Hace una semana nos dejaba el piloto francés, Jules Bianchi, como consecuencia de los daños provocados en el accidente que sufrió durante el transcurso del Gran Premio de Japón del pasado año. Ha sido una semana complicada para el mundo de la Fórmula 1 tras la pérdida del piloto galo.

El pasado martes fue enterrado en Niza, el piloto francés. Allí acudieron gran parte de los pilotos de la parrilla, así como personalidades de la Fórmula 1 y familiares del joven piloto. Con el Gran Premio de Hungría esa misma semana, todos los pilotos tenían presente en su mente a Jules, al cual se le homenajeo con diversos mensajes por parte de todos los pilotos y un precioso y emotivo minuto de silencio instantes antes de la salida de la carrera.

Una carrera que todos querían dedicar a Jules, ganar por Jules, ofrecer el espectáculo que se estaba perdiendo por Jules, y así fue, este domingo los pilotos ofrecieron una carrera digna de ser llamada el mayor espectáculo del mundo del motor, dedicada para Jules Bianchi.

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El fin de semana comenzaba con algunos sobresaltos y es que Sergio Pérez tenía el viernes, durante el transcurso de los libres 1, un accidente extraño en el que al romperse la suspensión del VMJ08 tras trompear, el coche volcaba quedando éste destrozado por completo, sin consecuencias para el piloto mexicano que se bajaba por su propio pie, pero devolviendo a la cabeza de muchos las preguntas que estos días muchos se han hecho sobre la seguridad en la Fórmula 1 y si es mejor cerrar las cabinas de los pilotos para así poder garantizar una mejor seguridad para ellos.

Una solución similar a la que tienen en la categoría de LMP1 en el campeonato del mundo de resistencia, en la que algunos de los prototipos van completamente cerrados, proporcionando de esta manera una seguridad más completa para el piloto. Remedio que aún no se ve con buenos ojos y que debería valorarse como solución aerodinámica y de seguridad para los pilotos que son los que se juegan la vida cada vez que se suben a los monoplazas.

Seguimos con el fin de semana vivido y nos encontramos con la que seguramente será una de las imágenes del campeonato. Se vivió durante la segunda ronda de la clasificación, Fernando Alonso con problemas en su McLaren-Honda, paraba su monoplaza a unos metros de la entrada del pit lane, consciente de que se trataba de un Gran Premio en el que podía luchar por entrar en la Q3. El bicampeón del mundo se bajó del monoplaza para empezar a empujarlo hacia la entrada de boxes, para así llevarlo al garaje y poder seguir luchando en pista.

Una imagen que demostró mucho por parte del piloto asturiano, el cual no se rindió en ningún momento e intentó centímetro a centímetro hasta que llegaron los operarios de pista, empujar el monoplaza él solo con tal de llevarlo hasta el garaje e intentar salir a pista. Un ejemplo de superación que como se pudo ver, nunca se rendirá pase lo que pase.

Tras esto, pasamos a lo realmente importante del fin de semana, la carrera. Una carrera que comenzó con un precioso y emotivo homenaje a Jules Bianchi instantes antes de darse la salida, en la que todos los pilotos estarían en círculo sobre sus cascos y en el centro el de Jules. Momento bastante significativo para instantes después comenzar una carrera que tenían muy de cara los Mercedes.

Tenían de cara hasta que se dio la salida (pospuesta una vuelta por un error en el posicionamiento de Massa en su puesto de salida) ya que desde la salida, los Ferrari se colocarían primero y segundo, dando un vuelvo a lo que se esperaba del Gran Premio, por si fuera poco, varias curvas después, un incidente entre ambos Mercedes mandaba a Hamilton hasta la decima posición. Con estos incidentes la carrera se presentaba espectacular.

Sin duda así fue, los Ferrari si escapaban y se posicionaban favoritos a conseguir el doblete ya que Rosberg no conseguía el ritmo mientras que Hamilton remontaba desde atrás. Todo iba en este orden hasta que el alerón de Nico Hülkenberg decidió cambiar el rumbo de la carrera y dar un extra de emoción a una carrera que ya estaba teniendo bastante. Safety Car fuera, las posiciones se juntaron y la lucha estaba totalmente abierta con diferentes estrategias y neumáticos usados a falta de 20 vueltas.

Fuera el coche de seguridad la carrera no iba a quedarse tranquila, con varios toques que provocaron unas idas y venidas de posiciones para algunos pilotos, entre ellos Rosberg, que tras un pinchazo provocado por Ricciardo bajo hasta la octava posición, así como colocando por ejemplo a Max Verstappen a las puertas del podio y a Fernando Alonso en quinta posición con el McLaren-Honda. Una carrera que finalmente se llevaría Sebastian Vettel por delante de Daniil Kvyat, que conseguía su primer podio, y de Daniel Ricciardo.

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Por si todo esto fuera poco, la carrera tuvo un sin fin de sanciones para diferentes pilotos y de diferentes tipos de sanciones, siendo algunas puestas post carrera, pero en la misma hubo un gran número de sanciones, como algunas que pudieron ser para Maldonado, que acumuló un total de cuatro sanciones por diferentes incidentes, o para Felipe Massa por una mala posición en parrilla. Otras de ellas fueron provocadas por no respetar la velocidad durante el virtual safety car o por diferentes toques entre pilotos.

En definitiva, todo este conjunto de momentos provocaron la carrera más bonita de lo que va del año y justo antes del parón veraniego. Dejando claro, que, aunque no se vea con tanta claridad como antes, la Fórmula 1 es un deporte que si junta bien los elementos necesarios, es uno de los deportes más espectaculares que se pueden ver y disfrutar. Esperemos que las vacaciones provoquen más carreras así para lo que resta de campeonato.