Mclaren afronta un campeonato plagada de dudas respecto a la posición por la que estarán luchando debido a la mejoría que producirá en pista el MP4-31, algo que se podrá ver en los test de pretemporada en Montmeló que comenzarán en menos de una semana. Lo cierto es que el crecimiento se debe notar respecto al año pasado ya que sufrieron el peor mundial de su historia estando únicamente en seis ocasiones entre los diez primeros con 27 puntos y posicionado noveno solo por delante del equipo Manor.

Eric Boullier comenta para Autosport que antes de las pruebas que se realizaron en el circuito de la ciudad gaditana en 2015, ambas partes se juntaron para analizar el programa a realizar: "En ese momento tuvimos un montón de reuniones, se evaluó el programa entero, nos reforzamos de manera inmediata desde Jerez, y en particular, cara a la prueba final en Barcelona, cooperando entre McLaren y Honda".

El jefe de la escudería de Woking cree que la unión que se produjo en el año pasado fue debido a que realizaron el esfuerzo de manera conjunta y, gracias a ello, mejoró el trato entre ambas secciones: "Se elaboró en el contrato, dejando claro inmediatamente que permaneceríamos mucho más próximos y al llegar al final de las pruebas, teníamos un segundo impulso en esta cooperación. A continuación, entendimos que el plan para la temporada sería trabajar juntos, y eso fue básicamente lo que pasó. Gracias a ese movimiento, se reforzó la cooperación entre las dos empresas, a nivel técnico y de ingeniería, era muy buena la comunicación, fue una estupenda combinación".

El japonés explica su complicada vuelta siete años después, en la que no se pudieron actualizar de una forma veloz y eficiente: "No teníamos suficiente experiencia sobre la actual Fórmula 1. Tenemos un montón de experiencia de otras épocas, pero después de que en el 2008 nos fuéramos, la tecnología cambió drásticamente. No hemos podido ponernos al día. Eso supone una gran distancia. No tener la experiencia de esos siete años nos hizo estar atrás".