Solo, empujando su coche cuesta arriba y, con sus propias manos, intentando llevarlo hacia adelante, rumbo el pit-lane. Metafórica imagen que describe a la perfección la relación entre McLaren-Honda y su piloto, el 'quiero y no puedo' de un Fernando Alonso que, una vez más, y en otro pequeño detalle, demostró su ambición por hacer de su proyecto, algo encaminado a la victoria.

Con lo visto, habrá que seguir esperando. En lo deportivo, parecía que McLaren-Honda había dejado de lado a la falta de fiabilidad, pero a la hora de disparar con fuego real, la situación se torció y McLaren-Honda volvió a ser tan frágil como era de esperar. Con unidades propulsoras recién estrenadas, los ingleses acusaron en primera instancia problemas con el KERS en el coche de Button, que no era capaz de pasar el corte a la Q2.

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Sí lo hacía Fernando Alonso, aunque cuando tan solo restaban apenas siete minutos para la conclusión de este segundo asalto clasificatorio, un problema eléctrico daba por sentenciada su sesión. Es, por tanto, que el asturiano partirá este mismo domingo desde el decimoquinto lugar de la parrilla. Triste final para una McLaren que, por una vez, se veía más cerca de la lucha con la zona media.

Máxime en un gran premio donde, como aclaraba el propio Alonso, "la carrera se decide en sábado, como en la mayoría de circutos urbanos. Es muy difícil adelantar aquí en Hungría, así que se nos acumulan los problemas", decía.

"De repente, el coche se quedó sin electricidad"

Respecto del incidente que lastraba su posición final de este sábado, el español explicaba que se debe a "un fallo en alguno de los conectores. De repente, el coche se quedó sin electricidad, se paró un par de veces durante la vuelta, y después ya no consiguió arrancar. Una lástima, porque nos veíamos más adelante", comentaba.

"Podríamos haber llegado al decimosegundo o decimotercer lugar", explica incluso, añadiendo al mismo tiempo que "escalar dos posiciones a la que tenemos más era aún posible". Sin embargo, el trabajo del piloto de McLaren-Honda había sido "en balde". "Cuando llegué al box me dijeron que si el coche no entra rodando por sí mismo no se puede salir de nuevo, así que no había nada que hacer", recalcó.

"Quizá estábamos entre los diez primeros"

La fiabilidad volvió a dar la espalda a los hombres de Woking, que pretenden "ir aprendiendo de los problemas que van surgiendo. Hoy no se ha dado tampoco la situación ideal para nosotros", explicó.

Con la vista puesta en la carrera de mañana domingo, McLaren analizará hasta entonces "el origen de los problemas que han surgido" a fin de "completar una carrera sin contratiempos". "Ojalá", decía un piloto que lamentaba tener que "pelear con la zona de atrás y con el tráfico cuando, en realidad, estábamos quizá entre los diez primeros", finalizó.

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