Carlos Sainz y Fernando Alonso parecen haberse llevado muy bien en el primer año en el que han competido juntos. Tanto que el piloto madrileño, hijo del bicampeón del mundo de Rallies, se ha atrevido a halagar a su compatriota por su actitud ante la nefasta temporada que ha vivido al volante de uno de los dos McLaren-Honda.

"Es un muy buen modelo a seguir. Ahora está pasando por un momento duro en su carrera, así que es interesante ver cómo reacciona. Ver cómo maneja todas esas cosas. Es interesante para ver, para observar y para aprender. El año pasado consistía en aprender" ha declarado a la revista Autosport el de Toro Rosso, que la temporada pasada dejó buenas sensaciones, pero quedó eclipsado por su compañero, el jovencísimo Max Verstappen. 

Para Sáinz, es muy útil compartir pista con todo un bicampeón del mundo, ya que le sirve para aprender muchas cosas sin que necesariamente el asturiano tenga que decirle nada: "Fernando no necesita darme consejos porque siempre me fijo en él. No ha venido y me ha dicho ‘quizás prueba esto o lo otro’. Solo hablando con él, en el drivers parade, como siempre me veis, o por el paddock, puedo aprender de él. Es un espejo en el que mirarme".

En cuanto a su primer año, Sainz ha lamentado sus problemas de fiabilidad del hermano pequeño de Toro Rosso. Hasta en siete ocasiones tuvo que bajarse del coche antes de tiempo, cuatro de ellas de manera consecutiva. "Más de uno estará sorprendido de ver la cantidad de puntos que podía tener de no ser por los problemas de fiabilidad. He visto, podía haber estado mucho más arriba, pero nunca sabes al final.Tienes que aceptarlo. Esto es deporte y a veces no dependes solo de ti mismo", asegura. 

No obstante, espera mejorar en este 2016 que acaba de comenzar. "Con suerte, en 2016 todo se habrá solucionado y podremos ir a por ello", ha finalizado.