Carlos Sainz no ha logrado sumar ningún punto en una carrera más que difícil para Toro Rosso. Los hermanos pequeños de Red Bull sufrieron mucho con la potencia de su motor Renault, además el ahorro de combustible fue una locura fue una locura para ellos. A pesar de esto, el madrileño ha vuelto a conseguir quedar por delante de Max Verstappen, su compañero de equipo, quien no ha podido pasar de la decimoquinta posición.

El piloto español de Toro Rosso "lo llevaba avisando todo el fin de semana" y, el que avisa no es traidor: "Hemos sufrido mucho con la velocidad punta, y desde la primera me han pedido que empezara a guardar gasolina, por lo que tenía que levantar el pie del acelerador 150 metros antes de los puntos de frenada".

"Ha sido una carrera dura", admitía Carlos Sainz. "He intentado guardar lo máximo de gasolina para tener un final bonito y divertido. Lo he intentado con Ricciardo y Pérez pero no he podido pasarlos. Aún así, cuando el coche se descarga va mejor", añadía el piloto madrileño.

Carlos Sainz ya piensa en el próximo gran premio: "Ahora vamos a Austria, que debería ser un circuito más favorable para nosotros, sigue habiendo muchas rectas, pero también muchas curvas rápidas donde podemos recuperar. Vamos a ver qué podemos hacer, los puntos debería estar más factibles allí".

Las primeras vueltas y el primer tercio de la carrera "no ha sido muy bueno", ya que cuando "el coche va cargado de gasolina cuesta bastante". Pero a partir de ese momento, el madrileño ha podido "ir remontando poco a poco", aunque sin llegar al premio de la zona de puntos.

Por último, el español de Toro Rosso ha dicho que falta emoción en estas carreras, ya que son demasiado planas: "Todo el mundo dice que Canadá es una carrera loca… Y nunca pasa nada. Vamos a tener que dejar de decir que en Canadá o Mónaco hay carreras locas porque luego no pasa nada".