro de los parámetros establecidos legalmente. Justo en el otro extremo de la nariz, los retrovisores ocupan una posición más elevada para garantizar un mejor visibilidad en pista.

En la parte media del coche, destacan unos pontones más reducidos con unos radiadores en forma horizontal para que sea más aerodinámico. Asimismo, también se han cuidado las entradas de aire para refrigerar el monoplaza. Ya en la parte trasera, los soportes que unen el alerón a la tapa del motor se han refinado y la zaga es más compacta y estilizada, consiguiendo un ahorro de peso muy significativo. Porque como ya se sabe, en la Fórmula 1 cualquier gramo de más se convierte en un gran lastre.

Buena respuesta del motor Ferrari

No obstante, la verdadera competitividad de un monoplaza se aprecia en su propulsor. Sauber ha vuelto a confiar en Ferrari como proveedor de motores y todo indica que no se ha equivocado en su elección. Este año, parece que el motor italiano ha dado un gran paso hacia adelante o, por lo menos, estas son las sensaciones que han dejado en los test de pretemporada.

En los primeros entrenamientos en los que el nuevo Sauber rodó, en Jerez, la euforia en la casa suiza llegó en la tercera jornada, cuando Nasr la comandó para sorpresa de muchos. Además, en los otros tres días que estuvieron sobre la pista jerezana, Sauber siempre estuvo entre las cuatro posiciones punteras y, aunque bien es cierto que los tiempos en los primeros test no son muy significativos, proporcionan un sentimiento de satisfacción por el trabajo realizado.

Sin embargo, en las sesiones disputadas en el circuito de Montmeló no han sido los referentes en la tabla de tiempos pero han aprovechado para hacer simulacros de carrera, han alternado tandas cortas y largas para probar los distintos neumáticos y también han tenido tiempo para ensayar las paradas en boxes. Y es que de eso se trata, de poner todo a punto para llegar al cien por cien a Australia. Por eso, Sauber ha trabajado duramente –en la última sesión dieron 123 vueltas al Circuit de Barcelona-Catalunya- y han extraído como dato positivo que el motor proporcionado por Il Cavallino Rampante tiene un buen resultado en velocidad en los stints cortos y que los pilotos se muestran contentos con el monoplaza del 2015.

Nasr: "No puedo esperar a que comience la temporada"

“En estos días de test, hemos recogido una gran cantidad de información que estudiaremos para hacer que el coche empuje más”, declaraba Marcus Ericsson. En la misma línea, Felipe Nasr afirmaba que la obtención de tantos datos ha sido muy productivo tanto para el equipo como para él, cuya ilusión de ser el principiante le embarga: “No puedo esperar a que comience la temporada”, exclamaba.

Todo esto hace presagiar que cuando se apague el semáforo de Melbourne, Sauber comenzará una nueva etapa en su historia. Un camino de 20 competiciones en las que pondrán todo su empeño en no continuar por la senda del dique seco y acabar el 2015 con un sabor más dulce que este anterior. Una tarea que la histórica escudería no va a tener muy complicado ya que ha tocado fondo y ahora busca volver a renacer.

Dos jóvenes pilotos a los mandos

La pareja de pilotos titulares de Sauber se va a convertir en la segunda más joven de 2015 tras la dupla de Toro Rosso, ya que, entre los dos, tan solo suman un total de 46 años. De esta manera, el equipo suizo rompe con la premisa que venía manteniendo de tener una escudería conformada por un deportista veterano y otro de menor experiencia para que fuera aprendiendo.

Ericsson, de 24 años, y Nasr, de 22, conformarán la segunda pareja más joven de 2015

Marcus Ericsson es el que más costumbre tiene por el hecho de haber estado participando en grandes premios durante el año pasado. Discrepancias en el contrato que mantenía con Caterham, su escudería hasta la cita de Rusia, hizo que se rescindiera el contrato para las tres últimas carreras de 2014, quedando relegado a la 19 posición de la tabla. En este momento, el piloto se quedaba sin un asiento para esta temporada, pero entonces encontró la puerta abierta de Sauber, quien vio en el joven un talento que poder explotar. Y razones no le faltan porque el sueco se impuso en la temporada pasada a varios pilotos con experiencia, empezando por el que fue su compañero de equipo, Kamui Kobayashi, así que es posible que este año, con el potencial que está demostrando tener el coche, luche por conseguir sus primeros puntos en el Gran Circo.

Marcus Ericsson, en el paddock (Foto: Getty Images).

En el garaje de al lado, tendrá a Felipe Nasr, un piloto que se ha ido formando en las categorías inferiores, paso a paso, hasta alcanzar su sueño: debutar en la Fórmula 1. El año anterior fue su desembarque en esta competición, pero solo como piloto de prueba de Williams, tarea que compaginaba con sus competiciones de GP2. Al llegar a la escudería de Sir Frank Williams se encontró con uno de los pilotos más veteranos de la Fórmula 1, Felipe Massa, con quien, además de compartir nacionalidad, ambos se profesaban total respeto. En 2015, su tarea va a ser muy distinta, ya que se va a tener que enfrentar con todos sus compañeros para lograr resultados que le permitan estar por muchos años más en este espectáculo.

Felipe Nasr, todavía como probador de Williams (Foto: Getty Images).

Así, Sauber va a unir dos pilotos jóvenes que ya se conocen dentro de las pistas, cuando competían en la antesala de la Fórmula 1. Sus batallas serán recordadas por sus múltiples choques y, a consecuencia de estos, abandonos. Pero ahora tienen que remar en una misma dirección: evolucionar el Sauber, por lo que ambos han firmado una tregua y han asegurado que, pese a su competitividad, van a trabajar bien juntos.