Tras alcanzar el ecuador del campeonato en Hungría, cuando comenzaba el parón veraniego para todos los equipos, se podría decir que Red Bull, en lo que va de temporada, está en tierra de nadie. Los de Milton Keynes han terminado esta primera mitad de una temporada complicada para ellos en cuarta posición, con un total de 96 puntos a una distancia razonable tanto por encima, Williams, como por debajo, Force India.

Y es que los austriacos han tenido un año complicado en el que su principal problema ha residido en su unidad de potencia, la proporcionada por Renault, con la que no están consiguiendo los resultados esperados e incluso han llegado a plantearse abandonar el mundial en un futuro si no llegasen apoyos por otras partes como podría ser el de Audi.

Test sin sacar mucho en claro

La pretemporada comenzaba de una manera un tanto difícil para los tetracampeones del mundo. Unos primeros test en Jerez de la Frontera en los cuales, los austriacos no pararon de tener problemas. Empezando por algunos provocados por los propios pilotos, como el segundo día de test, en el que Daniil Kvyat perdía un soporte del alerón del cual no tenían repuesto y les obligó a no poder salir en todo el día. Para los siguientes días, los problemas residir en el interior del monoplaza, averiándose una de las unidades de potencia el tercer día y el ERS el último día. Finalizando unos primeros test en los que se podía ver que Red Bull tenía mucho trabajo por delante aún.

Pasamos entonces a Barcelona, en donde todo cambió radicalmente a mejor las dos semanas que quedaban de entrenamientos. Y es que tras solucionar los problemas que se divisaron en Jerez, la escudería pudo comenzar a realizar diferentes tipos de pruebas en las que se podía ver un cambio en la fiabilidad del RB11. Aunque viendo los test y a pesar de que en alguna jornada los Red Bull dominaron, se podía entrever que la temporada se plantearía difícil para los de Milton Keynes.

Temporada difícil

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Tras los test, tocaba ya la primera prueba real en este 2015. Las escuderías se trasladaban a Melbourne para comenzar el campeonato del mundo de Fórmula 1 2015, donde, como la campaña anterior, Mercedes se presentaban como los favoritos a la victoria. En Red Bull, por su parte, el principal objetivo era evitar los problemas de fiabilidad vividos en algunas sesiones de la pretemporada e intentar alcanzar el podio en Australia.

Objetivo que finalmente no se consiguió debido a que en Australia, el mejor resultado fue para Daniel Ricciardo, el cual terminó la carrera en sexta posición, mientras que por su parte, el ruso, Daniil Kvyat no pudo ni comenzarla debido a que durante la vuelta de formación del Gran Premio, el motor decía basta y dejaba tirado al piloto de Red Bull antes de la salida, retomando de esta manera los problemas de motor de la pretemporada.

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Después de un difícil comienzo en Melbourne, las escuderías viajaban a Kuala Lumpur para realizar la segunda prueba en Malasia. Una carrera en la que las cosas irían mejor en cuanto a fiabilidad ya que ambos pilotos consiguieron completar la carrera. No obstante, el motor Renault siempre ha sido conocido como uno de los que menos punta alcanzan de los diferentes propulsores que suministran a la parrilla.

Es por ello, que en un circuito como Malasia, los equipos propulsados por motores Renault lo pasarían mal, y así fue. Una carrera en la que dominaron las escuderías propulsadas por Mercedes y Ferrari y ganaría el ex de Red Bull, Sebastian Vettel. Los de Milton Keynes sólo pudieron subir hasta las dos últimas posiciones que otorgarían puntos, terminando Daniil Kvyat en novena posición y Daniel Ricciardo en décima posición.

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Poco cambiarían las cosas más tarde en China en las que una vez más, los problemas de fiabilidad aparecerían en el monoplaza del piloto ruso el cual abandonaría a las pocas vueltas del inicio de la carrera por una avería en el propulsor de Renault. Mientras por su parte, el piloto australiano lucharía con los equipos de mitad de parrilla para completar el Gran Premio en novena posición.

Una semana más tarde la Fórmula 1 se dirigía a Baréin. Lugar en el que los de Milton Keynes tanto en este circuito, como después en España, circuitos donde un buen propulsor es necesario, no lo pasarían tan bien, terminando en posiciones similares ambas carreras, siendo estas las últimas que otorgan puntos. Siendo sexto y noveno en Baréin y séptimo y décimo, Daniel Ricciardo y Daniil Kvyat respectivamente.

Llegamos entonces a Mónaco, un circuito en donde, dadas las características del trazado, los de Red Bull tendrían una oportunidad más clara de subir puesto y luchar por puestos más importantes, algo que se pudo ver al terminar ambos pilotos la carrera en cuarta posición Daniil Kvyat y quinta posición Daniel Ricciardo.

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No obstante, las siguientes carreras la situación volvería a ser más crítica al dirigirse de nuevo el mundial a circuito de menor importancia la aerodinámica frente al motor. Canadá y Austria, la carrera de casa.

Carreras en las que los austriacos conseguirían apenas tres puntos en las dos carreras, dos por parte de Kvyat y uno por parte de Ricciardo, llegando en ambas uno de los dos pilotos a terminar fuera de los puntos. Carreras en las que la marca de bebidas energéticas empezaba a mostrar su enfado con su propulsor Renault y en ocasiones llegando a amenazar con abandonar el Gran Circo debido a las circunstancias que se estaban dando con el gran dominio de Mercedes.

En Silverstone se pudo volver a ver como los problemas de fiabilidad resurgían con Daniel Ricciardo, el cual tras una pérdida de potencia se quedaba tirado a mitad de Gran Premio, mientras por su parte, Daniil Kvyat conseguía acabar la carrera en una meritoria sexta posición.

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Alcanzamos de esta manera, la última carrera celebrada hasta el momento, el Gran Premio de Hungría, donde debido a las características del circuito, los de Red Bull veían cómo podrían dar una sorpresa y luchar por posiciones importantes. Esto añadido a una alocada carrera hizo que por varios instantes, los austriacos lucharan por la victoria con el Ferrari de Sebastian Vettel, para finalmente terminar la carrera en segunda posición Daniil Kvyat, primer podio del ruso en la Fórmula 1, y tercera posición para el australiano, Daniel Ricciardo, completando la primera mitad de la temporada de la mejor manera posible.

Por delante aún quedan nueve carreras por completar en las que los Red Bull lucharán por intentar conseguir alguna victoria, como ya han dicho en algún Gran Premio como el de Singapur, el cual por las características del circuito prevén que podrían llegar a luchar de nuevo por la victoria.

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