El semáforo de la calle de boxes de Albert Park no se ha encendido. Ni siquiera los monoplazas están en la isla oceánica. Es más, ni siquiera se saben todos los componentes de la parrilla de la temporada 2015. A pesar de todo ello, ya hay una escudería campeona del mundo y ya hay un piloto campeón del mundo, a saber entre los dos pilotos de Mercedes: Lewis Hamilton o Nico Rosberg.

El espectáculo promete estar atenuado un año más, aunque, no se malinterprete, Mercedes es merecedora de tal dominio, es la escudería que mejor ha sabido interpretar el nuevo reglamento. La escudería de la estrella contará, además, con dos “escoltas” de lujo, los Williams. Los de

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Grove han confirmado su gran papel en el cierre de 2014 y son claramente el segundo equipo. A día de hoy, parece claro que solamente ellos podrán ser rival, si es que lo hay, de Mercedes en condiciones normales.

Mientras, Ferrari y Red Bull representan un pequeño paso adelante y pequeño paso atrás a juzgar por lo visto en pretemporada. Los italianos, era imposible que alumbraran un monoplaza peor que el F14-T, han presentado un monoplaza fiable y que luchará por puestos más nobles que su predecesor, aunque se hace difícil creer que serán asiduos al podio. Red Bull, por su parte, parece continuar su lenta caída comenzada el año pasado. El motor Renault, sin duda, no es un gran aliado de la mejor aerodinámica. No obstante, seguro que estará en la pomada y conseguirá alguna victoria, pero lejos de sus dictaduras pasadas.

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Precisamente, al menos al nivel de Ferrari y de Red Bull, aspira Lotus, cuya estructura abandona los motores Renault tras llevarlos desde 1995. La migración hacia Mercedes parecía obligada si el equipo quería progresar y parece que así será. Sin duda, se erigen como la escudería que más progreso ha experimentado de un año a otro.

Todos esperaban a McLaren, o más bien a Honda, pero no ha comparecido. La escudería capitaneada por Éric Bouiller no ha conseguido despegar a consecuencia de las innumerables fallas mecánicas. Sin siquiera haber realizado un simulacro de carrera, McLaren se va a presentar en Albert Park con el anhelo de cruzar la línea de meta.

La esperanza reside en que se presume que Honda ha construido el segundo motor más potente y en que es un proyecto a largo plazo. A ello, se suma el contratiempo del accidente de Fernando Alonso, que se perderá el GP de Australia tras su accidente en Montmeló. Será difícil, pero lo normal sería que luchasen por alguna victoria hacia el final de la temporada.

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Toro Rosso, Force India y Sauber serán la clase baja de la parrilla, toda vez que Manor está descartada de la lucha tras no presentarse, siquiera, en los test de pretemporada. Las tres primeras basarán sus esperanzas de puntuar en su gran consistencia en cuanto a fiabilidad. La cuarta constituirá, en sí misma, otra categoría por rendimiento, pero hay que aplaudir el mérito de su comparecencia toda vez que estaba descartada hace no tantas semanas.

Pero, ojo, que el ánimo no decaiga. Los seguidores del Gran Circo siempre podrán disfrutar de batallas entre los mejores pilotos de la Tierra

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