Mucho se ha hablado de Nico Rosberg últimamente y no precisamente para bien, pero hoy hay que hacerlo. El de Mercedes ha realizado la mejor carrera en números de su carrera deportiva y ha conseguido por vez primera el triplete: pole, vuelta rápida y victoria, algo inédito en su palmarés.
Sin duda, la temporada 2015 no ha sido la mejor de Nico Rosberg, aunque, más bien, habría que decir que ha sido, más que nunca, el año de Lewis Hamilton. El inglés ha estado imperial a lo largo de todo el año y no ha dado opción a Nico Rosberg, que ha tenido que conformarse con cuatro victorias, al menos hasta el momento. No se gana un campeonato con tres carreras por disputarse porque sí.
La fortaleza que demostró Nico en 2014 ha parecido difuminarse en esta temporada. No obstante, la falta de suerte y de agresividad le han impedido retrasar el título de su compañero. Especialmente, la segunda, patente en la lucha cuerpo a cuerpo, en la que ha salido perdiendo casi siempre con Lewis Hamilton.
Y, aun así, hay signos de esperanza. La victoria en México viene a confirmar la reacción que Nico ha experimentado en el tramo final de temporada. Algo a lo que los aficionados a la Fórmula 1 han de agarrarse en sus expectativas por ver un campeonato más disputado en 2015 de continuar siendo el dominio de Mercedes incontestable.
Se ha visto a un Nico Rosberg diferente desde el Gran Premio de Japón, más competitivo. Desde entonces, cuatro carreras y cuatro poles del alemán. Eso sí, de ellas, solamente una la ha transformado en victoria, la de México, aunque estuvo cerca de poder lograr otras dos.
En Japón, una mala salida y una maniobra quizá excesiva por parte de Lewis Hamilton, que forzó a Nico a salirse de pista, le lastraron. En Rusia, la mala suerte quiso que sufriera una avería en el acelerador cuando iba primero. En Estados Unidos, se vivió la misma situación que en Japón, pero Nico supo rehacerse y superar a su compañero. En esta ocasión, un error de pilotaje le hizo perder el liderato y, con ello, todas las opciones de proclamarse campeón del mundo.
Ha sido enrabietado cuando ha salido a relucir el mejor Nico Rosberg, el de México, imperturbable durante toda la carrera, donde dio una clase magistral de cómo aguantar un rebufo en la salida. Además, nunca se mostró Lewis Hamilton lo suficientemente veloz como parar adelantarle.
Brasil y Abu Dabi confirmarán o negarán esta tendencia. Lo que es seguro es que Nico ha de sacar la rabia y el talento que lleva dentro. Nadie le ha regalado nada en la Fórmula 1. La temporada de 2016 será, probablemente, la última oportunidad para demostrar que él no es como tantos otros “segundones” de lujo, como lo fueron Eddie Irvine, David Coulthard, Rubens Barrichello o Mark Webber.
El tiempo se le acaba.
