El auge de Red Bull despareció en esta temporada 2015. Los austríacos no han tenido su mejor año, ni en cuanto puesta a punto del monoplaza ni en cuanto a propulsor, sonados fueron sus más y sus menos con Renault. Sin embargo no tiran la toalla ante la posibilidad de engrandecer sus vitrinas con un quínto título. El más optimista, Daniel Ricciardo.

El aussie nunca ha dudado del potencialde su equipo y confía ciegamente en ellos.  Sabe que continuarán con la marca gana como subministradora de motores y que tendrán un propulsor iunferior al del resto de contrincantes, sin embargo su optimismo sigue íntegro. Tienen claro que el 2016 será un año de transición en el que trabajarán para ofrecer un coche de calidad para el futuro.

"Los primeros seis meses de 2015 fueron un baño de realidad para todos nosotros, pero como piloto es bueno que haya pasado esos malos momentos. Como equipo, pienso que fue un gran cambio. Podríamos haber ido a peor, pero en vez de eso el coche cobró vida a mitad de temporada. Fue impresionante. Nos hizo más fuertes. Cuando tengamos el material adecuado, lo bordaremos", explica confiado Ricciardo.

Saben que será complicado llegar o mamntener el nivel de los Mercedes, pero confían mejorar paulativamente y dar la campanada en 2017. "El año que viene debería ir un poco mejor, pero para llegar al nivel de Mercedes tendremos que esperar hasta 2017, siendo realistas. Nunca sabes qué ocurrirá, este año hemos estado cerca de conseguir un par de victorias, pero por ahora es mejor que juguemos sobre seguro", afirmó el australiano.