La relación entre Red Bull y Renault no pasa por su mejor momento. Con los años de dominio aplastante de la escudería de la bebida energética en el pasado, el presente de los de Milton Keynes pasa por una sequía de resultados, que atribuyen al escaso rendimiento de su unidad de potencia, suministrada por Renault.
Es esta disconformidad en cuanto al rendimiento del motor la que ha motivado numerosos rumores en las últimas semanas que situarían a Red Bull en busca de un nuevo suministrador de motores para las próximas temporadas.
En el pasado Gran Premio de Austria, Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, declaraba que su escudería estaría "mas que encantada" de ser la nueva proveedora de motores de los austriacos. Sin embargo, este hipotético acuerdo entre Ferrari y Red Bull tendría algunas condiciones.
"Tengo mucho respeto por Red Bull. Creo que han hecho mucho por el deporte, han sido campeones del mundo durante varios años. Creo que volverán a encontrar el camino, y si podemos ayudarles a hacerlo, estaríamos más que encantados a realizarlo", comentó el italiano en Austria, según Reuters.
Estas declaraciones de Marchionne aparecen tras el primer acercamiento de los italianos, que se produjo en el Gran Premio de Canadá, como ya confirmó a la prensa el propio Helmut Marko. De realizarse este acuerdo entre las dos escuderías, Red Bull recibiría una versión del motor que no estaría al nivel de los monoplazas de la Scuderia en cuanto a prestaciones.
"Yo hablo con todo el mundo. Está en nuestro ADN, lo hemos hecho antes. Creo que podemos proporcionar motores a cualquiera de los equipos que quieran competir. Daría motores a cualquiera siempre que paguen. Pero tengo que decir que si el motor Ferrari es para Red Bull, espero que el motor Ferrari que gana sea el del Ferrari", concluyó el presidente de los de Maranello el pasado fin de semana.
Sin embargo, disputadas ya ocho carreras del Mundial 2015 de Fórmula 1, ha quedado demostrado que la unidad de potencia de Ferrari no es la mejor de la parrilla. Ese honor pertenece a Mercedes, y según las declaraciones de Toto Wolff, los alemanes no tienen intención de vender su motor a Red Bull en el futuro.
Wolff dejó entrever que quieren mantener su dominio actual en la competición el mayor tiempo posible y por ello no piensan seguir los pasos de Ferrari y no ofrecerán su unidad de potencia a la marca de la bebida energética.
"Estamos en plena capacidad", comentó Wolff a la agencia austríaca APA. Hay que recordar que Mercedes suministra motores también a Force India, Williams y Lotus. "Cuatro equipos, incluyendo el nuestro, es el máximo. Así que en este momento, estamos contentos con eso", zanjó el austriaco, que además se mostró discreto a la hora de no confirmar si la negativa tenía que ver con evitar otra época de dominio de los de Milton Keynes como la de los años 2010-2013: "Hay muchas razones", admitía Wolff.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, también ha querido pronunciarse al respecto, y en medio de la guerra de declaraciones contra Renault (hace unos días Dietrich Mateschitz decía que "Renault se ha cargado nuestra motivación"), se ha negado a cambiar de motorista, ya que está vigente un contrato con Renault y por las condiciones que exige Ferrari.
"Antes que nada, tenemos un contrato con Renault. Sergio nos ha ofrecido su motor muy generosamente, pero supongo que no os ha desglosado las condiciones que nos han ofrecido. Tenemos un contrato con Renault, así que no hay que tomar ninguna decisión", afirmó Horner.
Posteriormente, el jefe de Red Bull fue más claro todavía y zanjó el tema: "Definitivamente Red Bull no usará motores cliente de Ferrari. No creo que, como equipo cliente, puedas auparte hasta la parte alta de la clasificación pues siempre recibirás un motor inferior".
Por lo tanto, en Red Bull aseguran que la relación "no está rota" a pesar de las múltiples pruebas de ello y tendrán que seguir trabajando juntos para volver a ser competitivos. Eso si, el jefe de Red Bull ha aprovechado para lanzar un dardo a los de Renault: "Todavía queremos ganar, pero no puedes ganar una carrera de caballos con un pony Shetland", bromeó Christian Horner.