La Fórmula 1 lleva tiempo viajando a Estados Unidos, concretamente desde 1959, fecha de la primera carrera en el Sebring International Raceway. Austin es el décimo circuito diferente en que se disputa un Gran Premio de Estados Unidos, con New Jersey en el alero. En la ciudad texana abundan los aficionados de Ferrari como en el resto de los EE.UU.

Este año, el gran circo del automovilísmo visita tierras americanas para celebrar la 16º prueba del mundial de Fórmula 1 2015, que puede coronar a Lewis Hamilton como tricampeón del mundo. El piloto de Mercedes necesita sumar dos puntos más que Nico Rosberg y nueve que Sebastian Vettel para lograr un nuevo título e igualar de esta manera al mítico Ayrton Senna.

El podio más repetido de la temporada sería suficiente para tener nuevo campeón. Una victoria de Hamilton seguido de Rosberg y Vettel, sería una de las posibles combinaciones para presenciar el tricampeonato del piloto de Mercedes. De hecho, la victoria de Lewis Hamilton convierte en indiferente el resultado cosechado en Austin por Rosberg, aunque eso no resta que Vettel tenga que quedar en tercera posición o peor. Por ello, Nico Rosberg queda fuera de las cuentas por el título si termina un puesto por detrás de Hamilton, sea cual sea la posición del británico entre los cinco primeros.

Respecto al piloto de Ferrari, el inglés debe conseguir nueve puntos más que el alemán. En términos prácticos, esta diferencia es posible si Hamilton gana y Vettel es tercero u ocupa una posición peor, así como si Hamilton no gana pero hace podio, y Vettel llega a meta cuatro puestos por detrás, o si Hamilton es 4º o 5º y el piloto de Ferrari queda 9º o 10º. El británico no sería campeón en Austin si termina por detrás de la quinta posición.

Desde F1 VAVEL nos hemos querido transladar este Gran Premio a la prueba que tuvo lugar hace tres años en el Circuito de las Américas. Como en la actualidad, existia la posibilidad de proclamar tricampeón del mundo a un piloto (Sebastian Vettel), en una de las temporadas que con mayor cariño guardan en sus retinas los aficionados a la Fórmula 1 por su intenso duelo contra Fernando Alonso. Así fue aquella carrera.

FOTO: ZIMBIO

Tan solo quince días después de la intensa batalla que se había vivido en la carrera de Abu Dhabi entre edificios futuristas y yates de multimillonarios árabes, y que había coronado a Kimi Raikkonen como vencedor del Gran Premio, tras una espectacular lucha por la primera posición con un Fernando Alonso que solo podía recortarle tres puntos a su máximo rival por el Mundial dejando la El 19 de noviembre y con una asistencia de casi 120.000 aficionados, se presenciaba de nuevo la Fórmula Uno en EE.UU. desventaja en 10 puntos con respecto a Sebastian Vettel, la Fórmula Uno aterrizaba en territorio americano. Tras el bochornoso incidente ocurrido con unos neumáticos que reventaban o podían hacerlo en las zonas fuertemente peraltadas en el año 2005, el 19 de noviembre del 2012 y con una asistencia a la carrera de casi 120.000 aficionados, se presenciaba de nuevo la Fórmula Uno en EE.UU.

La pista, que había sido construida al sur de la ciudad, en una zona llamada Wandering Creek, se bautizó bajo el nombre "Circuito de las Américas”. Las simulaciones de Mercedes sugerían que el circuito tenía más curvas por encima de los 250km/h que Spa y más por debajo de los 100km/h que Hungría. Sin embargo, lo que más llamó la atención de los pilotos y espectadores al conocer el circuito, fue el final de la larga recta principal, muy parecida a la subida hacia Eau Rouge pero en recta. Los pilotos llegaban a la cerrada curva 1 a unos 300 km/h en séptima marcha. En menos de 100 metros, debían engranar segunda velocidad, para trazar en unos 100 km/h un complejo y cerrado giro a izquierdas con fuerte estrechamiento de la pista. Un suplicio para los pilotos y una delicia para los aficionados.

El Gran Premio de los Estados Unidos era la 19ª carrera de 20. Sebastian Vettel era el hombre a batir en este momento. El piloto alemán había ganado cuatro de las últimas cinco carreras y a priori, la pista de Austin parecía que le va a ir muy bien a su RB8 con su serie de curvas de alta velocidad, todas ellas muy adecuadas para la alta carga aerodinámica de su monoplaza. Se esperaba al menos un Red Bull en primera fila de Lo que más llamó la atención de los pilotos y espectadores fue el final de la larga recta principal, muy parecida a la subida hacia Eau Rouge pero en recta parrilla.

Vettel sería campeón si terminaba la carrera con 15 puntos más que Alonso, mientras que Red Bull necesitaba sólo cuatro puntos para asegurarse el mundial de Constructores por tercer año consecutivo. La tensión, sobra decirlo, era palpable en el ambiente. Se podía cortar el aire con un cuchillo mientras los equipos descargaban sus cajas y organizaban sus instalaciones. Las caras eran serias, concentradas: nada podía fallar. El trabajo de todo un año, el esfuerzo de mucha gente, se concentraba junto al río Colorado: “Everything is big in Texas”

El viernes en Austin fue más de lo mismo que en los anteriores Grandes Premios, si bien las sesiones fueron dedicadas a aprender el nuevo trazado y a encontrar la mejor opción de set-up para el fin de semana, además de para hacer algunas pruebas aerodinámicas, mucho más escasas que en anteriores carreras. Los Red Bull, con Sebastian Vettel y Mark Webber, dominaron con mano de hierro la tabla de tiempos, poniendo contra las cuerdas a Ferrari y a Alonso.

La ventaja era tan amplia, que las opciones del piloto asturiano de recortarle puntos al piloto alemán parecían más una utopía que una realidad. Por último, resaltar el alto número de incidentes que hubo, desde los que tuvieron los pilotos en la pista, con muchos trompos y salidas de pista, como los ocurridos en el pitlane, con algunos pilotos con dificultades para arrancar sus coches.

El sábado durante la calificación, Sebastian Vettel y Red Bull volvían a demostrar su gran ritmo y su extraordinario potencial, consiguiendo una pole position más en su haber. Lewis Hamilton y McLaren por su parte, demostraban que eran la fuerza alternativa al dominio tiránico de Red Bull en calificación y por detrás de ellos, aparecía Ferrari. La Scuderia realizaba una mala jornada de calificación, con graves problemas de rendimiento de neumático, en especial en el F2012 de Fernando Alonso, que solo podía conseguir el noveno mejor tiempo.

La parrilla el domingo era un hervidero. La noticia había saltado en el box de Ferrari. La Scuderia había infringido el Artículo 28.6 e) del reglamento deportivo de la Fórmula 1 al romper uno de los sellos garantes de la caja de cambios de Felipe Massa, con el objetivo de "La decisión se ha tomado con fines estratégicos, con el objetivo de maximizar el potencial de Alonso en la salida" Alonso adelantara una posición en la parrilla de salida. "La decisión se ha tomado con fines estratégicos, con el objetivo de maximizar el potencial de Alonso en la salida puesto que todavía tiene opciones de ganar el campeonato de Pilotos", rezaba el comunicado de los de Maranello. Mientras, las televisiones danzaban de un lado a otro, buscando los protagonistas de última hora y emitiendo sus especiales del Gran Premio de las Américas. Los ingenieros por su parte, circulaban entre los monoplazas y los garajes palpando la tensión, saboreando el miedo al fracaso y el deseo de la victoria.

La salida nos permitía despejar rápidamente muchas de las incógnitas que pululaban por el paddock antes del inicio de la carrera de forma favorable. La curva 1, a la que todos los equipos y pilotos temían, se saldaba sin mayores incidentes debido al gran cuidado de los pilotos. Tras la salida y la remontada de posiciones de Alonso, Sebastian Vettel intentó tirar fuerte en la primeras vueltas para después poder gestionar la ventaja respecto de sus rivales.

Sin embargo, Lewis Hamilton mostraba rápidamente también tener un gran ritmo de En Austin pudimos ver por primera vez en la historia de la Fórmula Uno un podio formado por Lewis Hamilton, Sebastian Vettel y Fernando Alonso carrera, lo que permitía observar una lucha sin cuartel, que parecía dirimirse a favor del alemán antes de la primera parada, cuando los neumáticos del de McLaren comenzaban a desfallecer. No obstante, y tras la primera parada, el británico poco a poco se acercaba a la estela del de Red Bull hasta alcanzarlo y pasarlo gracias al DRS en la recta trasera de la pista tejana en la vuelta 42.

Al margen de esto, la carrera nos dejaba la bella oportunidad de poder ver por primera vez en la historia de la Fórmula Uno un podio formado por Lewis Hamilton, Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Además, el Mundial de pilotos seguía sin resolverse y todo dependería del Gran Premio de Brasil, ya que la distancia entre ambos contendientes al titulo solo se había incrementado hasta los trece puntos.

FOTO: ZIMBIO
VAVEL Logo
Sobre el autor
Francisco Chuvieco
Periodismo. Redactor en las secciones de Formula Uno y Ferrari. E-mail de contacto: [email protected] https://twitter.com/FranChuvi10