La cuarta cita del calendario llega para el equipo Manor. Después de acabar por primera vez con sus dos monoplazas en China, el enfoque para este nuevo gran premio en Baréin será similar. Will Stevens pudo debutar al fin un domingo, terminando por delante de su compañero Roberto Merhi, después de que en el primer fin de semana ninguno de los Manor hiciera ni un solo kilómetro y en el segundo el inglés no pudiera formar parte de la parrilla por un fallo en el sistema de combustible.

En la rueda de prensa de la FIA, el piloto muestra su optimismo pese a la delicada situación de la escudería, afirmando que "de cara al futuro, solo podemos mejorar". "Sabíamos que las primeras carreras iban a ser difíciles. El equipo, de donde terminaron el año pasado en el Campeonato de Constructores, está ahora en una posición diferente de la que estaban antes", declaraba, confiando a su vez en que el equipo avanzará "hacia adelante a final de año", y espera que con el nuevo coche que introducirán durante la temporada puedan "realmente empezar a hacer algunos progresos".

Will Stevens y Roberto Merhi | Foto: SkySports

En cuanto a lo hecho por Manor en la última carrera, Stevens califica de "gran paso adelante" el resultado conseguido, ya que por primera vez los dos monoplazas pudieron cruzar la línea de meta. "China fue la primera carrera que hice personalmente este año", decía, añadiendo que "tal y como fue el fin de semana, funcionó todo bastante bien".

De cara a este gran premio, el británico afirma sentirse "con ganas" de subirse al coche, y señala que las expectativas del equipo son "terminar la carrera con ambos coches de nuevo". Además, Stevens, cada vez que vuelve al monoplaza, se siente "más y más cómodo", sobre todo teniendo en cuenta que no pudo disputar la carrera de Malasia. "Creo que el ritmo que mostré en China era muy fuerte. Solo necesitamos seguir hacia adelante y ver hasta dónde podemos llegar", afirmaba.

Foto: Manor