Carlos Sainz lo obtuvo, a diferencia de su compañero de equipo Verstappen, el ansiado pase a la Q3 en la clasificación del Gran Premio de México. El piloto madrileño se quedó a 8 milésimas de colarse entre los mejores de la parrilla, tras usar una estrategia diferente a la de los demás que finalmente no dio resultados. Gastó su cartucho de gomas demasiado pronto y no tuvo la opción de mejorar con la bandera caída, como sí hicieron Verstappen y Massa, quienes le sacaron de la posición de privilegio.

"He escogido una estrategia de neumáticos que quizás no era la mejor", admite el piloto de Toro Rosso, que, eso sí, no tendrá que salir desde el fondo de la parrilla como en Rusia o Estados Unidos. "Como esperábamos, ha estado todo muy apretado", comenta el español, que añade que ha usado el neumático bueno "al principio de la sesión" y luego no ha quedado otra que "esperar a ver qué hacían los demás". No hubo suerte y varios pilotos mejoraron su crono, sin darle opción de estar en Q3.

"No he utilizado el neumático nuevo al final de la Q2, que era cuando mejor estaba la pista", lamenta Sainz, que, sin embargo, se muestra optimista para la carrera de mañana: "Tenemos una gran oportunidad de sumar puntos tanto si está seco como si es en mojado", asegura el español, conocedor del potencial del Toro Rosso en las reviradas curvas del Autódromo Hermanos Rodríguez. 

El vuelta a vuelta de Carlos Sainz no es nada malo, aunque sí se nota la falta de velocidad punta de su coche, lastrándole en especial en un primer sector de pura velocidad: "En comparación con los demás, es verdad que en el primer sector me faltaba un poco pero no sé por qué, lo tendré que mirar", comenta el de Toro Rosso, cuyo punto de mira está en los puntos y en, si puede ser, acabar por delante de Verstappen.