El alemán sabía que hoy tenía una oportunidad para dar un golpe sobre la mesa y posicionarse a tan solo diez puntos de Lewis Hamilton en la lucha por el mundial. El británico se había mostrado muy nervioso durante todo el fin de semana, con muchos errores, pero una salida de pista de Rosberg en la clasificación, le privó de la pole position. A pesar de todo, el ritmo mostrado por el alemán durante la jornada del viernes y sábado fue superior al de su compañero de equipo. Tocaba demostrarlo en carrera y no decepcionó.
El germano adelantó en la salida a Hamilton, lo que le permitió, desde un principio, tener prioridad en la primera parada en boxes. Está claro que la buena salida de Rosberg fue la clave de la carrera. Él lo explicó de esta forma: "Es increíble ganar aquí otra vez, estoy muy contento, y esa salida es la que ha marcada la carrera claramente. Luego, por suerte, he podido defenderme en las primeras curvas".
Nico fue ampliando cada vez más su ventaja con Lewis hasta situarse alrededor de los tres segundos en el momento de la parada en boxes. Después de esta primera y última parada, el inglés se desinfló y no pudo seguir el tremendo ritmo marcado por el alemán. Además, el líder del mundial fue sancionado con cinco segundos al final de carrera por pisar o, mejor dicho, travesar por completo la línea de salida del pit lane.
La victoria tenía nombre y apellido. Solo era cuestión de agotar el número de vueltas y de que el monoplaza no tuviera ningún tipo de problema: "Me he dedicado a tirar. Hoy estaba muy contento con el coche y de ver que el espacio con Lewis se iba haciendo cada vez más grande. Podríamos decir que ha sido un día perfecto hoy".
El campeonato llega prácticamente al ecuador de la temporada y la distancia entre Lewis y Nico es de 10 puntos a favor del británico. Todo parece presagiar una lucha encarnizada entre los dos pilotos de Mercedes en lo que resta de temporada. Algo parecido a lo sucedido durante el pasado año, donde el campeonato se decidió en la última carrera.