Ha sido una carrera que prometía ser emocionante desde antes de empezar siquiera. En la vuelta de formación Nico Hülkenberg sufría problemas de potencia, y le llamaban a boxes por radio aunque finalmente le dijeron que no fuera a boxes y que iniciara el proceso de salida. Volvió a tener problemas y se tuvo que cancelar el proceso de salida y hacer otra vuelta de formación, en la que esta vez sería Sainz quien experimentaba problemas de potencia y tenía que entrar a boxes.
Con una vuelta menos, se dio la salida a la carrera, donde Rosberg patinó y perdió posiciones, Pérez se alzó con la segunda posición y casi adelanta a Hamilton después de Eau Rouge con Ricciardo pisándole los talones. En la parte trasera de la parrilla Alonso hizo una gran salida y ganó siete posiciones para colocarse 13º. Maldonado abandonó por problemas con el motor tras una buena salida, sumando otro abandono a su cuenta que le hace ser el piloto que mas abandonos ha tenido esta temporada.
En una carrera con diferentes estrategias, se vieron paradas muy tempranas con diferentes elecciones de neumáticos, que se transformaron en luchas muy interesantes en etapas mas avanzadas de la carrera. Williams cometió un error en la parada de Bottas y le pusieron tres neumáticos blandos y uno medio, por lo que el piloto finés fue sancionado con un drive-through.
Avanzaba la carrera y seguían sucediéndose las luchas por posición, viendo varios adelantamientos gracias al DRS, diferencias de neumáticos y a la gran recta de Spa. Cuando Ricciardo estaba luchando por adelantar sufrió un problema en la parada de autobús y se vio obligado a parar su coche en la recta de meta y abandonó.
El final de la carrera se acercaba, Hamilton seguía primero, Rosberg segundo y Vettel tercero, con Grosjean muy cerca, pero el francés no conseguía adelantar al piloto de la Scuderia. Por detrás, una lucha continua entre Pérez, Massa y Kvyat por la quinta posición. El ruso apretó los dientes y en dos vueltas adelantó a Massa primero y a Pérez después, a ambos al final de la recta de Kemmel, a pesar de luchar con un motor Renault contra dos motores Mercedes, pero la poca carga aerodinámica del Redbull hizo bien su trabajo, colocándose quinto. Sainz por su parte tuvo que abandonar, por cuarta vez consecutiva.
A falta de una vuelta Vettel, que optó por una sola parada tras la recomendación del muro, sufrió un reventón en el neumático trasero derecho al entrar en la recta de Kemmel, circunstancia que aprovechó Grosjean para colocarse tercero.
La carrera terminó con una nueva victoria para Hamilton por delante de Rosberg y Grosjean, que volvió al podio sin subir desde 2013. Alonso terminó 13º, por delante de su compañero de equipo, aunque todavía muy lejos de los puestos en los que se espera que esté la escudería McLaren. Próxima parada, Gran Premio de Italia en Monza