Tras el golpetazo en la mesa de Nico Rosberg venciendo en el Gran Premio de España, la sombra de su triunfo se alargó hasta el trazado de Montecarlo donde el germano reeditó victoria. Triunfo alemán por partida doble, aunque eso significase dejar a un inglés muy cabreado. Mercedes no supo gestionar la salida del Safety Car y relegó a Hamilton, que lideraba cómodamente la carrera, al tercer puesto del podio por mandarlo entrar a boxes cuando todo parecía indicar que no era necesario. O así pensaba el británico. La relación con su compañero de equipo marcaría un antes y un después tras esta carrera.

Dejando atrás el podio, que lo completó Sebastian Vettel, la gran sorpresa la iniciaron en Red Bull. El equipo austríaco había arrancado la temporada con muy mal pie y sin destellos de lo que fue no mucho tiempo atrás. Sin embargo, Kvyat con un cuarto y Ricciardo con un quinto puesto se llevaron a casa un interesante botín de puntos que puso fin a lo que parecía un tenso año, motivado por sus problemas con el motor Renault.

La grata sorpresa fue a parar a Woking. Jenson Button logró contra todo pronóstico no solo llevar su monoplaza a meta, que ya por sí parecía complicado, sino lograr cuatro puntos de oro para McLaren en su “annus horribilis”. Por parte de los españoles, el más destacado fue Carlos Sainz, quien lograba enganchar el último punto de la parrilla con un gran décimo puesto tras una gran remontada facilitada por el accidente  de Verstappen y el abandono de otro español, Fernando Alonso. El asturiano seguía por la senda del desastre iniciado en España y ni él ni su monoplaza fueron capaces de lograr un punto hasta Silverstone.  

Quienes también se fueron de vacío de Montecarlo fueron Williams. El que estaba llamado a ser el tercer equipo de la categoría se fue de vacío del trazado monegasco, llegando incluso Massa a ser doblado.

El GP de Mónaco como de costumbre no dejó indiferente a nadie y marcó un punto de inflexión para muchos equipo; Red Bull comenzaba su remontada, Sainz explotó, McLaren lograba sus primeros puntos y Mercedes casi propicia una ruptura entre sus pilotos con consecuencias mucho más graves de lo que finalmente fueron. Dos semanas más tarde llegaría Canadá, pero eso ya es otra historia.