La Fórmula 1 llegó el pasado fin de semana por segunda vez en la temporada al continente americano, en esta ocasión para disputar tres carreras consecutivas al otro lado del océano Atlántico. La primera de ellas fue el Gran Premio de Estados Unidos, que desde que se disputa en el Circuito de las Américas ofrece un mayor espectáculo a los aficionados a la máxima categoría del automovilismo. El trazado situado en Austin (Texas) ofrece diferentes curvas y rectas que divierten a los pilotos, lo que sumado a las continuas subidas y bajadas convierten esta carrera en una de las más esperadas por todos los integrantes de este deporte.

El Gran Premio de Estados Unidos 2015 se convirtió en la primera oportunidad de Lewis Hamilton de conseguir el título mundial, toda vez que el piloto británico salió victorioso de Rusia tras cruzar la línea de meta en primera posición y ver cómo su compañero de equipo abandonaba la carrera. Así, el bicampeón del mundo necesitaba sumar nueve puntos más que Sebastian Vettel y dos más que Nico Rosberg para sumar su tercer campeonato. El otro punto de emoción del fin de semana se concentró en el cielo, pues la llegada del huracán 'Patricia' a México anunciaba intensas lluvias en la zona donde se encuentra el circuito. Y las previsiones meteorológicas no fallaron, provocando el fin de semana más complicado de la temporada.

La jornada del viernes estuvo marcada por la lluvia y los pilotos sólo pudieron rodar en la primera sesión de entrenamientos libres, suspendiendo la FIA la segunda por las condiciones meteorológicas y de la pista. El sábado, la situación no mejoró y los pilotos sólo dieron unas vueltas en los libres 3, mientras que la clasificación tuvo que aplazarse al domingo ante la lluvia torrencial que provocó numerosos charcos en la pista y podría poner en duda la seguridad de los pilotos. Así, todo se concentró el domingo, donde a primera hora de la mañana estadounidense se disputó una clasificación, o casi, porque sólo pudo disputarse la Q1 y la Q2, dejando a Nico Rosberg como ‘poleman’ y a Lewis Hamilton como el segundo clasificado.

La carrera comenzó con el asfalto mojado y neumáticos intermedios en todos los monoplazas, pero la lluvia cesó y la pista fue secándose con el paso de las vueltas. En condiciones de seco, la normalidad volvió a hacer acto de presencia en la clasificación, por lo que la victoria fue para Lewis Hamilton, que con el segundo puesto de Nico Rosberg y el tercero de Sebastian Vettel se proclamó tricampeón del mundo. El británico aprovechó un error de su compañero de equipo para lograr el triunfo, mientras que el piloto de Ferrari completó una gran carrera, lo que sumado a una excelente estrategia de la escudería italiana le permitió subir al podio por 12ª vez esta temporada.

Respecto a la actuación española, Carlos Sainz consiguió su mejor resultado del año tras protagonizar una espectacular remontada, partiendo el gran premio desde la última posición y cruzando la línea de meta en sexto lugar, si bien una sanción por exceso de velocidad en el pit-lane le relegó al séptimo puesto. Por su parte, Fernando Alonso completó una excelente actuación, pero un problema eléctrico de su motor le impidió sumar puntos, teniéndose que conformar con la undécima posición.

Semáforo verde

Como viene siendo habitual durante todo el año, la mejor actuación de la carrera volvió a estar protagonizada por Lewis Hamilton. El británico no desaprovechó la primera oportunidad de conseguir el título y se benefició de un error de su rival para asumir el mando de la carrera y ver la bandera a cuadros en primera posición. El tricampeón del mundo no exhibió un mejor ritmo que su compañero de equipo en ningún momento del fin de semana y cometió algún error en carrera, pero de nuevo en el momento clave mostró su mejor versión al volante para asegurarse la victoria.

Otra de las grandes actuaciones del Gran Premio de Estados Unidos 2015 estuvo protagonizada por Sebastian Vettel. El tetracampeón del mundo comenzó la carrera en la 13ª posición, pero el buen ritmo de Ferrari con los neumáticos de seco y la acertada estrategia de la escudería de Maranello, eligiendo los neumáticos duros en la parada, permitió al piloto alemán alcanzar un nuevo podio esta temporada, el 12º vestido de rojo.

Tampoco pueden faltar entre las notas positivas de la carrera los dos pilotos de Toro Rosso, que se convirtieron en los grandes animadores del gran premio. Los dos realizaron su mejor actuación de la temporada y protagonizaron grandes batallas durante las 56 vueltas, demostrando su valía para este deporte y su capacidad de arriesgar en cada curva para conseguir un adelantamiento. Max Verstappen logró una excelente cuarta posición, mientras que Carlos Sainz fue séptimo tras partir desde la última posición de la parrilla.

Semáforo amarillo

En esta zona intermedia de valoración se sitúan tres escuderías. Force India consiguió salir de Texas con diez puntos tras una buena actuación de Sergio Pérez y un buen ritmo con la pista seca, pero no pudo conseguir un mayor botín tras el accidente de Nico Hülkenberg, que también estaba peleando por posiciones similares a las de su compañero de equipo. Sin embargo, el equipo dirigido por Vijay Mallya demostró que están completando una buena temporada y que en las últimas semanas han dado un paso adelante.

McLaren-Honda también terminó la carrera en Estados Unidos con sensaciones agridulces. Jenson Button consiguió su mejor resultado del año tras finalizar en la sexta posición, demostrando una vez más su enorme capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes. En cambio, la alegría no fue completa, pues Fernando Alonso no pudo sumar ningún punto al concluir en la undécima posición. El asturiano, que llegó a rodar en quinta posición, sufrió al final un problema eléctrico en su motor, lo que unido a unas ruedas muy desgastadas le privaron de salir del Circuito de las Américas con algún punto más en su casillero.

La tercera escudería que aparece en esta zona de valoración es Red Bull. Daniel Ricciardo y Daniil Kvyat demostraron con los neumáticos intermedios que su monoplaza se adapta a la perfección a esas condiciones, confirmando que sólo el déficit del motor les impide pelear por mejores posiciones cada fin de semana. Sin embargo, a medida que la pista se fue secando, los monoplazas de la bebida energética se fueron desdibujando, llegando a pelear en el tramo final de la carrera por la décima posición después de haber liderado la carrera con el australiano. En las últimas vueltas, el piloto ruso abandonó tras un accidente y Ricciardo sólo pudo ser décimo tras adelantar a Alonso por los problemas del asturiano.

Semáforo rojo

Las peores actuaciones de la carrera correspondieron a un piloto y a una escudería. Kimi Räikkönen volvió a ser superado por su compañero de equipo, y lo pasó mal en el primer tramo del gran premio, viéndose superado por los dos Toro Rosso y con problemas para mantenerse sobre la pista. La situación empeoró al montar los neumáticos de seco, pues tras pisar una zona del circuito aún mojada perdió el control de su Ferrari y se estrelló contra las protecciones. Además de no haber tenido suerte durante el año, el finlandés tampoco ha sido capaz de superar s u compañero de equipo cuando ha tenido oportunidad, ni ha conseguido aprovechar el hecho de tener el segundo mejor coche de la parrilla.

El equipo que peor rindió en el Gran Premio de Estados Unidos 2015 fue Williams Racing. La escudería de Grove vivió una carrera nefasta, con ambos pilotos viéndose obligados a abandonar como resultado. Las decisiones estratégicas erróneas en el coche de Valtteri Bottas, montando los neumáticos más blandos cuando la pista aún estaba para intermedios, sumado a un problema de suspensión, provocó que terminaran abandonando la carrera. Unas vueltas después, Felipe Massa sufrió el mismo problema y también tuvo que terminar el gran premio de manera prematura.

Fotos: GPupdate y zimbio.com