El máximo organismo de la Fórmula 1 ha indicado que aún no hay una fecha prevista para concluir la investigación sobre el accidente de Fernando Alonso en los tests de Barcelona. El piloto asturiano se salió de la pista durante la última tanda de entrenamientos de pretemporada en el Circuito de Montmeló e impactó contra el muro, lo que le ocasionó una conmoción cerebral. Tras el accidente, el español no viajó hasta Melbourne para disputar el Gran Premio de Australia por prescripción médica.

La FIA decidió entonces abrir una investigación para esclarecer las causas del accidente del piloto de McLaren, pero dicha investigación aún no ha concluido y, de momento, no tiene fecha de finalización, como confirmó Charlie Whiting en el circuito de Albert Park: "Todavía estamos hablando con McLaren sobre algún aspecto mecánico, y el departamento médico está conversando con los empleados que atendieron a Fernando en el hospital. Estamos trabajando junto con McLaren y nuestros médicos están recogiendo toda la información que puedan encontrar. Ciertamente no estoy en posición para opinar sobre este asunto desde un punto de vista médico. Esto es realmente todo lo que puedo decir al respecto. No podemos poner un plazo para la investigación".

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Pero el accidente de Fernando Alonso en Barcelona puede traer también consecuencias futuras para la Fórmula 1. A partir de 2016, cabría la posibilidad de que la máxima categoría del automovilismo introduzca nuevas cámaras de alta velocidad en los monoplazas con el fin de poder investigar con mayor detalle los posibles accidentes que se produzcan.

Los coches que compiten en Fórmula 1 ya cuentan con cámaras que ofrecen la visión del piloto, pero en algunos accidentes esta tecnología en insuficiente para resolver las causas de determinados impactos. La propuesta de incluir nuevas cámaras ya la planteó la Comisión de Fórmula 1 antes de lo ocurrido con el asturiano y podría ser aprobada en la próxima reunión del Consejo Mundial del Motor la FIA en el mes de marzo.

"Para analizar los accidentes, cada coche debe tener una cámara de alta velocidad, que haya sido fabricada por el proveedor designado por la FIA con especificaciones determinadas por la FIA. Debería acoplarse al coche en cada carrera o test en los que haya más de un equipo, las escuderías deben poner toda la carne en el asador para asegurar de que funciona todo el tiempo. La cámara debe ponerse de acuerdo con las instrucciones de la FIA", reza el artículo actualizado 27.2 de la Regulación Deportiva.

En el caso de que finalmente se aceptara dicha propuesta, los pilotos también deberán llevar acelerómetros en los oídos diseñados también por un fabricante seleccionado por la FIA.

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