Decían los antiguos del zar que era ese título que se otorgaba al emperador y rey soberano de Rusia. Y con ello, parece que Mercedes se ha colgado una nueva vitola tras repetir, por segundo año consecutivo, y en idéntico escenario, su título de campeón del mundo de constructores. Y aunque parecía que las típicas camisetas en honor del campeón, y el encorchado del champán seguirían en la nevera y el cajón una semana más, al final Mercedes ha podido celebrar a carrera póstuma su segundo entorchado al absoluto protagonismo de la cita mundial de la Fórmula 1.

Y por otra parte, ¿quién lo dudaba? Con el tempo marcado a seguimiento de la batuta de las balas de plata durante todo el curso de la campaña mundial, tarde o temprano, bien en Rusia, bien en Austin -lo que se traduce a dos semanas de diferencia-, la escudería teutona terminaría siendo bicampeona del mundo, y con ello de la era V6 Turbo de todas formas, poniendo al mismo tiempo a toda la parrilla a los pies de su campeón.

Pero con la retirada de los puntos de Räikkonen y el agravante de sus treinta segundos de sanción, ya no merecen atención las combinaciones, en todo caso remotas, que pudiesen apartar a Mercedes y su estrella de la reedición de su cetro mundial. Y aquí está. Lo regaló Räikkonen; lo regaló la FIA y lo regaló también Lewis Hamilton, que en todas las quinielas se ve ya en el trono de campeón del mundo. Y todo hace esperar que en Austin las balas de plata redondearán la fiesta con los sombreros tejanos sobre las cabezas.

La marca alemana ha vuelto a recibir el premio al merecimiento. El dominio que los alemanes han traído a esta temporada es, sin embargo, de la misma condición que su antecesora. Un espejo de 2014 en una temporada que, sin haber sufrido cambios de índole en lo que a reglamentación se refiere, ha vuelto a supeditarse al carácter natural de la ingeniería alemana del campeón. La ley del más fuerte se impone, otro año más, en favor del trabajo bien hecho y en favor del mejor coche. Y hoy en día, nadie duda que ese mejor coche es el de Mercedes.

Estadística en mano, no hay tampoco lugar para las vacilaciones. Y es que después de quince carreras disputadas, somos capaces de contar catorce en las que alguno de los pilotos de la estrella ha hecho subir a la firma a los cajones del podio al final de una carrera. Sólo Singapur ha sido capaz de presentar resistencia en el día que los germanos bajaron el pie a la tierra. Como sólo Ferrari ha sido capaz de ponerse, en contadas ocasiones que apenas merecen los dedos de una mano, a la altura de los 'argentas'.

Malasia, Hungría y la propia Singapur son los únicos escenarios en los que, contra todo pronóstico, la cantinela y el himno alemán no han resonado con los ecos de la primera plaza. Nada que haya podido impedir, a cuatro grandes premios de bajar el telón del circo, que Mercedes celebrara al fin y al cabo su nueva distinción en el papel de los alumnos aventajados de la parrilla.

La Fórmula. Mercedes vuelve a ser 'zar'. | FOTO: ZIMBIO

A falta de que Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi dicten la sentencia de un Mundial cuya balanza ya está en el lado de Mercedes, los germanos han subido a lo más alto hasta en doce ocasiones. Y con el balón de la ventaja en el alero de la casa de Lewis Hamilton, todo apunta a que el desenlace se producirá mucho antes de llegar a tierras de Arabia.

El inglés, con dos semanas de margen para montar los preparativos de la fiesta, llegará a Austin con 66 puntos de ventaja sobre, y de manera sorprendente, uno que no es el 'otro Mercedes'. No es sobre Rosberg, que con su abandono por problemas con el acelerador, regaló el segundo lugar a Sebastian Vettel. Una ventaja que, jugando en favor de la 'normalidad' le convertirá en tricampeón del mundo en apenas catorce días.

El de Stevenage necesita sumar dos puntos más que el alemán de la Scuderia de Maranello, y asimismo nueve puntos más que su compañero de equipo. O lo que es lo mismo, un podio con su figura al frente, seguido de Rosberg y Vettel, por ese orden. Y conocido el dominio de Mercedes, no sería raro ver a las dos estrellas tomando la avanzadilla en la tierra de los vaqueros.

Los 531 puntos sumados esta temporada le sirven también al equipo Mercedes para autoproclamarse campeones del mundo de Constructores de la actual edición del campeonato de Fórmula Uno 2015. Ocho dobletes, doce victorias y veinticuatro podios sobran para que el equipo capitaneado por Toto Wolff y Niki Lauda suba, otro año más a lo más alto y además, antes de tocar las campanas del fin del año, y de ver de nuevo el telón cuadriculado de la gira mundial.

Aún así, las altas esferas del equipo de Brackley han preferido esperar a redondear su fiesta en Austin. Y si Rosberg lo permite terminando segundo para no alargar la espera, Hamilton será también campeón del Mundo en el 'Viejo Oeste'. Y si Mercedes fue campeón con la 'Ushanka' en la cabeza, que lo sea también Hamilton con otras excentridades, como el sonido del 'Country', la estrella del 'Sheriff' y, cómo no, el sombrero 'cowboy' sobre los rizos dorados de la suya.

La Fórmula. Mercedes vuelve a ser 'zar'. | FOTO: ZIMBIO