Magnusen, Bottas, Vettel, Button, Ricciardo, Sainz, Pérez, Wehrlein y Hamilton y Rosberg han sido los encargados de enfundarse el mono en sus respectivos equipos en el sexto día de pretemporada. Con solo tres balas en la recámara de unos test pasados por la tijera, las jornadas restantes adquieren una importancia de tal calado que dejan a los protagonistas sin margen de error. De esta manera, a primera hora se vislumbraba una jornada en la que veríamos simulaciones de carrera en la mayor parte de los casos.

Mientras que los mortales todavía tanteaban la situación, Mercedes volvió a dinamitar la moral de sus rivales poniendo su coche en marcha desde el minuto uno, como Ferrari, aunque luego se pudo ver que habían decidido centrarse en mejorar al máximo las prestaciones de su monoplaza al montar numerosos sensores, embadurnarse en parafina y pasar a menudo por el garaje, al contrario que la semana pasada, en la que llevaron al límite la fiabilidad.

Conforme iba avanzando el reloj, todas las escuderías se fueron entonando poco a poco. Se puede decir que a Haas se le pegaron las sábanas, pues prácticamente no hicieron acto de presencia; los de Sauber, con numerosos problemas, no fueron capaces de hacer mucho más que algunas vueltas de instalación durante la primera mitad; y los mecánicos de Red Bull tuvieron que sudar practicando pits stops, hasta que llegó la orden de ir a por la primera vuelta cronometrada tras más de dos horas y media después de que el semáforo se pusiera en verde. Además, cuando parecía que el McLaren tenía buena pinta, un fallo en la suspensión mando a su piloto a comer antes de tiempo, junto a Carlos Sainz.

Pero esto es Fórmula 1 y aquí nadie se libra. La otra cara de la moneda salió a relucir tras el parón y fue la estrella plateada la que no salió hasta bien entrada la sesión, por lo que la atención se centró en las tandas largas de Carlos y Jenson en la que ambos estiraron bastante la vida del neumático medio y en las que el madrileño destacó por su constancia. Asimismo, Renault también se sumó a la fiesta después de haber estado probando vueltas de clasificación durante la primera mitad, al igual que Williams. De hecho, pudimos ver a los del Martini darle alegría al motor por primera vez ayudados por el viento en la frenada de la recta principal.

El incidente del día vino marcado por Ericsson, ya que su coche le dejó tirado a la salida de la curva cuatro al perder una rueda mal apretada. A partir de aquí, no pasó nada fuera de lo normal, con la excepción de que el piloto español, con el trabajo bien hecho, montó un juego de gomas blandas para ir a por un tiempo competitivo que finalmente no consiguió.