El Gran Premio de Gran Bretaña destapó unas sorpresivas negociaciones entre la escudería Red Bull y Aston Martin, aunque todavía se encontrarían en un estado más que embrionario. Esta alianza incluiría acuerdos comerciales y que Mercedes, poseedora de un cinco por ciento de Aston Martin, suministrase sus motores a la escuderia enérgetica.

De este modo, los logos del fabricante británico, que compitió en Fórmula 1 en 1959 y 1960 con escaso éxito, aparecerían representados en las carrocerías de los monoplazas pero el proveedor oficial de las unidades de potencia sería Mercedes.  

Al respecto de este tema, el jefe de Aston Martin Andy Palmer, presente el pasado fin de semana en Silverstone, declaró que "en el paddock siempre hay muchos rumores" y que tienen que buscar vías para "dar a conocer" el nombre de su marca por todo el mundo

Actualmente utilizan para ello el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) pero si algo apareciese en su radar y se dieran las circunstancias adecuadas, "lo considerarían", espetó Palmer según Autosport.

Todos quedarían 'satisfechos'

El interés de Aston Martin por tener presencia en las parrillas de Fórmula 1, además del WEC, es más que evidente, permitiendo a la firma británica "medirse" en pista con rivales con los que compite también en las carreteras, como McLaren y Ferrari.

Y es que tras la reciente bajada de ventas, el fabricante británico pretendería contener las pérdidas aprovechando el filón que supone estar representado en la máxima competición mundial.

En este sentido, el acuerdo contaría con el beneplácito de Mercedes, que no considera a Aston Martin un competidor en lo que a coches de calle se refiere, y que además está 'ansioso' por tener más equipos cliente que le permitan compensar los costes de la inversión en F1.

No obstante, Red Bull no sería la única alternativa y los logotipos de la marca británica, fundada en 1913, podrían aparecer también en los monoplazas de otros equipos clientes de Mercedes como Williams, Force India o Lotus.

Y es que la escudería de Milton Keynes tiene contrato en vigor con la francesa Renault hasta el final de 2016. Un binomio capaz de dominar la Fórmula 1 durante cuatro años pero que en los últimos dieciocho meses de competición esta teniendo problemas para seguir el desarrollo de Ferrari y, sobre todo, Mercedes.

Problemas Red Bull-Renault

Directivos de Red Bull han criticado regularmente a Renault en público esta temporada y han mantenido continuas reuniones con los responsables del fabricante francés para discutir los términos de su acuerdo.

Es por ello que la escudería del toro ha amenazado repetidamente con abandonar la máxima competición si no eran capaces de montar motores competitivos de nuevo en un futuro cercano.

De hecho, el propietario del equipo Red Bull Racing, Dietrich Mateschitz, dijo el pasado mes que Renault ha destruido su "disfrute y motivación"  al tiempo que descarto convertirse en cliente de otro proveedor de unidades de potencia.