Se había hablado mucho del descalabro del equipo Mercedes en Singapur. Las temperaturas, la anchura del trazado y, sobre todo, los neumáticos superblandos. Un factor repetido en Rusia, en el exótico y soso trazado de Sochi diseñado por Herrmann Tilke. Aquí, como en cualquier circuito diseñado por el alemán, se volvió al habitual orden jerárquico. Y ese no es otro que los dos Mercedes en la primera fila, sin dejar opciones al resto de competidores.

Por segundo Gran Premio consecutivo, Rosberg se llevó la pole, augurando una interesante batalla para la carrera de mañana. El germano quiere agotar sus pocas opciones de título y para ello aspira a ganar su primera carrera en casi cuatro meses, algo impensable para un piloto de Mercedes que aspira a ganar el campeonato. El vigente subcampeón se mostró muy sólido durante toda la sesión, logrando el mejor crono en las tres tandas cronometradas. Parece que tiene todo en su sitio.

No estuvo tan fino Lewis Hamilton, que dejó los deberes para última hora y ahí, sorprendentemente, falló. El británico cometió un error en la vuelta en la que tenía puestas sus esperanzas de mejorar el crono de Rosberg y fue batido por cuarta vez este año en una Q3. El récord de poles de Vettel (15 en 2011) se complica para Hamilton, que tendrá que hacer pleno en lo que queda de año para pasar a la historia.

Sin embargo, el bicampeón tiene margen en el Mundial. Sabe que a base de segundos puestos será campeón y puede incluso permitirse un fallo puesto que, viendo su superioridad sobre su compañero de equipo en cada carrera, su título no peligraría. Para la cita de mañana, la salida volverá a ser clave. Rosberg debe haber aprendido la lección de Suzuka y está obligado a tomar mayores riesgos si quiere aguantar los ataques de Hamilton.

Bottas puede con los Ferrari

Por detrás, Bottas fue el mejor de los mortales. En un trazado idóneo para el Williams, el finlandés está dispuesto a volver a un podio al que no sube desde Canadá, su única presencia en toda la temporada. Al contrario que en 2014, hoy no tuvo ninguna opción de pole y sus esfuerzos se centraron en superar a los Ferrari, no tan competitivos en este tipo de circuitos que priman tanto ese potente motor Mercedes que lleva Bottas en su Williams.

Vettel volvió a ser mejor que Räikkönen y se aseguró su plaza en la segunda fila. El alemán se encomienda a su ritmo para volver a estar en el podio, aunque la menor velocidad punta de su coche le penalizará en un posible cuerpo a cuerpo con Bottas. Räikkönen, por su parte, dejó escapar una buena ocasión de haber acabado en el top-3 al cometer un error en su vuelta buena, que le hizo conformarse con acabar quinto, justo por delante de los Force India de Hülkenberg y Pérez y el Lotus de Grosjean, que cumplieron los pronósticos de estar en Q3 como buenos motores Mercedes que son.

Massa y Alonso, principales decepciones

La decepción de la jornada la protagonizó Felipe Massa. El brasileño cayó en la Q2 por algunos problemas en su coche y desaprovechó una oportunidad especial para aspirar al podio mañana (sólo lo ha logrado este año en Austria e Italia). La plaza que dejó libre el que fuera subcampeón en 2008 la aprovecharon dos pilotos con motor Renault: Ricciardo y Verstappen pasaron a la ronda final, aunque sólo pudieron ser noveno y décimo. No logró el pase a la Q3 el local Kvyat, que se quedó a las puertas y saldrá 11º en su carrera de casa.

No fue el día para los españoles. Alonso se quedó fuera en la primera tanda al ser superado en los últimos instantes por Nasr y, unido a su sanción de 35 posiciones, le hará partir último. Merhi no tuvo opciones, evidentemente, con su poco competitivo Manor, y Carlos Sainz no participó por su fuerte accidente en el FP3, aunque no se descarta su presencia en la carrera de mañana si los médicos le dan el visto bueno.

Foto: @F1