El balance de esta temporada 2015 de Fórmula 1 ha dejado dos cosas claras. La primera es que Mercedes continúa al frente de la parrilla con un amplio margen sobre sus más inmediatos perseguidores. La segunda es que tales perseguidores de los alemanes ya no son los dos monoplazas de Williams como en el pasado mundial, sino los bólidos rojos de Ferrari.

Así lo reflejan las estadísticas, con los podios de las seis primeras carreras monopolizados por Lewis Hamilton, Nico Rosberg, Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, aunque este último solo lo consiguió en una ocasión. Y es que, tras ver la sólida pretemporada de los de Maranello, desde Williams ya se temían que se hubieran cambiado los papeles de 2014 y ahora fueran ellos a los que les fuera inalcanzable llegar a los puestos nobles de un gran premio, algo que se confirmó desde el principio, siendo superados tanto en carrera como en clasificación.

No obstante, los británicos no se quedaron con los brazos cruzados y siguieron trabajando para acortar las distancias con la Scudería. Tal esfuerzo fue recompensado a partir de la séptima prueba del campeonato, consiguiendo dos terceros puestos consecutivos en Canadá y Austria de la mano de Valtteri Bottas y Felipe Massa respectivamente.

Williams, a rebufo de Ferrari | Foto: Motorsport

Estos primeros podios fueron más por demérito de Ferrari en estas carreras que por un gran rendimiento de Williams, pero el hecho de haber recortado progresivamente las distancias con ellos les permitió aprovechar los errores del equipo rojo.

Esos últimos resultados solo fueron el preámbulo del gran punto de inflexión de los de Grove: el Gran Premio de Silverstone. En su carrera de casa, los monoplazas británicos finalmente superaron, y con cierta solvencia, a la escudería italiana en clasificación, y en la carrera, hasta que llegó la lluvia y Vettel le robó el podio a Massa, Williams estaba rindiendo muy por encima de ellos.

Sin embargo, pese a que en esta primera mitad de la temporada Williams quedó rezagada a ser la tercera fuerza, el equipo lleva a estas alturas más puntos que en 2014 y consiguió el primer podio una carrera antes que el pasado año.

Esto se debe principalmente a dos motivos: el comienzo irregular del equipo en el anterior mundial, no aprovechando en las primeras pruebas el potencial del coche, además de que Red Bull estaba de por medio en muy buena forma, y la buena labor de Felipe Massa en este 2015.

La consistencia de Massa se suma a la de Bottas

El brasileño merece una mención especial. Ajeno a los cientos de incidentes y algunos errores en boxes que sufrió en 2014, ahora Felipe disfruta de la que está siendo una gran temporada para él, superando con claridad a su compañero en clasificación, aunque en su duelo de los domingos el finlandés aún le lleva una pequeña ventaja, que se refleja en que esté en la clasificación general unos pocos puntos por encima del expiloto de Ferrari.

Williams, a rebufo de Ferrari | Foto: Motor 16

El hecho de que Massa no se haya visto inmerso en tantos problemas, como aquellos accidentes espectaculares con Sergio Pérez y Kevin Magnussen el año pasado, ha sido clave para que se encuentre tan cerca de Bottas y le esté dando a Williams una buena cantidad de puntos que no consiguió en 2014 por sus múltiples abandonos. De hecho, en las carreras que pudo completar ese año sin infortunios, en bastantes de ellas batió a Valtteri, por lo que se intuía que podía dar mucho más si dejaba de ser un imán para las desgracias.

Para un mejor análisis de la temporada 2015 de Williams, es conveniente examinar lo sucedido en cada carrera:

Gran Premio de Australia, los temores de Williams se confirman

El Gran Circo acababa la pretemporada y se dirigía a Melbourne con varias incertidumbres. Una de ellas era si el equipo Williams empezaría el año como acabó el anterior, siendo la única alternativa, desde la lejanía, a Mercedes, o si Ferrari u otra escudería les había robado la cartera.

Los tests corroboraban la mejoría de los italianos, con un Kimi Räikkönen insólitamente contento y comunicativo y un Sebastian Vettel realmente satisfecho con su coche. No obstante, que Ferrari mejorase respecto al año pasado era lo obvio, ya que acabaron la temporada siendo novenos y décimos en Abu Dabi. La gran duda era saber cuánto habían mejorado.

Williams, a rebufo de Ferrari | Foto: Autosport

La gran prueba de fuego para Williams llegó en la sesión de clasificación, donde tuvieron la cara y la cruz de una misma moneda: Felipe Massa se sacaba una gran vuelta de la manga y clasificaba tercero por delante de los Ferrari, pero Valtteri Bottas quedaría justo por detrás de ellos en sexta posición.

Tras la clasificación, el finlandés reportaba que estaba teniendo durante todo el fin de semana molestias en su espalda, y estas eran tan serias que se le impidió participar en la carrera del día siguiente, contando el equipo británico con Massa como su única baza.

Llegado el domingo, el piloto brasileño perdería la tercera posición en los boxes gracias a una mejor estrategia de Ferrari con Vettel, quien le venía siguiendo la estela, y una vez que el alemán se puso delante, fue mucho más rápido que el monoplaza británico. Felipe tuvo que conformarse con la cuarta posición. Ferrari rindió claramente mejor que Williams.

Poco después, llegaría el Gran Premio de Malasia, y en una clasificación con el suelo mojado en la Q3 merced a una de las repentinas lluvias tropicales tan características de este país, los Williams, que demostraron que su monoplaza heredó la escasa habilidad en condiciones de lluvia del FW36 de 2014, quedaron rezagados a la séptima posición de Massa y la novena del recuperado Bottas.

El domingo, ambos mejoraron un poco su clasificación, el finlandés acabaría quinto y el brasileño por detrás en la sexta plaza, pero sus mayores rivales, los Ferrari, les pasarían por encima: Vettel conseguiría una incontestable victoria con una excelente degradación de las gomas y un gran ritmo y Räikkönen quedaría holgadamente por delante de los británicos después de remontar desde las últimas posiciones por un problema.

En China y Baréin sería más de lo mismo. En el trazado de Shanghái Massa y Bottas clasificarían cuarto y quinto respectivamente, tras Vettel, aunque por encima de un Räikkönen muy titubeante los sabados. En la carrera, ambos quedarían inmediatamente por detrás de los bólidos de Maranello, quintos y sextos. El podio de nuevo era inalcanzable.

Lo mismo sucedería en Sakhir, que tras clasificar por detrás de los Ferrari, el domingo Bottas aprovecharía un error de Vettel para terminar cuarto, y Massa, con problemas de degradación, solo podría rascar un punto, acabando décimo. Mientras tanto, otro nuevo podio para La Scudería con la segunda plaza de Räikkönen.

Como cada año, llegaba la Fórmula 1 a Europa gracias al Gran Premio de España, y aquí también seguía la vida igual para la escudería británica: Un nuevo podio para Sebastian, y el mejor de los Williams detrás del alemán merced a una cuarta plaza de Valtteri, quedando por delante de Kimi. Felipe cerraría este grupo acabando sexto.

Pero el peor momento de la temporada, al menos de las pruebas que se han disputado, llegaría en el Gran Premio de Mónaco, donde ninguno de los bólidos llegaría a la Q3 en la clasificación. Es más, si Massa se quedó en la Q2, Bottas ni siquiera lograría pasar el corte de la Q1. En la carrera, el FW37 rindió realmente mal y ambos pilotos, ya lastrados por la mala clasificación, quedaron muy lejos de los puntos.

Williams vuelve por sus fueros en Canadá y Austria

Viendo lo que ocurriría en las siguientes carreras, parece que los de Grove tocaron fondo en Mónaco para coger impulso en las siguientes pruebas, ya que en esta fase abrirían al fin la lata de los podios en este 2015. Las novedades que iban incorporando al coche eran efectivas para ir reduciendo las distancias con Ferrari.

En Canadá, un problema en el coche de Felipe Massa lo dejaba sin pasar la Q1, mientras que Valtteri Bottas clasificaba cuarto, por detrás de Iceman. Al día siguiente, el 'hombre de hielo' trompeaba en el ecuador del gran premio en su vuelta de salida de boxes y el otro finlandés aprovechaba este error para salir por delante de él tras su parada y conseguir la tercera plaza, que mantendría hasta el final. Llegaban las mejores noticias de la temporada para el equipo de Sir Frank Williams.

En Austria se repitiría la historia, pero esta vez el protagonista sería Massa, quien, tras partir en la parrilla cuarto, sacaría partido de un error en boxes de Ferrari con Vettel para quitarle su tercera posición y repetir otro podio para la escudería. Williams había mejorado y estaban lo suficientemente cerca de Il Cavallino Rampante como para aprovechar sus fallos, aunque seguían sin ser superiores. Pero lo mejor, al menos en términos de rendimiento, estaría por llegar muy pronto.

Williams, a rebufo de Ferrari | Foto: www.formula1.com

Gran Premio de Silverstone, el punto de inflexión

Williams llegaba a su carrera de casa. Lo hacía con la moral bien alta tras dos grandes resultados y siguiendo con su filosofía de mejorar el monoplaza en cada prueba. Si en los anteriores grandes premios la escudería había recortado el gap con Ferrari y ya estaban a distancia de DRS, en Silverstone no solo le cogió el rebufo, sino que le metió el morro con todas las de la ley.

El sábado, ambos coches clasificaron por delante de los Ferrari: Massa sería tercero y Bottas cuarto. El domingo, los dos protagonizarían una salida meteórica que colocaba al brasileño primero y al finlandés tercero, escalando a la segunda plaza tras un error de Lewis Hamilton cuando se fue el Safety Car que salió en la segunda vuelta. Ambos se encontraban al frente, con los Mercedes siguiéndoles la estela.Pero una mala gestión desde el muro de los británicos fulminaba cualquier opción de victoria de sus corredores y Hamilton le robaría el liderato al de São Paulo adelantando su parada.

Aunque Bottas lograría seguir conteniendo a Rosberg, cuando llegó la lluvia al trazado inglés el alemán pasó a este y a Felipe como un avión. Para más inri, Williams se quedaría sin podio ya que llegado el momento de montar los neumáticos intermedios Vettel lo haría antes y adelantaría con su estrategia a los dos corredores.

Pese al amargo resultado final, con Massa y Bottas cuarto y quinto respectivamente, hasta que llegó la lluvia, enemiga del FW37, los Williams estaban en una dimensión muy superior a la de los Ferrari, quienes se habían dormido en los laureles.

Williams, a rebufo de Ferrari | Foto: Mundo Deportivo

Si los progresos realizados en las últimas carreras invitaban al optimismo de cara al futuro de la escudería de Grove, el Gran Premio de Hungría devolvió a Williams a su cruda realidad.

En circuitos de gran carga aerodinámica donde predominan las curvas lentas, la aerodinámica del FW37 no funciona de manera correcta. Y es que al igual que sucediese en Mónaco, tanto Felipe Massa (12º) como Valtteri Bottas (13º) realizaron una carrera muy pobre para sus intereses.

A pesar de ello, y comparando las primeras carreras con las últimas, el progreso del equipo es evidente, y se encuentran en la senda para volver a ser los 'afortunados' que escuden a los Mercedes los domingos con regularidad. Mucho tendrá que trabajar Ferrari si quiere que su segunda mitad del año sea como la primera, y sea un piloto con mono rojo, y no blanco con una raya azul y roja de Martini, el que descorche el champán en las próximas carreras.

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