Tras dominar con mano de hierro los mundiales de pilotos (Lewis Hamilton) y equipos (Mercedes) del año pasado, el campeonato del 2015 se presentaba con el aliciente de saber si algún equipo era capaz de reducir la distancia con las flechas alemanas y cuánto iba a mejorar un monoplaza que había conseguido 16 victorias en 2014.

Con una clara línea continuista, el W06 se presentaba al mundo el 29 de enero, con la realización de un 'shakedown' en el circuito de Silverstone, si bien hubo que esperar hasta el primer día de pretemporada celebrado en Jerez para detallar con mayor precisión los cambios realizados en el monoplaza. La pretemporada celebrada en las localidades españolas de Jerez y Barcelona dejó claro un panorama muy similar al concebido durante la temporada de Fórmula 1 2014: en términos de rendimiento, la posición de honor era de nuevo para el W06 Hybrid de la factoría de Brackley.

El nuevo Mercedes parecía rendir a la perfección, habiendo realizado los stints más largos de toda la parrilla con lo visto en el circuito andaluz y catalán. Sorprendía también la fiabilidad del nuevo auto de Mercedes, un monoplaza de ingeniería alemana al servicio del flamante campeón, si bien se intuía que la distancia con su más cercano perseguidor (Ferrari), se había reducido.

Y este dominio quedó demostrado desde la primera carrera del mundial. Las ‘flechas plateadas’ comenzaron la temporada con un doblete en el Gran Premio de Australia, demostrando que aún contaban con una ventaja suficiente como para ser los dos únicos contendientes al título de campeón del mundo. El dominio quedó patente durante todo el año, y las estadísticas reflejan la autoridad de los monoplazas de la escudería germana.

De las 19 carreras que componían el calendario de Fórmula 1 2015, Mercedes ha conseguido 16 victorias y 18 ‘pole position’, resolviendo ambos campeonatos con varias carreras de antelación. La escudería de Brackley ha completado en 2015 la mejor temporada de un equipo en la historia de la Fórmula 1. No sólo en cuanto a victorias ni a ‘pole position’, sino también a otros datos estadísticos. El equipo teutón ha logrado 13 vueltas rápidas, 12 dobletes y ha sumado un total de 703 puntos, lo que representa un 86% del máximo de puntos posibles.

Lewis Hamilton: una voracidad intratatable para hacer historia 

El piloto británico tenía ante sí el reto de defender el título de campeón del mundo, una tarea complicada pues debía hacer frente a la pujanza de su compañero de equipo, que había fracasado en su intento de ser campeón en 2014. Sin embargo, Lewis Hamilton comenzó el mundial con tres victorias en cuatro carreras, dejando patente sobre la pista que se encontraba a un nivel ligeramente superior al del resto de pilotos que componen la actual parrilla de Fórmula 1.

Hamilton consiguió cinco triunfos en seis carreras tras el parón veraniego

El piloto británico comenzó la temporada con una victoria en el Gran Premio de Australia. Mercedes volvió a dominar la carrera en todo momento y el vigente campeón del mundo controló en todo momento a su compañero y rival Nico Rosberg, que tuvo que conformarse con la segunda posición. La escudería alemana se vio sorprendida por Ferrari y Sebastian Vettel en Malasia, pero la lógica volvió a imperar en China y Bahréin, donde Lewis Hamilton sumó dos nuevas victorias que le permitieron tomar la primera diferencia importante en el campeonato del mundo. Tercero finalizó Sebastian Vettel, que completó una buena primera carrera con Ferrari.

Si en España y Mónaco el británico se vio superado por su compañero de equipo y máximo rival por el título, Hamilton devolvió la moneda a Nico Rosberg en las tres siguientes carreras, donde logró dos triunfos y un segundo puesto que le permitieron volver a recuperar la ventaja perdida en los anteriores grandes premios. Justo antes del parón veraniego, llegó una de las peores carreras de la temporada para Mercedes y para Lewis Hamilton, que vivieron en Hungría un gran premio muy complicado. Pese a salir desde la primera posición, el británico tuvo una salida de pista y una posterior sanción en una carrera loca, y tuvo que conformarse con la sexta posición.

Sin embargo, tras el descanso estival, Lewis Hamilton regresó a la competición de una manera espectacular, encadenando dos victorias consecutivas en Spa y Monza que volvieron a garantizarle una ventaja sustancial en la clasificación de pilotos. La superioridad del británico era manifiesta y la única duda parecía saber en qué gran premio se proclamaría tricampeón del mundo.

Antes de que se produjese tal situación, Hamilton protagonizó su segunda y última decepcionante carrera de la temporada. En la noche de Singapur, los Mercedes demostraron que no sería un fin de semana fácil para ellos, pues las condiciones de la carrera perjudicaba el sobrecalentamiento de los neumáticos y los frenos de las ‘flechas plateadas’. El británico sólo pudo calificar quinto, pero su aventura en el circuito de Marina Bay duró 32 vueltas hasta que el motor del W06 Hybrid del entonces bicampeón del mundo se rompió.

Pero este contratiempo no cambió la mentalidad y la superioridad del británico, que encadenó tres victorias consecutivas en las tres siguientes carreras, siendo la última la que le convirtió matemáticamente en tricampeón del mundo. Estados Unidos, un país al que quiere especialmente el piloto de Mercedes, fue el escenario en el que Lewis Hamilton se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 2015 tras lograr el triunfo pese a partir desde la segunda posición de la parrilla de salida.

Con su tercer título en el bolsillo, Hamilton firmó tres segundos puestos en las últimas carreras del campeonato, mostrándose ligeramente por debajo del rendimiento ofrecido en las semanas anteriores y del nivel de su compañero de equipo. Sin embargo, el trabajo ya estaba hecho y el objetivo cumplido: convertirse en tricampeón del mundo y sumar su segundo título consecutivo, convirtiéndose en uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1 y siendo el principal candidato al título la próxima temporada.

Nico Rosberg: la alegría llegó sin objetivos a la vista

La temporada 2015 del piloto alemán ha sido ligeramente decepcionante, pues su rendimiento ha sido ligeramente inferior al ofrecido en 2014, cuando llegó a la última carrera del año con opciones de proclamarse campeón del mundo. Sin embargo, la derrota frente a su compañero de equipo supuso un mazazo moral para Nico Rosberg, que desde el primer momento del año se vio superado por Hamilton en la batalla por el campeonato. De hecho, el piloto germano no pudo superar a su máximo rival y lograr la primera victoria hasta la quinta carrera, el Gran Premio de España.

Los problemas de fiabilidad en el ecuador de la temporada mermaron sus opciones al título

En Barcelona, Rosberg realizó su mejor fin de semana hasta ese momento y recuperó parte de la confianza perdida el año pasado, certificando la mejoría en el siempre esperado Gran Premio de Mónaco. Entre las calles del Principado, el teutón sumó su segundo triunfo del año y apretó la clasificación del mundial de pilotos, intentando hacer dudar a un rival que hasta ese momento se había mostrado intratable sobre la pista. En Canadá, las tornas se invirtieron, pero Nico Rosberg volvió a reinar en Austria y mantuvo la igualdad hasta esa fase del campeonato, dando la sensación de poder igualar la lucha por el título.

Sin embargo, a partir de ese momento, la mejor versión de Lewis Hamilton empequeñeció la figura del alemán, que fue incapaz de superar al líder del campeonato. Tras el segundo puesto en Gran Bretaña, Rosberg tuvo la oportunidad de recortar puntos en Hungría, pero un toque con Kvyat en la parte final de la carrera le relegó hasta la octava posición, y a partir de ahí ya se quedó sin opciones de disputarle el título al británico. En las siguientes seis carreras, el alemán consiguió tres segundos puestos, un cuarto y dos abandonos, mientras que Hamilton sumó cinco victorias.

Si la sensación era de que el británico iba a revalidar el título tras lo sucedido en la pista, los problemas de fiabilidad de Mercedes afectaron en su mayoría al monoplaza del piloto germano, que tuvo que terminar la carrera de manera prematura en Italia y Rusia, dilapidando cualquier posibilidad de que Nico Rosberg consiguiese su primer título en la máxima categoría del automovilismo.

La mejor versión del alemán llegó en las tres últimas carreras, con el campeonato ya decidido. México, Brasil y Abu Dhabi fueron testigos de la mejor versión de Nico Rosberg, que cerró la temporada 2015 con tres victorias que deben servirle para aumentar su confianza de cara a la próxima temporada y volver a postularse como máximo contendiente al título, una situación que en muchas partes de la temporada quedó n entredicho ante la pujanza de Sebastian Vettel. Salvo sorpresa, el piloto de Mercedes tendrá en 2016 una nueva oportunidad de proclamarse, por primera vez en su carrera, campeón del mundo de Fórmula 1.

Fotos: Zimbio

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