El piloto alemán de la Scuderia Ferrari ha llegado a Shangái todavía en una nube, pero con los pies en el suelo y todos los focos de la prensa son para él. Tras ganar su primera carrera con la Scuderia, Vettel ha sido el protagonista de la rueda de prensa de la FIA. Sebastian se ha encargado de apagar todas las euforias excesivas, además de transmitir que los objetivos de Ferrari son los mismos que antes y que seguirán por el mismo camino.

La victoria conseguida en Malasia fue "una gran victoria para todo el equipo, un día muy emotivo", tanto que en Maranello durante la semana pasada la gente "ha estado feliz, muy feliz", al ver recompensado el duro trabajo que han hecho con este SF15-T desde hace más de un año.

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Sebastian Vettel prefiere mantener los pies en la tierra y no darse aire de favoritos, admite que "el objetivo es situarse detrás de Mercedes y por delante de grandes equipos como Williams o Red Bull", y partiendo de esta base, buscar el camino para seguir mejorando y "asegurarse que la brecha con Mercedes es cada vez menor".

El piloto alemán ha recordado sus mejores momentos en Shangái, un circuito que califica de "muy especial". Dos de sus mejores recuerdos aquí son en 2007 y 2009, en el primero tuvo "una gran carrera, que le dio la oportunidad de acabar cuarto y sumar sus primeros puntos con Toro Rosso". En la segunda, ya en 2009, logró "la primera victoria con Red Bull, un gran recuerdo", dijo Vettel.

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Sebastian Vettel, también tuvo tiempo para hablar de unas palabras no muy buenas que tuvo Bernie Ecclestone hacia él, quien dijo que el alemán no representaba bien lo que es ser campeón del mundo. El piloto de Ferrari sólo dijo que: "Es libre de decir lo que quiera. Yo estoy muy contento de lo que he logrado y de cómo lo he logrado".