Erase una vez una pequeña isla de Oriente Medio habitada aparentemente por un diminuto y desértico país. Sin embargo, entre la tradición y la arquitectura árabe asoman la tecnología y las numerosas infraestructuras modernas que dan vida a su economía, como ocurre por ejemplo con su particular circuito de carreras. Su príncipe, que siente una gran atracción por este mundo, se empeñó hace unos cuantos años en conseguir ser el referente máximo del automovilismo de la zona y no se ha quedado corto. Levantado de la nada en escaso año y medio, el joven trazado irrumpió en el calendario de la categoría reina en 2004 y, desde ese año, poco a poco los aficionados se han ido acostumbrando a verle en los primeros compases de cada campaña. Erase una vez Barhéin; erase una vez Sahkir...

Echando la vista atrás, se puede recordar la edición de la temporada pasada, que no repartió demasiadas sorpresas. Hamilton consiguió su cuarta pole del año y remató el trabajo el domingo con una nueva victoria ante la persecución del Ferrari de Kimi y el Williams de Bottas. Vettel, que comenzaba desde la segunda posición, no atacó a la salida, sino que facilitó que su compañero pudiese avanzar superando a Rosberg, que en principio estaba situado entre ellos y que posteriormente recuperaría esa plaza. A partir de ahí, los alemanes se dedicaron a cubrir a su campeón con una estrategia a la defensiva, por lo que el orden de la carrera no cambió hasta que Vettel tuvo que parar para arreglar su alerón delantero, viéndose relegado a la quinta posición. Con una situación inesperada, las últimas vueltas trajeron una batalla por subirse al podio que desembocó en un nuevo adelantamiento de Räikkönen y, más adelante, de Valtteri a un Nico lastrado por diversos problemas en los frenos de su monoplaza.

Por lo que respecta a los españoles, Fernando Alonso pudo terminar por primera vez en la undécima posición con su McLaren-Honda, aunque Jenson Button ni siquiera llegó a tomar la salida, Carlos Sainz se vio obligado a abandonar y Roberto Merhi cruzó la línea de meta en éltimo lugar a bordo de su humilde Manor.

Cada vez falta menos para ver de nuevo los coches trazar, tanto a la luz del Sol como a la luz de la Luna, cada una de las 15 curvas que lo forman. ¿Merecerá la pena la espera?

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