Tras decir adiós a la Fórmula 1 en 2011, Renault contempla regresar como escudería en 2016 a la máxima categoría del automovilismo después de cuatro temporadas limitándose a suministrar motores a sus equipos clientes. Sin embargo, no lo harían desde cero, sino que comprarían a alguno de los competidores de la parrilla, aprovechando su personal y estructura. De convertirse esta situación en realidad, el equipo elegido por el fabricante francés sería Toro Rosso, ya que, después de las escuderías grandes, es el equipo con mejor situación económica, careciendo de deudas importantes.

De esta hipotética compra aún se sabe poco, pero Cyril Abiteboul, el director general de Renault Sport F1, confirma que están visitando las instalaciones de los de Faenza "de forma regular", pero matiza que lo hacen porque "son un equipo cliente". Además, parece que esto es algo que los galos no anunciarían pronto, ya que Abiteboul recalca que van "a trabajar en ello a lo largo del año, pero no en un futuro a corto plazo", dado que no es algo "para este año" y disponen de bastante tiempo.

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Interés en Toro Rosso, decisión de Red Bull

Por parte de Toro Rosso, Franz Tost, el director general, va un paso más allá y afirma que las visitas de Renault a las estructuras italianas se produjeron "hace tres o cuatro semanas", donde los empleados enviados por el motorista francés "se fijaron en todo". No obstante, también reconoce que "todavía no ha habido negociaciones", pero no esconde sus deseos de que esta posibilidad se materialice, ya que una mayor cooperación con la marca francesa sería muy beneficioso para ellos: "Va a ser bueno para Toro Rosso trabajar mano a mano con un fabricante. Para mí sería positivo y para el equipo sería positivo".

Pese a que existe interés en las dos partes, será decisiva la voluntad de Red Bull, escudería propietaria de Toro Rosso. Preguntado por este asunto, Helmut Marko, asesor de los austríacos, admite que el equipo pequeño de los de Milton Keynes podría ser traspasado, pero que los tetracampeones del mundo no se ven obligados a ello. "Podríamos vender Toro Rosso, pero no tenemos por qué hacerlo", indicaba, aclarando, a su vez, que, de realizarse esta compra, el programa de jóvenes pilotos de Red Bull no estaría abocado a desaparecer pese a perder a su filial: "Incluso si Renault se hace cargo de Toro Rosso, tendremos cooperación".

La elección de la escudería italiana por parte de Renault como la base sobre la que desarrollar el equipo francés, de concretarse sus intenciones de volver a la parrilla, no se debe a una decisión aleatoria, sino al resultado final del análisis de los posibles candidatos, entre los que se encontraban Sauber, Force India y Lotus, pero la delicada situación económica de estos tres equipos contrasta con la ausencia de problemas financieros de Toro Rosso, algo que interesa a la marca del rombo para no tener que pagar deudas una vez adquirida la escudería.

La mala situación económica de otros equipos pequeños hace que Renault se fije en Toro Rosso

Las posibilidades de ver esta unión aumentan cada día. Según el diario británico Autosport, el expiloto y cuatro veces campeón del mundo Alain Prost, embajador de Renault, habría convencido a Carlos Ghosn, el director ejecutivo de la compañía francesa, para realizar esta operación, argumentando que tener un equipo propio es la mejor manera de estar presente en el mundial, siendo más beneficioso que solamente suministrar motores a otros competidores.

La llegada a la Fórmula 1 mediante la adquisición de otra escudería de la categoría es algo muy común en esta competición. El propio equipo Toro Rosso entró a la parrilla gracias a la compra por parte de Red Bull de Minardi, y los austríacos llegaron comprando a la antigua escudería Jaguar. El último equipo que se incorporó comprando a otro es el actual campeón del mundo, Mercedes, absorbiendo a Brawn GP a finales de 2009.

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