La vida sigue dando alegrías a Lewis Hamilton. Su imparable marcha hacia el tercer título mundial no parece tener freno. Esta excelente forma está siendo cimentada por unas espectaculares actuaciones en las sesiones de clasificación los sábados. Son ya, con esta, once poles este año, y siete de forma consecutiva. Imbatido en una Q3 desde el 9 de mayo en Barcelona, Hamilton no encuentra rival a una vuelta.

Además, las circunstancias previas a la carrera le favorecen. Los problemas en el motor de Rosberg, que tuvo que ser cambiado minutos antes de la 'qualy', propició que los Ferrari de Räikkönen y Vettel se colaran en la fiesta de Mercedes. Si el británico consigue una nueva victoria mañana y es capaz de colocar algún Ferrari entre él y su compañero de equipo, la distancia en el Mundial comenzaría a ser más que sideral.

Foto: Mark Thompson/Getty Images

Sin embargo, el vigente campeón del mundo no se fía de los bólidos rojos, que compiten en casa: "Ferrari ha hecho un gran trabajo y están muy cerca de nosotros", afirma Hamilton, ganador en dos ocasiones en Monza (2012 y 2014). "Es interesante ver que la lucha será igualada, pero nuestras sensaciones con el coche también son fantásticas", comenta el actual líder del campeonato.

"Nuestros ingenieros y mecánicos están haciendo un trabajo espectacular en ambos lados del garaje", asegura el piloto británico, que aspira a lograr mañana su victoria número 40 en la Fórmula 1, quedándose así a sólo una de igualar a Ayrton Senna y Sebastian Vettel como tercer piloto más laureado de la historia de este deporte.

Foto: Mark Thompson/Getty Images

Hamilton tuvo en la 'qualy' la suerte del campeón. Su compañero Rosberg no pudo disfrutar del motor actualizado, con esos siete 'tockens' gastados por Mercedes para este Gran Premio. "Hay que agradecer a los chicos por el trabajo realizado en la fiabilidad del motor", comenta el bicampeón del mundo, que, no obstante, admite que no son "tan competitivos como en Spa-Francorchamps".