Nico Rosberg no está viviendo el mejor momento de su carrera deportiva. Humillado por Hamilton en un 2015 aciago para el alemán, con sólo tres victorias por las diez logradas por su máximo enemigo, el actual subcampeón del mundo busca reivindicarse en este final de campaña. Y parece que ha encontrado en los sábados un resquicio para reconfortar su debilitada moral. Allí donde afianzó su consistencia numantina en 2014, parece volver a ser el Rosberg de las vueltas mágicas de los sábados.

Por cuarto fin de semana consecutivo, el germano partirá desde la primera posición e la parrilla. 'Ayudado' por una bandera amarilla en Suzuka y por la cancelación de la Q3 en Austin, en México nadie pone en duda el éxito de Rosberg. Ha sido mejor que su rival en el momento clave y se postula como candidato a la victoria mañana. Para su confianza y para su objetivo de obligado cumplimiento, el subcampeonato, es vital lograrla.

Hamilton no fue tan caníbal como en otras ocasiones. Falló en el primer intento en Q3, dejándose algunas décimas en una pasada de frenada en la curva 13 que resultaron decisivas en el resultado final. El británico, pese a ser campeón, no sacia su sed de victoria y, a buen seguro, irá con el cuchillo entre los dientes desde la salida en la carrera de mañana. Precisamente la arrancada, con hasta 900 metros hasta el primer viraje, puede ser decisivo entre los Mercedes. O quizás algún invitado sorpresa.

Y es que Vettel no estuvo nada lejos de los de Brackley en la clasificación. A cuadro décimas acabó el alemán tras coquetear con ellos en las ronda anteriores. El de Ferrari confía en el buen sistema de salida de su coche para emular su arrancada de Hungría y sacar tajada en la carrera. Si es en seco, es el único con ritmo para soñar con una machada que hiciese tambalear el imperio de la estrella. No así su compañero, Räikkönen, cuyo coche le dejó tirado en la Q2 y, unido a su penalización, le hará salir atrás.

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Los Red Bull se encomiendan a la lluvia. Kvyat y Ricciardo no lo hicieron mal en Q3, colándose en el top-5, pero su déficit de motor les puede jugar una mala pasada. En caso de pista húmeda, aspiran a todo. Incluso a la victoria. Justo lo contrario en Williams, que quieren amarrar de una vez el tercer puesto del Mundial de Constructores y confían en una pista seca para superar a los de Milton Keynes. Se esperaba algo más de Pérez y su Force India. En casa y antes una afición espectacular apoyándole, no pasó de la novena plaza. Al menos pudo superar a su compañero Hulkenberg, que fue décimo.

La jornada para los españoles fue aciaga. Sainz se quedó a 8 milésimas de pasar a la Q3 y saldrá 11º, tres puestos por detrás de su rival Verstappen, que brilló y logró el pase a la ronda final. Alonso, que saldrá penúltimo por la sanción, tampoco logró su objetivo y cayó en la Q1. El asturiano sueña con una carrera en agua que haga desaparecer el déficit de potencia de su McLaren-Honda. La última parrilla de salida será, una vez más, monopolizada por el equipo británico.

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