Largos serían de contar los episodios que nos ha dejado el Gran Premio de China en las que han sido once ediciones de la cita desde su embarco en el Gran Circo. Como largo y tendido podríamos sentarnos a escribir las andanzas de Fernando Alonso, que su huella también ha dejado en el asfalto de la tierra de los ojos rasgados.

Pero de todas ellas, una sin duda asoma la cabeza sobre el resto, cuando la gloria se aliaba con un piloto que, recién estrenado el título de pilotos en su-aún- incipiente vitrina, brindaba de nuevo con champán tras regalarle a sus hombres el colofón perfecto a una temporada de sueño: el título mundial de constructores en la dupla con su compañero Giancarlo Fisichella.

Previa histórica GP de China 2005: "We are the champions" | FOTO: Formula Passion

Y como no podía ser de otra manera, el español Fernando Alonso se mostraba -más bien lo cantaba- a la altura de las circunstancias. Trocando el mono por el micrófono, el asturiano se atrevía a cantar el 'himo al campeón' tras ver sobre su casco ondear la bandera cuadros por última vez en ese brillante 2005. "We are the champions", cantaba en un tono tan descafeinado como divertido. Un momento para el recuerdo y que se ha ganado un 'rinconcito' en los anales de la historia moderna del circo de la cilindrada en las cuatro ruedas.

Pole y victoria, todo uno pese a la adversidad

Tras coronarse en Brasil, Fernando Alonso pondría el broche de oro a una temporada histórica al imponerse, dos citas más allá en el calendario, en el Gran Premio de China, en el que Renault conquistaba también el título de constructores. El piloto español logró de este modo su séptima victoria de la campaña, con lo que igualaba la cifra lograda por Kimi Räikkonen, que fue segundo en el circuito de Shanghái. Tercero concluyó el teutón Ralf Schumacher.

Comenzaba el fin de semana y la idea de Alonso era firme, como era firme la candidatura de la escuadra francesa de robarle el abanderado de campeón predestinado a los ingleses de la factoría Woking: había de salir primero y asegurarse una ventaja que luego los pilotos de McLaren -entonces con el sello de la germana Mercedes-Benz bajo el capó- no pudieran neutralizar en las paradas por boxes. Dicho y hecho. Fernando realizaba una salida perfecta y se escapaba raudo a razón de un segundo por vuelta de su inmediato perseguidor, que no era otro que su 'segundo de a bordo' Giancarlo Fisichella, cubriendo las espaldas del asturiano a la defensa de los ataques de Räikkonen y Montoya.

No había consuelo para los mandados de Ron Dennis. Como hicere en los anales de la historia más alejada en el tiempo el macedonio Alejandro Magno, el español se había subido a su Bucéfalo para dominar desde el inicio la carrera y abanderar a su equipo hasta la meta. Y este que coloreaba el número '1' de pintorescos azules no parecía hayar freno al tiempo que la brecha se ampliaba con un Fisichella que remaba detrás frente a las embestidas de los tildados de campeones.

Previa histórica GP de China 2005: "We are the champions" | FOTO: CarandDriver

El asfalto hace tropezar al ritmo triunfal de Alonso

Todo marchaba a pedir de boca hasta que la fortuna le daba la espalda a Alonso en la vuelta decimoctava del Gran Premio. Ya que sus rivales no podían capear el ritmo en carrera del español, el asfalto jugaría baza en su contra. No en vano, se despegó la tapa de una alcantarilla y la entrada del coche de seguridad era obligada.

El lance tuvo tres 'víctimas' ilustres: el propio Alonso, que perdió de un 'plumazo' la ventaja adquirida sobre sus rivales; Juan Pablo Montoya, cuyo McLaren resultó dañado al pasar por encima de la citada tapa y tuvo que abandonar, y Michael Schumacher, que se salió de la pista si bien su carrera ya estaba un tanto saldada, partiendo desde el pit-lane y con el coche reserva.

Previa histórica GP de China 2005: "We are the champions" | FOTO: F1aldia

Como decimos, no fue el único incidente surrealista protagonizado en Shanghái por el 'kaiser' alemán, que chocó con Albers en la vuelta de incorporación a la parrilla y tuvo que tomar pues la salida de la carrera desde la línea de boxes y con el coche de reserva. De esta forma tan deslucida concluyó una temporada negra para el piloto alemán y también para Ferrari, mientras se mantenía la lucha Renault-McLaren por un lugar en el áureo liderazgo por parejas del mundial.

Accidente de Kartikeyan y segundo 'reset'

El 'segundo' Gran Premio arrancó con las mismas trazas que el primero. Alonso rodaba de nuevo por los mismos derroteros, escapándose incluso de su propia sombra y con su guardaespaldas, Fisichella, aguantando con firmeza los tibios ataques del finés Räikkonen, pero el nuevo ritmo del español se vio bruscamente truncado por segunda vez a causa del violento accidente de Narain Karthikeyan, que salió con bien de su monoplaza pero dejando los restos de su destrozado Jordan esparcidos por doquier sobre el asfalto, obligando a una nueva entrada del coche de seguridad.

Fernando Alonso estaba -seguro- que no cabía dentro del 'cockpit'. Tanto esfuerzo desplegado y tocaba volver a recomenzar, lanzar el cronómetro de nuevo de cero con toda la parrilla de nuevo alineada en fila india. Los pilotos aprovecharon la tesitura para realizar la segunda parada en boxes, excepto Ralf Schumacher, Felipe Massa y Christian Klien, que sacarían tajada de su estrategia.

Cuando las asistencias limpiaron el asfalto se procedió a relanzar la carrera, por tercera ocasión consecutiva, siendo esta, no obstante, la definitiva. Alonso volvió a sacar el mazo, a marcar distancia, sin que Räikkonen, que había superado en la estrategia de las paradas a Fisichella, pudiera hacer nada por acercarse al alerón de un Alonso voador.

Únicamente en las vueltas finales, cuando el español levantó el pie de la tabla para conservar la mecánica, el finlandés consiguió restar una ventaja que jamás peligró. Renault, además, dejó claro que sin echar mano de la calculadora y con la última versión del R25 podía luchar de tú a tú, y derrotar, a un McLaren que había lucido prácticamente durante toda la temporada la vitola de favorito.

Previa histórica GP de China 2005: "We are the champions" | FOTO: F1Fanatic

La vida cambia y a McLaren visto está que ni por entonces (por no conseguir el título) ni hoy, por razones evidentes a la espera de un salto cualitativo, le sonríe. Y paradójicamente, es su verdugo quien ahora sufre las penurias de su castigado, diez años más tarde. Todo se verá de aquí en adelante, con toda la temporada por delante y con oportunidades sobradas para terciar el gesto.

Un doblete francés bajo un himno en británico

Ya después del Gran Premio, una vez la FIA solventó las sospechas ante posibles ilegalidades durante la carrera, Fisichella sería sancionado por los comisarios con un 'drive through' por obstaculizar a Räikkonen en la entrada de boxes. Ello le ocasionó la pérdida del tercer lugar en favor de Ralf Schumacher, protagonista de un buen final de temporada, aunque no por ello se vería alterado el paso firme de Renault hacia el título de constructores.

La firma francesa completó, de esta forma, una temporada histórica que Flavio Briatore y Fernando Alonso coronaron de la mejor forma, celebrando de forma expresiva durante la vuelta de honor, mientras el piloto entonaba el 'We are the champions' de Freddie Mercury, la guinda perfecta para el final perfecto.