Lewis Hamilton y su 'póker' soberano

La noche cubría con su manto el circuito de Sakhir cuando el semáforo cambiaba a verde y abría fuego real en el trazado del golfo Pérsico. Pasaban los minutos, y con ello las sesiones, y el mismo guion parecía volver a repetirse en esta cuarta cita del calendario. A escena, dos galaxias. Una, la de Hamilton, y otra, la del resto de la parrilla.

No es equivocado pensar que el inglés compite en otro mundo, y rara era la vez que no destrozaba los cronos para poner su nombre al frente de la lista de clasificados. Y así hasta el final de este sábado, ya cuando la noche se había cerrado del todo. Suerte que su estrella ha seguido refulgiendo en el firmamento de este 'Gran Circo'.

Un circo que le ha elegido como maestro de ceremonias. Sin discusión. No en vano, algo más de cuatro décimas le ha restado al crono de Sebastian Vettel, su inmediato perseguidor y parece que el único capaz de toserle esta jornada tras un Nico Rosberg de capa caída. Su crono, de 1:32.571, le ha vuelto a colocar a la cabeza de una clasificación. Y adivinen: es la cuarta semana consecutiva.

Ferrari se ha erigido de nuevo como la segunda potencia, muy pegada a Mercedes salvando el dominio obvio del 'Hammer Time'. De facto, las balas coloradas han sido las únicas capaces de tomarle el pulso de manera firme a las balas de Brackley; en especial, el tertracampeón Sebastian Vettel, que saldrá desde primera línea tras mejorar el mejor crono de un Rosberg anacrónico, que cerró el podio. Raikkonen le persiguió, abonado al cuarto.

Para con Ferrari, la competitividad de Williams, que en fases sí pudo apretar las posiciones de cabeza, ha sido a final de cuentas anecdótica. El quinto y sexto puesto están a propiedad de los de Groove. El resto de posiciones las han copado los habituales, con Sainz concluyendo noveno tras lograr casi una gesta para pasar la barrera de la Q2 y Alonso decimocuarto, llegando a segunda ronda después de que su compañero Button se viese obligado a abandonar. Junto a éste, que partirá último, Roberto Merhi cierra las posiciones de parrilla.

Alonso rompe los moldes y consigue dar el salto a Q2

El sol se escondía por el horizonte asiático y las tempetraturas se desplomaban cuando el reloj descontaba los minutos a la primera tanda de clasificación sobre Baréin. El silencio inicial lo quebraba pues Kimi Räikkonen, que al volante de su bólido rojo marcaba el primer crono cronometrado de la sesión. Tras él, llevaban la réplica el resto de equipos, que comenzaban a generar actividad saliendo en fila india desde la calle de boxes.

Todos a excepción de, curiosamente, Ferrari. Los italianos cambiaban la estrategia con su tetracampeón Sebastian Vettel, que salía rezagado cuando restaban apenas siete minutos para concluir la sesión. Todos los pilotos rodaban con los compuestos duros a excepción de los equipos con pocas opciones de cara a nuevas entregas, como McLaren-Honda o Manor, que salían con neumáticos blandos a la busca del milagro.

Sin embargo, muy pronto se había torcido la clasificación para el equipo de Woking, reiterando los problemas de déficit de potencia en el bólido de Jenson Button, que sin haber completado un solo giro en la sesión vespertina de este sábado se quedaba parado a un lado del asfalto, lo que significaba que mañana partirá último.

A esto que Force India era pionero -entre los de cabeza- en montar los compuestos blandos a cinco minutos del final de la tanda, algo que repercutía en el resto de equipos, cuando Mercedes y Ferrari veían que sus cronos se estaban quedando cortos. A raíz del paso por el garaje, sus tiempos mejoraron y continuaron en cabeza hasta que concluyera la primera sesión.

De ella quedaban, además de Jenson Button, eliminados Daniil Kvyat, Pastor Maldonado, Will Stevens y Roberto Merhi, salvando los muebles algunos pilotos que marcaron tiempo bajo la bandera a cuadros, entre ellos Fernando Alonso. El ruso no logró salir a rodar sus últimas vueltas de la sesión y quedó relegado a la decimoséptima plaza, seguido del venezolano, que lejos de levantar cabeza acusó problemas de motor. Will Stevens le sacó un segundo a Merhi, que marcó el crono más lento del sábado.

Un balón de aire fue lo consumado para el propio Alonso y también para McLaren-Honda. No en vano, el derrocamiento de los cinco citados permitía al piloto asturiano llegar al segundo asalto, cumpliendo el objetivo y denotando la leve mejoría de los de Woking, escalando posiciones paso a paso. Dos caras de una moneda, dos anversos enfrentados: la sonrisa de Alonso y la impotencia de Jenson.

Hamilton, en la estratosfera desde Q2.

La segunda sesión comenzó desde el sigilo, pero tras varios minutos de inactividad los coches comenzaron a saltar a pista a marchas forzadas. Como en tantas ocasiones, Mercedes dominaba y le secundaba Ferrari, pero Williams terciaba en la discordia colocándose en medias de los coches rojos, con Massa como ejemplo.

Una vuelta estratosférica de Lewis Hamilton volvía a sitiarle a la cabeza de la tabla, rodando dentro del 1:32 y sacando un segundo de diferencia a su compañero de equipo. Por su parte, Räikkonen era segundo, Massa tercero y Vettel cuarto; Rosberg quedaba pues, muy tapado.

Más abajo quedaban Ricciardo y Romain Grosjean, pegados al Williams de Valtteri Bottas (6º), que se aseguraban su entrada en el 'top ten' con oposición a la Q3. Una vuelta espectacular de Carlos Sainz le colocaba 'in extremis' en el tercer asalto de la ronda clasificatoria, eliminando a los Sauber de Nasr y Ericsson, mientras Nico Hulkenberg terminaba noveno y Pérez lo hacía en undécima posición.

Peor suerte, aunque cumpliendo los pronósticos, corría Fernando Alonso, que acababa decimocuarto y caía en esta segunda tanda, pero colocándose por delante del Toro Rosso de Max Verstappen, decimoquinto clasificado a la espalda del asturiano.

Y para terminar, pole despótica de Lewis Hamilton

Se inició la Q3 siguiendo la tónica de las anteriores. Se atrevían los pilotos a salir con los compuestos usados, y Lewis Hamilton ya lideraba los primeros pasos por vuelta secundado por Ricciardo, que comenzaba con neumáticos de estreno. En esta primera tentativa, Rosberg era tercero, a una persecución muy distante de su compañero de equipo.

Hasta tres minutos del final no llegó la intensidad por las posiciones de cabeza, cuando un piloto tras otro pasaba por la recta de meta mejorando sus tiempos personales. Comenzaba Daniel Ricciardo, que apenas rebasaba su vuelta lanzada en unas pocas décimas. Acto seguido, pasaba Vettel y coronaba la cima con un tiempo dentro de la barrera del 1:32 que le ubicaba a tres décimas de Räikkonen.

Faltaban los Mercedes y Rosberg era el primero en pasar por la línea. Lo hacía detrás de Vettel. Y finalmente, el último ladrón de guante blanco, Lewis Hamilton, se hacía con una pole que venía avisando sector a sector. Reventaba así el cronómetro y colocaba la mejor vuelta a cuatro segundos de su predecesor. Cuarta pole del año en cuatro clasificaciones disputadas. Un 'póker' de vueltas en verde tras otra jugada ganadora en la mano del 'Hammer Time'.

Clasificación del GP Baréin 2015 de Fórmula 1: